Ian Watkins, exvocalista de Lostprophets, muere apuñalado en prisión
Ian Watkins, quien estaba en la prisión de máxima seguridad HMP en Reino Unido, era culpable de una serie de crímenes sexuales, incluyendo pedofilia

Ian Watkins fue condenado en el 2013 a 35 años de prisión. Crédito: Joel Ryan, File | AP
Ian Watkins, el excantante de la banda Lostprophets condenado por delitos sexuales contra niños, falleció tras ser apuñalado en la prisión de máxima seguridad HMP Wakefield, en el Reino Unido. El incidente ocurrió el pasado sábado por la mañana, según confirmaron fuentes a la agencia de noticias PA.
Watkins, de 48 años, cumplía una sentencia de 29 años de prisión, más seis adicionales en libertad condicional, impuesta en 2013 tras declararse culpable de una serie de crímenes sexuales de extrema gravedad.
Entre los cargos se encontraban la posesión de material de abuso infantil y el intento de violación de un bebé. En su momento, el juez del tribunal de la Corona de Cardiff describió los actos de Watkins como algo que “tocó nuevas profundidades de depravación”.
La policía de West Yorkshire se presentó en el centro penitenciario después de que el personal de la prisión alertara del ataque alrededor de las 9:39 am. Los servicios de emergencia acudieron al lugar, pero Watkins fue declarado muerto poco después. Actualmente, los detectives del equipo de homicidios e investigaciones mayores se encargan de la investigación, que permanece en curso.
Antecedentes de violencia en prisión
Este no era el primer ataque que sufría Watkins en la misma cárcel, de acuerdo a la información reseñada por la agencia EFE. En 2023, el exvocalista ya había sido apuñalado y tomado como rehén durante seis horas por tres reclusos, aunque en esa ocasión solo sufrió heridas leves.
Además, en 2019 fue sorprendido con un teléfono móvil en su celda, y durante una vista judicial llegó a declarar que estaba recluido junto a “asesinos, violadores, pederastas, asesinos en serie, lo peor de lo peor”.
La muerte de Ian Watkins pone un punto final abrupto a la condena de 29 años que cumplía desde 2013, marcada por la naturaleza especialmente repulsiva de sus crímenes. Su arresto original se produjo en 2012, después de que la policía ejecutara una orden de registro por drogas en su domicilio y encontrara en sus dispositivos electrónicos evidencias de abuso infantil.
La investigación sobre su homicidio continúa abierta mientras las autoridades penitenciarias y policiales intentan esclarecer los detalles de lo sucedido en una de las prisiones de máxima seguridad más conocidas del Reino Unido.
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