Jim Farley: el futuro de Lincoln pasa por un EV accesible
Jim Farley, CEO de Ford Motor Company, aseguró que la estrategia de Lincoln no será lanzarse de lleno a una electrificación total, sino avanzar con cautela

Ford Lincoln Navigator. Crédito: Lincoln. Credit: Cortesía
El mercado automotriz global tiende a cambiar siempre. Mientras algunas marcas premium se apresuran a anunciar fechas concretas para abandonar los motores de combustión y pasarse por completo a los eléctricos, otras prefieren observar con atención el comportamiento de los consumidores antes de dar un salto definitivo. Lincoln, la división de lujo de Ford, forma parte de este segundo grupo.
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La estrategia responde a una visión más pragmática que emocional. En palabras de Jim Farley, máximo responsable de Ford Motor Company, esa cautela ha permitido a Lincoln mantener flexibilidad en un entorno donde la electrificación total no siempre ha dado los resultados esperados.
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La decisión de no precipitarse parece estar rindiendo frutos, pues mientras algunos fabricantes lidian con problemas de rentabilidad en sus eléctricos, Lincoln conserva espacio para redefinir su identidad con pasos más medidos.
Durante la Monterey Car Week, en una conversación con Hagerty, Farley compartió su visión del rumbo que tomará la marca de lujo de Ford.
El ejecutivo confesó estar “muy contento” de no haber transformado Lincoln en una firma completamente eléctrica y dejó en claro que su apuesta no será la de llenar los concesionarios con híbridos de bajo costo, sino explorar un segmento donde pocos esperan ver al fabricante: el de los eléctricos asequibles.
Una electrificación gradual y con matices
El plan de Lincoln no se parece al de sus rivales más directos. Varias compañías del segmento prémium, como Mercedes-Benz o Cadillac, han establecido plazos cerrados para migrar hacia catálogos 100% eléctricos. Lincoln, en cambio, optará por una combinación de soluciones: algunos modelos completamente eléctricos, otros híbridos y versiones de rango extendido (EREV).
Farley lo explicó con claridad: “Estamos empezando a descubrir cuál es la posición que tiene sentido para Lincoln”. Bajo esa lógica, el futuro de la marca no pasa por eliminar los motores de combustión de inmediato, sino por ofrecer una gama diversa que pueda adaptarse a distintos mercados y tipos de cliente.
Lo verdaderamente llamativo de su planteamiento es que los modelos eléctricos de Lincoln no necesariamente ocuparán el escalón más alto de precio.

En lugar de limitarse a ofrecer vehículos de lujo inalcanzables, la marca contempla lanzar un eléctrico accesible que mantenga su esencia diferenciadora. Como lo resumió el propio Farley: “No creo que queramos hacer un híbrido asequible bajo la marca Lincoln, pero un eléctrico asequible, con opciones de color llamativas y un interior altamente personalizable, sí tendría sentido”.
Innovación en la producción para reducir costos
La posibilidad de que Lincoln incorpore un eléctrico más accesible a su gama no surge de la nada. Ford Motor Company está invirtiendo en procesos de fabricación que prometen disminuir de manera significativa los costos de sus futuros vehículos eléctricos.
Gracias a esa innovación industrial, será factible producir modelos con precios competitivos sin que ello implique sacrificar calidad o el posicionamiento premium de Lincoln.
La ecuación, de acuerdo con Farley, no consiste en abaratar a costa de perder identidad, sino en aprovechar la eficiencia de la producción para ofrecer un producto atractivo, bien equipado y diferenciado del resto de la competencia.
La clave, en ese sentido, está en mantener los valores que históricamente han definido a Lincoln: confort, personalización y experiencia. El desafío será equilibrar un precio más accesible con la promesa de lujo que sus clientes esperan.
Experiencia de usuario como eje central
En un mercado donde los autos eléctricos de distintas marcas tienden a parecerse por sus similitudes en software y plataformas, Lincoln busca apoyarse en otro factor clave: la experiencia de usuario.
Para Farley, no basta con ofrecer un diseño llamativo o un tren motriz eficiente, sino que la diferencia real estará en lo que el conductor y los pasajeros perciban dentro del habitáculo y en los servicios digitales que acompañen al vehículo.

“La forma de destacar será centrarse en características que realmente mejoren la experiencia, lo suficiente como para que la gente esté dispuesta a pagar por ellas”, explicó. Esto incluye desde acabados interiores personalizables hasta soluciones tecnológicas avanzadas que conviertan cada viaje en una experiencia distinta.
De esta manera, Lincoln pretende conservar su identidad como marca de lujo, aun cuando explore territorios de precios más bajos. La idea no es competir con los fabricantes generalistas, sino ofrecer un escalón de entrada al lujo dentro de un vehículo eléctrico.
Una apuesta distinta frente a la competencia
El contraste con la competencia es evidente. Mientras algunos fabricantes han comunicado que dejarán de producir motores de combustión a partir de fechas concretas, Lincoln mantiene la puerta abierta a múltiples tecnologías. Esto significa que en los próximos años convivirán motores tradicionales, híbridos, EREV y eléctricos en su catálogo.
La estrategia busca mitigar riesgos. Una transición demasiado rápida podría dejar a la marca en una situación vulnerable si la demanda por eléctricos no crece al ritmo esperado.
En cambio, con una oferta más amplia y flexible, Lincoln puede adaptarse con rapidez a los cambios del mercado sin comprometer su estabilidad financiera ni su posicionamiento dentro del segmento prémium.
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