Movilización popular para derrotar al fascista de Trump
Esta última embestida Trumpista va contra todo el pueblo estadounidense

Miles se oponen a las políticas del presidente Trump. Crédito: AP
El megalómano y fascista Trump tiene dividido al país como no ocurría desde la guerra civil. La hoguera de la descomposición la lubrica con odio, racismo, sectarismo y antihumanismo.
El país bajo su mando guarda cada vez más una analogía con la Alemania de Hitler y la Italia de Benito Mussolini, ya que carga, sobre todo, contra opositores, clase trabajadora y migrantes de rostro latino. Este trauma histórico llama a la reflexión profunda para que estos sectores, a los que el republicano declaró la guerra, se unan para la liberación de esta nación, otrora llamada Faro de la Democracia, convertida en una atroz tiniebla de lo más execrable de la especie humana.
Prominentes lideres locales, estatales, regionales e internacionales han señalado con índice de fuego el profundo peligro que representa Trump a la Unión Americana y el mundo.
Veamos: En los primeros ocho meses y medio de la presente administración, con Kristie Noem como secretaria de Seguridad Nacional, y Tom Homan, en su calidad de zar de la frontera, 17 indocumentados perdieron la vida, 14 estando bajo la custodia del Departamento de Inmigración (ICE) y tres durante redadas migratorias y arrestos.
Todavía no se han publicado los números oficiales de cuántos inmigrantes indocumentados, quienes intentaron cruzar la frontera de México a EEUU, perdieron sus vidas durante el actual año fiscal (2024-2025) pero nos podemos dar una idea más o menos clara si tomamos en cuenta las cifras oficiales más recientes (2022-2023) que nos indican que 895 personas que cruzaron la frontera México/EEUU perecieron en el intento.
Además, desde que Trump asumió la presidencia, han sido deportados 400,000 indocumentados, de acuerdo a cifras oficiales del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Amplios sectores del pueblo estadounidense y del mundo, han presenciado la forma violenta, indiscriminada, racista e ilegal como las fuerzas federales arrestan, encarcelan, y deportan a estos trabajadores.
No nos cabe la menor duda que todo lo anterior fue razón importante para que el Papa León XIV declarara el pasado primero de octubre que personas que apoyan el “trato inhumano a los inmigrantes en los Estados Unidos” no pueden estar a “favor de la vida”.
Al día de hoy, el presidente Donald Trump ha ordenado y desplegado tropas militares a las ciudades de Los Ángeles, Washington, DC, Chicago, Memphis y Portland. etras ciudades que enfrentan crecientes amenazas de ser blancos para amplificar el envío de miembros del ejército son Nueva York, Baltimore, Nueva Orleans y Oakland. Casi todas estas urbes son gobernadas por demócratas.
En medio de esta crisis político-social, en días pasados, el Secretario del Departamento de Guerra, Pete Hegseth, convocó a una reunión urgente a todos los altos mando de todas las fuerzas armadas de la nación, infantería, navales, aéreas, cuerpo de marines, guardia costera, guardia nacional y fuerzas espaciales. El evento se celebró en Quantico, Virginia, y fue aprovechada por Trump para inculcar a los lideres militares la idea de que las grandes ciudades estadounidenses podrían servir como “campos de entrenamiento” para las tropas.
Acto seguido, insultó al Gobernador del Estado de Illinois, JB Pritzker, catalogándolo de incompetente. La respuesta del mandatario estatal no se hizo esperar y llamó a que se invoque la vigésima quinta enmienda constitucional para remover a Trump de su cargo. Este trascendente llamado ya logró que otros demócratas prominentes afirmaran que el presidente no es apto para el cargo, que su salud cognitiva está en declive y que su reciente discurso a líderes militares prácticamente respaldó la idea de que tropas en servicio activo combatan contra civiles en ciudades estadounidenses.
La ofensiva política de Trump en contra de todo aquel que no sea republicano y lo apoye de forma “absoluta” crece y se acentúa.
Bajo intensa presión presidencial, el Departamento de Justicia de Estados Unidos archivó una acusación penal contra el exdirector del FBI, James Commy, a la que pronto seguirán otras acusaciones similares contra el exdirector de la CIA, John Brennan, y el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, entre otros.
Queda clarísimo que esta última embestida Trumpista va contra todo el pueblo estadounidense, independientemente de su raza, credo, género o afiliación política. Como ya podemos ver, no importa si se pertenece o se ha pertenecido a alguna de las instituciones gobernantes de la nación.
Lo que la administración de Donald Trump le hace a la inmensa mayoría del pueblo estadounidense no sólo es repugnante sino sumamente peligroso. Ya no nos cabe la menor duda, hemos caído presa de un régimen fascista que avanza rápidamente. Estamos convencidos de que sólo la movilización política de millones de personas decentes de nuestra gran nación puede detener y acabar con este movimiento fascista, que representa una amenaza existencial para nuestra democracia tal como la conocemos.
El fascismo ya no es una amenaza inminente. Ya está aquí. Por eso, a partir del 5 de noviembre, en el primer aniversario de la elección de Trump, la coalición Rechazar el Fascismo ha llamado a la gente decente de este país a inundar Washington D. C., sede de nuestro gobierno nacional, con millones de mujeres y hombres para comenzar el proceso de detener y expulsar del poder al régimen fascista y racista de Trump.
Créanos cuando afirmamos que aún podemos evitar la consolidación del régimen fascista de Trump. Somos conscientes que una buena representación de Los Ángeles viajará a Washington, D. C. para formar parte del movimiento de masas que busca remover pacíficamente al régimen fascista de Trump (MAGA).
Nosotros también nos haremos presentes en la sede de nuestro gobierno nacional y animamos a todas y a todos los miembros de nuestro liderato político latino a que nos acompañen allí mientras aún haya una oportunidad de derrotar al gobierno fascista de Trump (MAGA). Unámonos todos, organicémonos y movilicémonos para estar presentes todos unidos en Washington D. C. antes de que sea demasiado tarde.
(*) Juan José Gutiérrez es director ejecutivo de la Coalición por los Derechos Plenos para los Inmigrantes. Alfonso Morales, es un reconocido abogado de inmigración y miembro de la junta educativa de Lynwood, California.