window._taboola = window._taboola || []; var taboola_id = 'mycodeimpremedia-laopinion'; _taboola.push({article:'auto'}); !function (e, f, u, i) { if (!document.getElementById(i)){ e.async = 1; e.src = u; e.id = i; f.parentNode.insertBefore(e, f); } }(document.createElement('script'), document.getElementsByTagName('script')[0], '//cdn.taboola.com/libtrc/'+ taboola_id +'/loader.js', 'tb_loader_script'); if(window.performance && typeof window.performance.mark == 'function') {window.performance.mark('tbl_ic');}

Juramentan a nuevos policías en L.A.

Se gradúan 23 latinos de un total de 27 candidatos; 52% de hispanos componen el LAPD  

Una nueva generación de policías.

Una nueva generación de policías. Crédito: Fotos: Jorge Luis Macías | Impremedia

A causa de los exigentes estudios y la demanda de mantener una excelente fortaleza mental, Ana Reyes y Rigoberto Arévalo estuvieron a punto de rendirse, pero al final superaron todos los obstáculos y fueron parte de la ceremonia de graduación de los nuevos 27 oficiales del Departamento de Policia de Los Ángeles (LAPD). 

La Academia de Policía de Los Ángeles graduó a 24 hombres y tres mujeres de la Clase 5-25: 23 hispanos, dos caucásicos y un coreano. Ellos completaron 904 horas de capacitación a lo largo de 24 semanas.  

Además del LAPD, en Elysian Park se graduaron dos oficiales de la Policía del Aeropuerto de Los Ángeles y un oficial de la Policía Portuaria de Los Ángeles. 

El capitán James Wang. comandante asistente de la División de Entrenamiento y el subjefe Dominic Choi, enfatizaron la importancia de la confianza, el profesionalismo y el servicio comunitario que deben mostrar los graduados.  

Eduardo Godoy, el presidente de la generación, dijo en su discurso que la Academia de Policía los puso a prueba en todos los sentidos: mental, física y emocionalmente, y que fue el aliento de las familias lo que impulsó a todos a seguir adelante.  

“Nos acompañaron durante largas noches de estudio, de músculos doloridos, dudas y momentos en que el peso de esta carrera se sentía abrumador”, declaró. “Su fe en nosotros significa más de lo que podríamos explicar”. 

El nuevo policia subrayó que confianza es la base de la profesión de policia, y, sin ella, una placa es solo metal y un uniforme es solo tela.  

“Pero con la confianza, la placa y el uniforme se convierten en una promesa de respuesta cuando el público llama, si está en peligro”, afirmó. “Nos interpondremos entre ellos y el daño, y cuando la justicia se vea amenazada, la protegeremos”. 

Añadió que la confianza no se da, sino que se gana con acciones, constancia y servicio 

“Se gana, no solo una vez, sino una y otra vez. Cada día, afirmó, la siguiente generación de oficiales asume esa responsabilidad.  No como una carga, sino como un honor”. 

Dos madres y una hija 

“Quería rendirme, pero mi sueño de ser policía se ha cumplido”, dijo Ana Reyes, de 21 años. “Ahora, con la preparación que obtuve espero ganar la confianza de la gente a la que voy a servir”. 

Mónica Rodríguez, de 50 años, originaria de la Ciudad de México, y su esposo Rafael Rodríguez, de Zacatecas, celebraron la graduación de su “hija adoptiva”, Ana Reyes, a quien su hijo, Tristán Zapata le entregó un ramo de flores. 

Ana fue descrita como una mujer valiente y humanitaria, que superó múltiples dificultades.  

“Ella planea prestar un servicio de humanidad y entender las necesidades de la comunidad”, dijo la señora Rodríguez, mientras que su esposo destacó la importancia de la recién graduada ante la nueva perspectiva en la policía para mejorar las relaciones con la comunidad latina y los inmigrantes. “Ella está lleva de valentía y determinación”. 

Y, entre besos y abrazos, Silvia Reyes y Juan García, padres biológicos de Ana, no pudieron contener las lágrimas de felicidad por la meta alcanzada por su hija. 

“Ella es nuestro orgullo”, dijo la señora Reyes, quien espera que su hija preste un servicio de humanidad a la sociedad, más allá de su rol como policía, entendiendo y atendiendo las necesidades de la comunidad. 

Inspirado en su padrino 

Rigoberto Arévalo y su esposa Luisa García, ambos originario de Tingüindín, Michoacán, y más de una docena de familiares no cabían de felicidad en Elysian Park, a donde acudieron a ser testigos de la graduación como policia de Rigoberto Arévalo, Jr. 

“Mi hijo es un hombre trabajador enfocado. Nada problemático”, definió el padre. “Ha sabido lo que quiere hacer, y aunque ha tenido sus bajas, empezó a trabajar y ha estado superándose”. 

“Él es uno de los mejores niños que tengo”, opinó la madre. “Se hizo papá muy joven. Creo que hasta hoy ha sido responsable”. 

En efecto, Rigoberto Jr. es padre de la pequeña Thalía, de dos años, cuya madre, Crystal Nava, acudió a la graduación. 

La carrera de Rigoberto fue inspirada en la figura de su padrino, Rubén Zaragoza, quien ha trabajado durante 16 años en la Estación Hollenbeck del LAPD. 

“Rigoberto me hacía preguntas sobre el proceso de entrada a la academia y yo le daba consejos. Fue aceptado y le estuve apoyando durante su formación”, dijo Zaragoza. “La academia es muy rigurosa, pero siempre lo animé a nunca rendirse. Yo le decía, esto es algo que va a cambiar para bien tu vida”. 

El veterano del LAPD consideró que, aunque la mayoría de los nuevos graduados representan un amplio porcentaje, lo que embellece al departamento es la diversidad étnica de su fuerza laboral. 

“Es un orgullo ver a tantos hispanos, pero a la misma vez tanta diversidad”, enfatizó. 

Rigoberto, por su parte, destacó que durante la capacitación se le hizo difícil mantener la concentración y el estrés debido a carga académica y prácticas. 

“Sí, Hubo momentos en que quería rendirme, pero logré superarlo todo”, declaró, tras la ceremonia de entrega de diplomas, por parte del jefe asistente del LAPD, Dominic Choi. 

Finalizada la ceremonia de graduación, además de Rigoberto Arévalo Jr., quien no cabía de felicidad era su abuelita Guadalupe, quien había preparado una birria al estilo Michoacán para festejar a su nieto. 

Fuerza laboral, reclutamiento y compromiso 

Desde 2024, el LAPD está compuesto aproximadamente por un 52% de hispanos juramentados (5,524: 41% hombres y 11% mujeres). Este porcentaje es mayor que el de los residentes de la ciudad de Los Ángeles que se identifican como hispanos. 

Mientras, la representación de oficiales afroamericanos se ha reducido a aproximadamente el 8% (apenas 700). El cuerpo policial ha experimentado un cambio demográfico significativo en las últimas décadas y los oficiales caucásicos comprenden entre el 20% y 25% de la fuerza laboral del LAPD. Las estadísticas oficiales del año 2025 aún no están disponibles. 

En septiembre, la alcaldesa Karen Bass emitió una orden ejecutiva para modernizar el proceso de contratación de oficiales para hacer crecer el Departamento de Policía de Los Ángeles, la ciudad más grande geográficamente en los Estados Unidos con 550 millas cuadradas, y la segunda más grande en población, con de 3.8 millones de personas.  

Sin embargo, el LAPD actualmente tiene alrededor de 8,700 oficiales: dos por cada 1,000 residentes. 

En comparación, la ciudad de Nueva York tiene 36,000 policías juramentados; alrededor de cuatro oficiales por cada 1,000 neoyorquinos.  

“Debemos contar con suficientes oficiales para garantizar la seguridad de los angelinos de forma eficaz y sostenible en los próximos años, especialmente durante la celebración de importantes eventos como la Copa Mundial de la FIFA 2026 y los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2028, que recibirán a millones de visitantes en nuestros vecindarios”, dijo la alcaldesa Bass. 

Para abordar los desafíos de contratación y retención el último contrato policial, -ratificado en otoño de 2023-, aumenta el salario inicial de los agentes en aproximadamente un 13%, con aumentos anuales garantizados del 3% durante cuatro años. Los salarios iniciales del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) superan ahora los 86,000 dólares de Pasadena, Long Beach y Burbank, pero aún inferiores a los de Beverly Hills y Santa Mónica. 

En esta nota

Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD)
Contenido Patrocinado