GIDE 3: El Pentágono cuenta con una Inteligencia Artificial capaz de predecir el futuro
GIDE 3 le permite al Pentágono procesar grandes cantidades de información para hacer proyecciones de comportamiento altamente precisas

GIDE 3 es capaz de anticipar movimientos enemigos, crisis o amenazas antes de que sucedan Crédito: Shutterstock
Imagina que un ejército no solo responde a lo que pasa, sino que sabe con días de antelación lo que está a punto de ocurrir. No es ciencia ficción, ni un guion de Hollywood: el Pentágono asegura que ya está probando un sistema llamado GIDE 3, capaz de anticipar movimientos enemigos, crisis o amenazas antes de que sucedan. Esto no es un simple avance tecnológico; podría ser el inicio de una nueva era en la estrategia militar, donde el tiempo se convierte en la ventaja más poderosa.
¿Cómo funciona GIDE 3?
No hay ni un dron nuevo ni un radar misterioso: los responsables aseguran que los datos ya existen; los han estado recolectando satélites, radares, sensores submarinos, internet, servicios de inteligencia y aliados estratégicos.
La clave está en fusionar todo eso en la nube y usar una IA capaz de procesarlo en tiempo real, detectar patrones y decir “esto va a pasar” antes de que pase. Así definen lo que llaman superioridad de decisión: una inteligencia artificial que analiza millones de puntos por segundo para anticipar eventos, en vez de esperar a que ocurran.
Antes, un analista pasaba días revisando imágenes; ahora ese trabajo lo hace la IA en minutos o incluso en tiempo real, liberando manos humanas para otras tareas. Todavía no han soltado los detalles técnicos, pero el cambio de paradigma parece claro.
El antes y el después en la guerra moderna
Si realmente puede anticiparse a los movimientos del enemigo con días de margen, podríamos estar ante un punto de inflexión. No es solo eficiencia, es redefinir la lógica: de reactiva a proactiva. Posibles ventajas:
- Disuasión temprana: si ya sabes que algo va a ocurrir, puedes mostrar músculo o actuar para evitarlo.
- Optimización de recursos: despliegas fuerzas justo a tiempo y en el lugar adecuado.
- Decisiones mejor fundadas: pasaría de tener que elegir “a ciegas” a tener opciones basadas en patrones bien analizados.
- Evitar sorpresas: los conflictos podrían prevenirse antes de que empiecen —una aspiración que pocos creían posible.
Dicho esto, hay riesgos. Podría generarse incertidumbre o tensión: si mueves tropas porque “la IA dice que pasará algo”, ¿qué entenderá el adversario? Podría interpretarse como provocación y desencadenar lo que buscabas evitar. Además, ¿qué tan confiables son esas predicciones? ¿Y si la IA se equivoca o se basa en datos sesgados?
GIDE 3 no está solo. Existen otros sistemas similares: por ejemplo, Sentient, una especie de “cerebro artificial” satelital capaz de procesar multitud de datos (señales, comunicación, ambiente…) para anticipar movimientos y reorientar satélites sin intervención humana.
También está el macro concepto JADC2, una red unificada de sensores militares interconectados por IA para facilitar decisiones rápidas en combate. Incluso, décadas atrás, el programa DART ya mostraba cómo una IA podía optimizar logística y transporte militar en cuestión de minutos, algo imposible para equipos humanos.
Sigue leyendo:
• Meta quiere que los militares utilicen sus lentes de realidad aumentada con Inteligencia Artificial
• Así es como el Pentágono está utilizando la IA para acelerar su toma de decisiones
• Ejército chino utilizó la IA de Meta sin autorización para crear su propio chatbot