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Inmigrante revela el secreto para alcanzar el “sueño americano”: ahora tiene su fábrica de helados

El venezolano Ezequiel Gómez pasó de vender helados en un mercado de Miami a dirigir una fábrica que distribuye en varios estados de EE.UU.

Actualmente, Bosco Factory fabrica helados para supermercados, hoteles y restaurantes, ofreciendo sabores tradicionales y exóticos.

Actualmente, Bosco Factory fabrica helados para supermercados, hoteles y restaurantes, ofreciendo sabores tradicionales y exóticos. Crédito: Caftor | Shutterstock

El “sueño americano” tiene muchos matices, y para Ezequiel Gómez, un emprendedor venezolano radicado en Estados Unidos, ese ideal se tradujo en constancia, sacrificio y una apuesta que hoy lo posiciona como dueño de una fábrica de helados.

Ezequiel no llegó solo a este camino. Su hermana Haydee, quien trabajó durante años en una heladería en Toronto, vislumbró la posibilidad de emprender en la industria del helado. Y convencida del potencial del negocio, se mudó a Miami y le insistió a su hermano en dar el salto.

“Ella me decía: ‘¿Por qué no abrimos una heladería?’. Tanto insistió que acepté y nos lanzamos con el proyecto”, relató Gómez. Con esa decisión comenzó la historia de Bosco Factory, la empresa que años más tarde se consolidaría como ejemplo de éxito latino en Estados Unidos.

Bosco Factory: de un puesto modesto a la fabricación nacional

Los inicios fueron modestos: durante tres años, Ezequiel y Haydee trabajaron en un mercado de productores donde revendían helados de distintas marcas. Poco a poco, introdujeron recetas propias que llamaron la atención de los clientes, lo que los motivó a capacitarse e invertir en maquinaria.

Con el tiempo abrieron su propia heladería en Weston, Florida, donde experimentaron con sabores tropicales como mango y coco.

Y la buena recepción les planteó un dilema: crecer con más locales o dedicarse a la producción a gran escala. La venta de la heladería resolvió la incógnita: el futuro estaba en la fábrica.

Hoy, Bosco Factory fabrica helados para supermercados, hoteles y restaurantes, ofreciendo sabores tradicionales y exóticos, desde lúcuma hasta combinaciones poco comunes como dulce de leche con soja y wasabi.

Miami fue clave para Ezequiel, gracias al ambiente latino

En un inicio, la idea de Ezequiel y su familia era ir y venir entre Venezuela y EE.UU., pero la crisis en su país los llevó a establecerse definitivamente en Florida. “Al principio extrañaba mucho, pero Miami tiene un ambiente muy latino. Aquí uno se siente como en casa”, reconoció.

Ese entorno multicultural, con venezolanos, colombianos y argentinos entre otros, fue clave para ampliar su red de contactos y fortalecer su emprendimiento. La mayoría de los empleados de Bosco Factory también son latinos o estadounidenses con raíces hispanas.

Actualmente, la marca distribuye en Texas, Arkansas y diferentes zonas de Florida, y su próximo objetivo es lograr mayor presencia en supermercados. “Ese es el paso que nos falta: que el consumidor tenga nuestra marca directamente en los anaqueles”, afirmó Gómez.

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