Madres latinas en Los Ángeles lloran la deportación de sus seres queridos
El esposo de María Gaytán fue repatriado a México y la hija mayor de Magda Samayoa fue enviada a Guatemala
Las madres no pueden ocultar el dolor tras la deportación de sus seres queridos. Crédito: Fotos: Jorge Luis Macías | Impremedia
María Gaytán es madre de cinco hijos y Magda Samayoa de tres mujercitas. Ellas han quedado a la deriva después que sus seres queridos que representaban una ayuda importante en el sustento familiar fueron deportados y continúan sus vidas viviendo con miedo.
Tras haber caído en las garras de las crueles redadas de inmigración, Calixto Sebastián, el esposo de María Gaytán fue deportado a México el miércoles, después de haber acordado firmar su salida voluntaria de Estado Unidos.
En el caso de Alejandra Aracely Anleu Samayoa, una fisioterapeuta de 23 años e hija mayor de Magda Samayoa, la chica tuvo que soportar tres meses de vivir una pesadilla en el Centro de Detención de Inmigración en Adelanto, California. Una fiscal federal quería realizar con ella una deportación expedita
Ambas mujeres rindieron su testimonio ante el pleno del Concejo de la ciudad de Los Ángeles, donde los funcionarios se solidarizaron con sus tragedias personales, aunque ellas esperan que se les brinde ayuda especifica porque están pasando penurias económicas para el pago del alquiler donde viven.
Además, tanto María como Magda se quedaron sin dinero, después de invertir lo poco que tenían en el pago de abogados que no pudieron hacer nada para evitar las deportaciones de Calixto y Alejandra.
“Hace unos meses, el esposo de María Gaitán, madre y ciudadana residente de Glassell Park fue secuestrado por ICE”, dijo el concejal Hugo Soto Martínez, representante del Distrito 13 de Los Ángeles.
“Ahora, María tiene dificultades para pagar el alquiler, administrar todo en casa e incluso cubrir las necesidades básicas, como comprar alimentos”, agregó. “María ha vivido con miedo desde que el gobierno federal separó a su familia”.

Respecto a Magda Samayoa, originaria de Guatemala, Soto Martínez dio a conocer que la hija mayor de ella “fue secuestrada por ICE en el Home Depot de mi distrito”, el 30 de junio.
“Ella ha tenido que aguantar la carga insoportable de seguir adelante con su vida mientras su hija le ha sido arrebatada”, expresó el concejal. “No puedo ni imaginar el dolor que debe sentir ahora mismo”.
Maquinaria de deportados
El miércoles, el zar fronterizo del presidente Donald Trump, Tom Homan, declaró que la administración prevé la deportación de 600,000 inmigrantes este año.
Homan afirmó que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos está en camino de alcanzar esa cifra, tras un aumento repentino en los arrestos de presuntos inmigrantes indocumentados.
Y, de acuerdo con TRAC Reports, de la Universidad de Syracuse, hasta septiembre, aproximadamente 60,000 inmigrantes se encontraban retenidos en centros de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Estados Unidos. Esta cifra podría fluctuar, pero datos recientes reflejan un aumento significativo desde finales de 2024.
Sola y con cinco hijos
María Gaytán, originaria de Guanajuato, México, relató la detención y deportación de su esposo Calixto Sebastián, la mañana del 6 de agosto en Norwalk.
Calixto, de 45 años, fue detenido mientras trabajaba, se dirigía a reparar el techo de una casa. Fue detenido por unos seis individuos enmascarados que nunca se identificaron como agentes de inmigración. El miércoles, el hombre firmó su salida voluntaria de este país, para evitar ser deportado nuevamente.
María y sus cinco hijos, todos nacidos en Estados Unidos, enfrentan dificultades económicas y emocionales.
“Hemos recibido apoyo de la comunidad a través del grupo “Juntos Family Park”, dijo María, a La Opinión. De hecho, para olvidarse un poco de la pena y tristeza por la deportación de su esposo, el viernes ayudó a repartir frutas y legumbres a familias necesitadas de Glassell Park.
María intento buscar ayuda legal, pero le fue rechazada debido a un anterior arresto de su esposo, por ingresar sin documentos legales a Estados Unidos. Actualmente, la familia ha creado una cuenta de GoFundMe para recaudar fondos.
“Mi hijo Kevin Sebastián, [de 21 años], vio a su padre en el centro de detención con una camisa rota”, lo que sugiere que Calixto fue golpeado por los presuntos agentes migratorios.
Calixto, quien llegó a Estados Unidos por primera vez en 1990, intentó regularizar su estatus migratorio a través de su exesposa, pero el proceso fracasó debido al divorcio y la falta de documentación que verificara que había recibido un beneficio a través la solicitud de registro de residencia permanente o ajuste de estatus, para solicitarlo según la Sección 245(i) de la oficina del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS).
María dijo que la deportación de Calixto le ha afectado profundamente y a sus hijos, especialmente a los más pequeños, Ronaldo Sebastián (14 años) y Joshua (16 años).
“Me siento frustrada y desesperada por la situación”, manifestó. “Los inmigrantes no tenemos voz ni voto y al presidente [Donald Trump] no le importa separar a las familias”.
Por lo pronto, sus hijos mayores, Jason y Gabriel Sebastián, de 21 y 20 años, respectivamente han asumido el rol de lideres de la casa. El primero trabaja en una panadería Portos y el segundo en la construcción.
“Ellos siempre han sido responsables, porque eso les ha enseñado su papá.
Ya no puede pagar la renta ni las facturas
Magda Samayoa, una madre soltera con tres hijas (Alejandra, Marylin y Allyson), sigue viviendo con temor de salir siquiera a la calle. No tiene paz desde que su hija Alejandra fue detenida por agentes de ICE el 30 de junio mientras vendía comida callejera en el Home Depot, ubicado en el 2055 norte de San Fernando Road y la Calle 26.
Tampoco le consuela nada, porque Alejandra -su hija mayor- era su “brazo derecho” en el trabajo con el cual se han ganado el pan honradamente en Estados Unidos.

“Aquella mañana no pude acompañar a mi hija al trabajo, ya que padezco de artritis”, dijo. “¿Por qué se llevaron a mi hija y no a los verdaderos criminales que hay en las calles? Me arrepiento de haberla enviado a vender ese día”.
Alejandra, quien fue arrestada por un grupo de 10 encapuchados pasó tres meses en detención, sufriendo maltratos y falta de atención médica, según informó su madre.
“La tuve que mandar a terapia psicológica porque ella llegó mal allá a mi país [Guatemala] toda demacrada; en el avión llevaban esposados a todos”, dijo. “En Adelanto les negaban las llamadas. No les daban comida, No les daban agua y tenían que agarrar de la llave”.
“Si se enfermaban a ellos no les daban ningún medicamento. Ella se me enfermó del estómago, padeció de gripe y dice que no les hacían ni caso. Y cuando otras mujeres se peleaban, a todas las castigaban y ella me llamaba a mí llorando decía: ‘Mami, yo tengo hambre porque no nos dieron de comer hoy, porque las demás se pelearon y nos castigaron y nos encerraron’, Mire, que cuando ella me decía eso, ¡ay, mi cómo me dolía mi corazón”.
Alejandra pesaba 130 libras y cuando la deportaron [el 26 de septiembre] había perdido 20 libras. Ella vive en Guatemala con una sobrina de su madre.
Magda Samayoa comentó que, en la nueva realidad que vive, las facturas se le han acumulado y debe al menos unos $3,000 en pagos de electricidad, aunque desconoce hasta cuándo podrá pagar los $3,000 de alquiler mensual.
Por ello, ha apelado a la generosidad de los residentes angelinos mediante la apertura de una cuenta en GoFundMe.
Tanto María Gaytán como Magda Samayoa participan en el grupo de padres voluntarios de Juntos Family Park, quienes han estado ayudando a las familias con alimentos desde el inicio de la pandemia, al lado de Pilar Quispe.
“Desgraciadamente el ICE agarró a sus familiares y, por lo tanto, todo el equipo estamos tratando de ayudarlas de un modo u otro; tratando de conseguirles el mayor apoyo que se pueda puesto que, como se dice, se quedaron sin un brazo”, declaró Pilar Quispe.
Para donar a la casa de Magda Samayoa visita https://gofund.me/5e4d943a9