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Millonaria indemnización a familia Noah Cuatro

Junta de Supervisores del condado de Los Ángeles aprueba el pago de $20 millones a la familia de Noah Cuatro el niño que fue torturado y asesinado por sus padre

Noah Cuatro murió tras ser torturado por sus padres.

Noah Cuatro murió tras ser torturado por sus padres. Crédito: Cortesía

La Junta de Supervisores del condado de Los Ángeles aprobó el pago de una indemnización por $20 millones a la familia del niño Noah Cuatro, quien falleció a los cuatro años, después de haber sufrido maltrato, negligencia y homicidio por parte de sus propios padres.

La muerte del niño se reportó inicialmente el 5 de julio de 2019 como un ahogamiento en una piscina del complejo habitaciones de Palmdale donde vivía con sus padres, en la cuadra 12000 de East Avenue, alrededor de las 4:00 p.m.

Sin embargo, investigaciones posteriores y resultados de la autopsia revelaron que no había agua en sus pulmones.

El menor había sido asesinado.

“Queremos que este acuerdo signifique para la comunidad que ningún otro niño como este hermoso niño tendrá que soportar jamás el abuso, la tortura y el asesinato”, dijo el abogado Brian Claypool.

En abril de 2024, el juez Robert Chu del Tribunal Superior de Lancaster condenó al padre, José María Cuatro Jr. a entre 32 años y cadena perpetua, y a Úrsula Elaine Juárez, la mamá, a entre 22 años y cadena perpetua por la muerte de Noah en julio de 2019.

Noah con su bisabuela Evangelina Hernández.

Comienza la demanda por homicidio culposo

En julio de 2020, a nombre de Evangelina Hernández, bisabuela de Noah, y de su hermana de seis años, y sus dos hermanos, de cinco y 11 años, el abogado Brian Claypool presentó una demanda por homicidio culposo contra el condado.

El abogado criticó las acciones de los empleados del Departamento de Servicios para Niños y Familias del Condado de Los Ángeles (DFCS).

En la demanda se estableció que los trabajadores sociales del condado permitieron que Noah permaneciera en casa de sus padres, a pesar de una orden judicial emitida en mayo de 2019, es decir, lo retuvieron pocas semanas antes de que el niño falleciera en circunstancias sospechosas.

Al momento de su muerte, Noah permanecía bajo supervisión activa del DCFS.

Al menos fueron hechas 13 llamadas a la línea directa de abuso infantil y a la policía por parte de personas que dijeron sospechar que los hijos de Úrsula Elaine Juárez y José María Cuatro Jr. estaban siendo abusados.

Los padres de Noah, José y Úrsula llamaron al 911 para informar que su hijo se había ahogado en una piscina.

Sin embargo, el entonces alguacil del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva, declaró que el cuerpo del niño presentaba signos de traumatismo que no coincidían con un ahogamiento.

Abusos repetitivos por años

Desde el 2014, trabajadores sociales del Departamento de Servicios para niños y Familias (DFCS) del condado de Los Ángeles habían corroborado que Úrsula, la madre de Noah, había fracturado el cráneo de una niña de su propia familia. La fiscalía de distrito determinó que no había pruebas suficientes y no se presentaron cargos penales.

Dos años más tarde, Noah fue retirado del cuidado de sus padres y vivió en el hogar de su bisabuela Evangelina, antes de ser devuelto al sitio donde era maltratado

Tras la reunificación volvieron los abusos e incluso Noah fue llevado al Centro Médico Olive View-UCLA en la ciudad de Sylmar, a causa de presentar moretones en la espalda.

El 13 de mayo de 2019, la policia fue notificada de que José Cuatro tenía problemas con el alcohol y que presuntamente había pateado a su esposa y a sus hijos en público. Supuestamente José dudaba de que Noah era su hijo biológico.

“Ella decía que no quería al niño”, dijo la bisabuela a La Opinion. “No sé porque no lo quería”.

El padre sodomiza a su hijo

Al día siguiente, la trabajadora social Susan Johnson presento una solicitud para que el tribunal emitiera una orden que permitiera al DCFS retirar la custodia a los padres de Noah. El juez Steve Ipson concedió la solicitud.

Casi al mismo tiempo, los trabajadores sociales se dieron cuenta de acusaciones de que Noah había sido sodomizado por su padre y tenía lesiones en el recto. A pesar de ello, el niño no fue retirado de sus padres.

“Noah había sangrado de su colita y se lo dijo a uno de sus tíos”, dijo Eva, la bisabuela materna.

En una demanda enmendada presentada en 2023, los abogados de los demandantes declararon que en febrero y marzo de ese año se obtuvo nueva información que demostraba que los hermanos de Noah también fueron víctimas de abuso y negligencia por parte de José Cuatro y que los trabajadores del condado incumplieron su obligación de informar sobre su “sospecha razonable” de dicha conducta.

Hermano obligado a golpear a Noah

A finales de marzo de 2023, el mayor de los hermanos le contó a Evangelina Hernández que José Cuatro lo obligaba a menudo a “pelear físicamente y golpear” a Noah, según declararon los abogados de la demandante.

“El [José] le daba órdenes para que golpeara a Noah”, reveló Evangelina Hernández.

El mismo hermano también le contó a Matthew Hernández [hijo de Evangelina] que él y Noah siempre tenían hambre y que vio a sus padres abofeteando a su hermano cuando era un bebé, que observaba a sus padres pelear mucho y le tenía miedo a su padre “porque lo golpeaba” a puñetazos y con el cinturón, según declararon los abogados de la demandante en sus documentos judiciales.

“Lo apretaba del cuello cuando apenas tenía un mes de nacido”, denunció Evangelina.

El niño también dijo que vio a José Cuatro golpear a Noah y a los otros dos hermanos, según la demanda enmendada.

Vivían en condiciones insalubres

En febrero de 2023, la trabajadora social del condado, Lizbeth Hernández Avilés, testificó durante una declaración jurada sobre los presuntos abusos de los hermanos de Noah, afirmando que el administrador de la propiedad del apartamento Cuatro le dijo que había oído llantos fuera de la unidad y que existían preocupaciones de violencia doméstica entre los padres.

De acuerdo con la demanda, Avilés también testificó que la casa de los Cuatro no tenía camas ni colchones en la habitación donde dormían los niños, solo un colchón en la sala.

Avilés también testificó que la casa tenía mal olor y que, cuando entró, estaba “desordenada y sucia”, con basura en el suelo y las encimeras, según la demanda enmendada, que alegaba que Avilés tenía la obligación de denunciar sus sospechas de que los hermanos de Noah también estaban siendo abusados.

Amenazas del condado a la bisabuela de Noah

El caso comenzó cuando los padres de Noah reportaron un ahogamiento en la piscina familiar.

Sin embargo, las lesiones del niño posteriormente despertaron sospechas sobre su muerte y el personal médico determinó que el trauma sufrido no era compatible con un ahogamiento.

Noah fue trasladado primero al Centro Médico Regional de Palmdale y luego al Hospital Infantil de Los Ángeles, donde fue declarado muerto el 6 de julio de 2019. Su muerte ocurrió después de que ya se habían presentado múltiples denuncias de abuso al DCFS.

“En lugar de proteger a Noah y a sus hermanos, el DCFS continuó colocando a los niños con sus padres abusivos, donde continuaron siendo maltratados durante varios años”, alega la demanda.

Tras la muerte de Noah, los trabajadores sociales amenazaron a Evangelina Hernández “en un intento de silenciarla”, alega la demanda.

Supuestamente le advirtieron que, si hacía alguna declaración pública sobre el caso de Noah o sobre posibles demandas, perdería su solicitud de tutela de sus otros tres bisnietos y no los volvería a ver.

En la actualidad, Evangelina Hernández no solamente tiene la custodia de sus tres bisnietos, sino que, a sus 77 años, desde 2023 es la madre legal.

“Nunca dejaré de llorar”

A sus 77 años, Evangelina Hernández solamente le pide fuerzas a Dios para continuar la crianza y educación de sus “tres hijos”, los cuales “heredó” de su nieta Úrsula Elaine Juárez y de José María Cuatro Jr.., los ahora padres encarcelados de su bisnieto Noah Cuatro, asesinado el 5 de julio de 2019.

“Ethan, Amelia y Rommel, los tres ya son míos”, dice la bisabuela-madre de 77 años. “Mi esposo Ted, de 85 años y mi hijo Matthew los queremos y cuidamos. Rommel, el más chiquito es muy chistoso, igual que Noah”.

Evangelina junto a sus tres bisnietos, su hijo y su esposo.
Crédito: Cortesía

Evangelina Hernández menciona que está agradecida de que haya terminado la demanda entablada contra el condado de Los Ángeles, por la presunta negligencia de trabajadores sociales del Departamento de Servicios para niños y Familias (DFCS), en el caso de Noah.

“Gracias Dios ya acabó esto. Es una cosa pesada. Siempre lloro por eso [la muerte de Noah] y pienso que nunca voy a parar de llorar”, confiesa a La Opinión. “Como me acuerdo mucho de él, me duele mucho”.

Ella no olvida al pequeño que nunca entendió por qué, después de tenerlo dos años bajo su custodia, debió regresar al hogar donde era martirizado.

“No era yo quien quería dejarlo ir. Era el sistema [del DFCS] que me obligaba. Noah me decía que no quería ir para allá [a la casa de sus padres]. No los quería. Vivió conmigo desde los tres a los 10 meses. Se lo llevaron y luego volvió otra vez conmigo. Los últimos ocho meses estuvo con ellos”.

Evangelina asegura que el maltrato a Noah y a sus hermanos era cada vez peor.

Informó de ello a los trabajadores sociales, quienes hicieron caso omiso de sus advertencias.

“Me decían, ‘No. Señora. Todo está bien”, dijo. “Pero yo les insistía: tienen que ayudarle a Noah. Alguien tiene que ayudar porque yo no sé qué hacer. yo no sé qué hacer. Yo les decía que, si yo iba [con los padres de Noah] para allá, no me lo iban a dar”.

Las suplicas de Evangelina fueron ignoradas.

“No me hicieron caso, sino hasta después que me dijeron que el niño sufrió mucho”, asevera.

“Al hermano mayor [Ethan] lo obligaban a pegarle a Noah. A los niños no les daban de comer. Estaban abusando de él”.

¿Quién lo abusaba? ¿Qué tipo de abuso?

“Él [José Cuatro Jr., el padre] lo estaba abusando sexualmente. El niño dijo ‘mi papá me lastima mi colita’”.

El niño sangraba del recto, pero Evangelina no pudo llevarlo a un hospital. La madre, Úrsula Juárez no se lo permitía.

“Era un animal. Y ella no me dejaba verlo. Tenía miedo de que el niño me contara algo”, recuerda. “El abuso se lo contó a un tío [cuñado de Úrsula] Nosotros le creímos que era verdad”.

¿Y porque cree que la madre permitió ese abuso de su niño?

“[Úrsula Juárez] Ella es mi nieta. Cuando él nació a ella no le importó. No lo quería. Cuando estaba chiquito ni siquiera lo levantaba de la cama. Yo le preguntaba porque no lo cargaba”.

Evangelina dice que cuestionó a su nieta: ¿Por qué no lo quieres?

“Pues no. No lo quiero y nadie me puede hacer quererlo”.

Al destino de Noah se sumaba que José Cuatro Jr. también pensaba que él no era el padre biológico de Noah.

¿Y qué piensa de esos padres que les hicieron tanto daño a sus hijos?

“Yo no sé. Pienso que andan mal de su cabeza los dos. ¿Cómo pudieron haber hecho lo que hicieron?  También al más chiquito [Rommel] le estaban pegando. Se lo quitaron cuando apenas tenía un mes de nacido. Lo agarraban del pescuezo hasta que se dormía”.

A pesar del sufrimiento, Evangelina Hernández todavía recuerda con mucho amor a Noah.

“Era tan curioso. Siempre quería que lo abrazara. Cada día me decía es tiempo que me abraces. Déjame sentarte contigo y me tienes que abrazar, me tienes que dar besos y me tienes que decir que me quieres mucho”, narra la afligida mujer.

“Cada día, cada hora me recuerda a Noah. Él va a vivir siempre en corazón. Esa es la eternidad que Dios promete, aunque una persona ya no este con nosotros…Solo le pido a Dios que me de fuerzas para sacar adelante a mis tres niños”.

“Un fracaso total”

Integrantes de la Junta de Supervisores del condado de Los Ángeles, a la vez que lamentaron la trágica muerte del niño Noah Cuatro, reconocieron que el sistema de cuidado infantil fallo.

“Nuestro deber era intentar salvar a Noah del abuso que sufría, y no lo retiramos de esa casa a tiempo”, declaroo la supervisora Janice Hahn, representante del Distrito 4. “Fue un fracaso total”.

Hahn señalo a La Opinión que, desde el fallecimiento del niño, “nuestro Departamento de Servicios para Niños y Familias ha implementado cambios en la manera en que manejamos casos como el de Noah”.

Entre otras cosas, -abundó que esto significa que se cuenta con más trabajadores sociales en el Valle del Antílope, y que el personal cuenta con mejor orientación sobre cómo gestionar las órdenes de remoción para proteger mejor a los niños.

“No podemos permitir otra tragedia como la de Noah”, afirmó tajante.

La respuesta de la supervisora ​​Kathryn Barger fue que “la trágica muerte de Noah Cuatro es un recordatorio devastador de las vulnerabilidades que pueden enfrentar los niños bajo nuestro cuidado”.
“Su vida, aunque truncada demasiado pronto, ha dejado un legado duradero de reforma y cambio en el Valle del Antílope”, dijo en un comunicado. “En los años transcurridos desde su fallecimiento, he trabajado arduamente para asegurar que nuestro sistema sea más sólido y receptivo”.

Barger (Distrito 5) subrayó que, jun to a sus colegas HAN estabilizado la fuerza laboral con aumentos salariales, HAN detenido las transferencias fuera de la región y reducido la carga de trabajo para que los trabajadores sociales puedan dedicar más tiempo y atención a los niños a los que sirven.

“He promovido con éxito la incorporación de trabajadores sociales del Condado en escuelas con un alto número de jóvenes en hogares de acogida para brindar continuidad y apoyo”, informó e indicó que se ha establecido una rama de mejora continua de la calidad dentro del Departamento de Servicios para Niños y Familias del Condado de Los Ángeles para revisar rigurosamente los casos del Valle del Antílope.

“Nuestro condado también renovó sus esfuerzos para promover trayectorias profesionales en servicios humanos y así crear una red de profesionales comprometidos con la comunidad del Valle del Antílope”, dijo. “Si bien nada puede borrar el dolor de la pérdida de Noah y las reformas impulsadas en su memoria fortalecen hoy la protección de los niños y las familias en el Valle del Antílope”.

Por su parte, la supervisora Hilda Solís (Distrito1) estableció que durante su servicio en el cargo ha priorizado la protección y el servicio a los residentes más vulnerables, incluyendo a los niños.

“Cada pérdida de vida, especialmente la de un niño, es trágica”, señaló. “Nuestros equipos de trabajadores sociales solo pueden tener éxito si cuentan con los recursos y el apoyo adecuados”,
Añadió que, en respuesta “a estas terribles pérdidas”, ha trabajado para garantizar que haya personal y servicios adecuados disponibles para las zonas más afectadas del condado, desde las comunidades del norte del Valle del Antílope hasta los residentes del sur de Los Ángeles y las zonas orientales del Valle de San Gabriel y Pomona.

“Mantengo mi compromiso con la misión del condado de proteger a nuestros jóvenes vulnerables y seguiré impulsando políticas y fondos para apoyar este esfuerzo”, concluyó la presidenta pro tempore del condado de Los Ángeles.

Como reacción a la aprobación d ellos $20 millones del acuerdo, el Departamento de Servicios para Niños y Familias del condado enfatizó que “El DFCS espera que la resolución traiga un sentido de paz a la familia de Noah”.

“Su muerte y otras tragedias de niños revelan la complejidad del trabajo del cuidado de los niños, que a menudo involucran a la sanación de las familias de asuntos generacionales de trauma, salud mental no tratada, violencia doméstica y uso de drogas, entre otros profundos retos personales”.

Al mismo tiempo, el DFCS dio a conocer que está comprometido a aprender del pasado, mejorando su trabajo y operar con transparencia.

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