ICE deportó a inmigrante mexicano que vendía hotdogs en EE.UU. y eran considerados virales
La mujer denunció que, a pesar de tener años de trabajo y permanencia en el país, los denunciaron para posteriormente detenerlos y deportarlos

Las acciones de ICE contra los inmigrantes se han incrementado en el segundo mandato de Trump. Crédito: AP
La vida de María Alcaraz y su esposo Carlos, una pareja mexicana que se instaló en el valle de Coachella, California, cambió de forma drástica. Tras años de esfuerzo y reconocimiento por su negocio de “hotdogs virales”, fueron reportados al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), lo que derivó en la deportación de María y la detención de su esposo.
En un video difundido en TikTok, la mujer relató cómo fueron denunciados luego de años de trabajo y permanencia en Estados Unidos. “Nos reportaron con los cazarecompensas”, explicó. Según su testimonio, no fueron agentes del ICE quienes los arrestaron, sino personas contratadas para localizar a inmigrantes indocumentados, una práctica que la sorprendió aún más al descubrir que muchos de ellos también eran latinos.
“Eran latinos, igual que nosotros”, lamentó, señalando la ironía y el dolor de haber sido perseguidos por personas con las que compartía origen. Aun así, dijo entender que “estaban haciendo su trabajo”, aunque reconoció que el proceso fue profundamente angustiante para su familia.

Mientras su esposo Carlos permanecía detenido bajo custodia del ICE, María vivió días de miedo y encierro junto a sus hijos. “Me encerré en casa porque tenía miedo de que vinieran por mí. Habían ido a buscarme y me amenazaron con quitarme a mis hijos”, contó con evidente dolor.
Durante ese tiempo, buscó ayuda legal con la esperanza de encontrar una salida. “Fui con abogados porque escuché que podíamos legalizarnos por medio de Carlitos, ya que tiene autismo”, explicó. Sin embargo, las respuestas no fueron alentadoras: “Desgraciadamente, los abogados no nos dieron mucha esperanza”.
El temor a perder a sus hijos y la presión constante terminaron por definir su destino. “Cambió la vida de la noche a la mañana”, confesó María. Aunque sabía que vivir sin papeles en Estados Unidos implicaba riesgos, nunca imaginó que el desenlace sería tan abrupto.
Un regreso forzado a Mexicali
Deportada, María regresó a Mexicali, su ciudad natal, acompañada por sus hijos. Allí fue recibida por su familia, que la ayudó a estabilizarse. “Gracias a Dios, mi familia está aquí. Llegué a casa de mi hermano y al día siguiente ya tenía un lugar donde vivir”, relató.

A pesar de la tristeza, la joven destacó el apoyo incondicional de sus seres queridos. “Es un trago amargo, pero mi mamá jamás me soltó la mano”, afirmó emocionada. Su prioridad fue garantizar la seguridad y bienestar de sus hijos mientras esperaba noticias de su esposo.
Desde México, María intenta adaptarse a una nueva rutina mientras aguarda la llegada de Carlos, quien continúa detenido. “Lo extraño demasiado, solo hablamos por teléfono”, contó. Aunque extraña su hogar y el negocio que construyeron en California, prefiere mirar hacia adelante.
“Este es un nuevo capítulo y tengo fe de que nos irá mejor”, expresó. Convencida de que podrán volver a empezar, trabaja en establecer un hogar estable para el día en que su “mariachi”, como llama con cariño a su esposo, regrese y puedan reencontrarse.