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La NASA detecta un planeta con posible agua y atmósfera a 40 años luz de la Tierra

Los científicos creen que este descubrimiento podría acercarnos más encontrar otro planeta capaz de sustentar vida

Los investigadores utilizaron el telescopio espacial James Webb para analizar el planeta y fue así como identificaron señales de una posible atmósfera

Los investigadores utilizaron el telescopio espacial James Webb para analizar el planeta y fue así como identificaron señales de una posible atmósfera Credit: Shutterstock

Recientemente, la NASA y varios equipos internacionales de astrónomos anunciaron un descubrimiento fascinante: un planeta con un tamaño similar al de la Tierra localizado a unos 40 años luz que podría tener una atmósfera y condiciones para agua líquida. Este exoplaneta es conocido como TRAPPIST-1 e, parte del sistema estelar TRAPPIST-1, que orbita una estrella enana roja y se encuentra justo en la llamada zona habitable de su sistema solar.

El hallazgo de este mundo podría acercarnos un paso más a la posibilidad de encontrar un planeta parecido al nuestro que pueda sustentar la vida o, por qué no, convertirse en un lugar para futuras colonias espaciales. A través del potente telescopio espacial James Webb (JWST) y su instrumento especializado NIRSpec, los científicos lograron detectar señales indicativas de una atmósfera en TRAPPIST-1 e, algo que hasta hace poco era solo un sueño en la exploración exoplanetaria.

¿Qué sabemos sobre TRAPPIST-1 e y su atmósfera?

TRAPPIST-1 e pertenece a un grupo cercano de planetas alrededor de una diminuta estrella enana roja llamada TRAPPIST-1, a solo 40 años luz de nosotros. Lo que lo hace tan especial es que está en esa “zona de oro” o zona habitable, es decir, la distancia a la estrella donde las temperaturas podrían permitir la existencia de agua en estado líquido — un requisito fundamental para la vida tal como la conocemos.

Usando el espectrógrafo NIRSpec del JWST, los astrónomos estudiaron la luz de la estrella que pasa a través del planeta durante su tránsito (cuando el planeta pasa frente a su estrella y desde la Tierra podemos medir ese efecto). Los cambios en esta luz revelaron posibles composiciones químicas en la atmósfera del planeta, dando pistas de que podría tener una envoltura gaseosa similar a la terrestre.

Los datos sugieren varios posibles escenarios, desde una atmósfera tenue hasta una más densa con gases que podrían mantener el agua líquida en su superficie sin evaporarla ni congelarla. Esto convierte a TRAPPIST-1 e en uno de los candidatos más prometedores para nuevas investigaciones en busca de vida fuera de nuestro sistema solar.

¿Por qué es importante este descubrimiento para la ciencia y el futuro?

El hallazgo de indicios de atmósfera en un planeta rocoso y de tamaño parecido al nuestro es un avance crucial para la astrobiología y la exploración espacial. Hasta ahora, la mayoría de los exoplanetas detectados carecen de condiciones sólidas para la vida o son demasiado gaseosos, pero TRAPPIST-1 e representa un gran paso hacia encontrar un “mundo hermano” con potencial habitable.

Además, estudiar este planeta con instrumentos como el James Webb permite entender mejor cómo se forman y evolucionan las atmósferas en mundos tan distintos al nuestro, especialmente alrededor de estrellas enanas rojas muy diferentes al Sol. Estas investigaciones no solo enriquecen nuestro conocimiento del universo, sino que también orientan futuras misiones espaciales y podrían inspirar la tecnología necesaria para alguna vez mandar sondas o robots en exploraciones directas.

TRAPPIST-1 e está a 40 años luz, una distancia enorme para viajes humanos en el corto plazo, pero el aprendizaje que trae su estudio es invaluable, y se abren para la humanidad nuevas esperanzas para hallar un segundo hogar, o al menos entender mejor cómo funcionan los planetas fuera de nuestro sistema solar.

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