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Trump culpa al Tylenol de contribuir con la creciente tasa de autismo, y promueve otro medicamento como reemplazo

Lo anunció sin proporcionar ninguna evidencia médica que sustente la nueva recomendación de la FDA

Trump culpa al Tylenol de contribuir con la creciente tasa de autismo, y promueve otro medicamento como reemplazo

Taylenol, nombre comercial del acetaminofén y paracetamol. Crédito: Paul Sakuma | AP

El gobierno del presidente Donald Trump ha visto como un problema de salud pública la creciente tasa de autismo en Estados Unidos. Por ello, este lunes ha lanzado un anuncio calificado como “histórico” por muchos.

Tras hallazgos médicos relacionados con niños, Trump centró su anuncio sobre el autismo en dos ámbitos principales: el uso de paracetamol durante el embarazo con un mayor riesgo de autismo; y en promocionar un fármaco (leucovorina) como posible tratamiento.

Desde la Casa Blanca, Trump afirmó que las mujeres no deberían tomar paracetamol (acetaminofén, también conocido por la marca Tylenol), durante todo el embarazo. Añadió que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) comenzaría a notificar a los médicos que su uso “puede estar asociado” con un mayor riesgo de autismo, pero no proporcionó de inmediato ninguna evidencia médica que sustente la nueva recomendación de la FDA.

Trump señaló que se promoverá en su lugar un tratamiento experimental (leucovorina, análoga del ácido fólico) como opción prometedora para niños con trastorno del espectro autista.

Estas medidas, recomendadas por altos funcionarios de salud pública, incluido el mismo secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., busca responder a la preocupación por el aumento de diagnósticos de autismo en Estados Unidos.

El anuncio es el último paso que ha dado la administración, impulsada por Kennedy y sus partidarios, para remodelar el panorama de la salud pública de Estados Unidos.

Trump convencido

En su alocución, el mandatario estadounidense hizo puntualizaciones:

  • “Creo que hemos encontrado una respuesta al autismo”.
  • “Tylenol era un factor muy importante en el riesgo de autismo y muchas investigaciones se han realizado al respecto”.
  • “Queremos que las cosas entren en vigor de inmediato”.
  • Su administración, junto a Robert F. Kennedy Jr., promueve advertir a las embarazadas sobre el uso de acetaminofén.
  • Anunció una iniciativa de “ciencia de datos” sobre autismo y nuevas subvenciones para investigación.

Alarma por tasas de autismo

Estudios recientes sugieren que el uso de paracetamol durante el embarazo tiene una posible relación con el aumento de casos de autismo en niños. Sin embargo, las principales sociedades médicas y gran parte de la comunidad científica insisten en que la evidencia para establecer una relación causal directa es insuficiente y que el medicamento, recomendado durante décadas como analgésico seguro en el embarazo, sigue siendo seguro bajo supervisión médica.

Por otra parte, la promoción de la leucovorina, actualmente en uso para otros fines médicos, como un tratamiento “potencial” para el autismo también genera polémica, ya que su uso para este fin todavía es experimental y no ampliamente avalado por la ciencia médica convencional.

Polémica y reacciones

La iniciativa ha generado preocupación y polémica en buena parte de la comunidad médica y científica, pues consideran que el proceso para establecer un vínculo entre el consumo de medicamentos y la aparición de autismo debe ser exhaustivo y fundamentado en investigaciones de alta calidad, y advierten sobre el riesgo de enviar mensajes contradictorios o alarmistas a la población.

El anuncio, presentado como un avance histórico y parte de un compromiso presidencial para “hacer más saludable a Estados Unidos”, coincide con la puesta en marcha de una nueva iniciativa de ciencia de datos sobre autismo liderada por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), destinada a financiar nuevos equipos de investigación enfocados en las causas y tratamientos de la condición.

Este anuncio ocurre en un contexto de fuerte discusión pública y científica sobre las causas del autismo, las mejores políticas de prevención y la necesidad de mejorar el diagnóstico y la atención.

Cifras de autismo en EE.UU.

Las cifras de autismo en Estados Unidos muestran un aumento continuo. Según datos recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en 2022 aproximadamente 1 de cada 31 niños de 8 años fue diagnosticado con trastorno del espectro autista (TEA), en comparación con 1 de cada 36 en 2020 y 1 de cada 150 en el año 2000.

No obstante, este incremento, según expertos, se atribuye principalmente a una mejor comprensión, detección y diagnóstico del autismo, así como al mayor acceso a servicios de evaluación. La prevalencia del autismo en el país ha aumentado casi 5 veces desde el año 2000, reflejando más una mejor capacidad diagnóstica que un cambio real en la incidencia.

Existen variaciones según género, etnia y región geográfica, y se están realizando esfuerzos de investigación para identificar las causas del aumento.

Aunque algunas personas y fuentes oficiales han sugerido teorías no confirmadas sobre factores externos, los expertos insisten en que el aumento se debe principalmente a mejoras en la detección y diagnóstico.

Incierta vinculación del paracetamol con el autismo

Vincular el paracetamol durante el embarazo con el autismo connota implicaciones científicas, médicas y sociales importantes, pero el consenso actual sugiere que esta asociación no implica causalidad directa. Estudios grandes y rigurosos han indicado que si bien puede existir una correlación, esta podría explicarse por factores genéticos compartidos o condiciones subyacentes que requieren el uso del medicamento, y no por un efecto causal del paracetamol. De hecho, cuando se comparan hermanos donde uno estuvo expuesto y otro no, el riesgo desaparece, lo que apunta a factores familiares y no al medicamento en sí.

Así, vincular causalmente un medicamento como el paracetamol con autismo sin evidencia sólida podría generar alarma innecesaria, afectar la adherencia a tratamientos médicos seguros y dificultar la interpretación correcta de investigaciones epidemiológicas.

Por eso, es clave distinguir entre asociación estadística y causalidad, especialmente en condiciones neurológicas complejas como el autismo, que involucran múltiples factores genéticos y ambientales. Expertos insisten en continuar la investigación, pero sin apresurar interpretaciones que puedan conducir a conclusiones erróneas.

Implicaciones sociales y de salud pública

La posibilidad de asociar un medicamento ampliamente usado durante décadas con el autismo podría generar miedo en mujeres embarazadas y la población en general, afectando decisiones médicas sobre el manejo del dolor y la fiebre. Esto puede conducir a efectos adversos indirectos si se evitan tratamientos seguros.

Además, un mensaje público impreciso podría influir negativamente en la confianza en los sistemas de salud y en la comunicación científica.

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