Una colección de 1,300 autos será subastada en EE.UU.
Una impresionante colección de más de 1,300 autos, reunida durante décadas por el empresario Greg Rusk en Alabama, será subastada por Broad Arrow Auctions
El Jaguar Type 00 es el modelo a seguir. Crédito: Jaguar. Crédito: Cortesía
En el corazón de Alabama, un almacén olvidado se convirtió en un verdadero tesoro automotriz. Durante años, miles de personas pasaron frente a las instalaciones de Rusken Packaging, una empresa familiar dedicada a fabricar cartones, sin imaginar que en su interior se escondía una de las colecciones de autos más sorprendentes de Estados Unidos.
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Su propietario, Greg Rusk, no es un coleccionista común. A diferencia de los multimillonarios que adquieren Ferraris, Lamborghinis o Porsches de edición limitada, Rusk reunió más de 1,300 vehículos de todo tipo: camionetas, sedanes, autos antiguos y algunos clásicos modestos.
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Lo que nació como un gesto de empatía, terminó convirtiéndose en una de las acumulaciones de autos más grandes y peculiares del país.
La historia detrás de “La Generosa”
La colección, bautizada como “La Generosa”, no surgió de la pasión por el automovilismo, sino de un profundo sentido de ayuda. En su ciudad natal, Rusk es una figura reconocida no solo por su empresa, sino por su compromiso con la comunidad. Muchas personas acudían a él en busca de apoyo económico para resolver emergencias, pagar tratamientos médicos o cubrir gastos urgentes.
La forma que encontró Rusk para ayudar fue simple: les compraba sus autos. No lo hacía por interés personal, ni para revenderlos, sino para brindar una solución inmediata a quienes lo necesitaban. Con el tiempo, esos vehículos se fueron acumulando en un galpón de su empresa hasta superar los 1,300 autos, aunque ni el propio Rusk tiene un número exacto.
“Para mí, nunca fue una colección”, ha reconocido el empresario. “Solo quise ayudar a las personas de mi comunidad”, añadió.
Ninguno de los autos fue conducido por él. Simplemente, los compraba, los guardaba y continuaba con su vida. Esa generosidad —literalmente materializada en autos— dio nombre a la colección que hoy se prepara para ser subastada.
De la bodega al martillo: una subasta sin precedentes
La reconocida casa Broad Arrow Auctions será la encargada de poner a la venta esta gigantesca flota de vehículos. La subasta ha sido titulada oficialmente como “The Generous Collection” (“La Colección Generosa”), en honor a la historia detrás de su creación.
El evento se realizará en varias fases, comenzando con un primer lote de 236 autos de distintos modelos y condiciones. Las subastas serán individuales, lo que significa que los interesados podrán adquirir vehículos específicos a precios muy variados. Algunos podrían venderse por sumas simbólicas, mientras que otros, por su rareza o estado de conservación, podrían alcanzar cifras más altas.

Lo más interesante es que no se trata de una subasta exclusiva para coleccionistas millonarios. Por el contrario, muchos de los autos están en condiciones modestas o son modelos comunes, lo que abre la posibilidad de encontrar verdaderas oportunidades para quienes buscan restaurar, revender o simplemente conservar una pieza con historia.
Tesoros escondidos entre autos cotidianos
Aunque la mayoría de los vehículos son de uso cotidiano, la colección también alberga joyas que llaman la atención de los aficionados. Entre los más destacados se encuentra un Jaguar XK120, considerado uno de los deportivos británicos más elegantes de su época y posiblemente el ejemplar más codiciado del conjunto.
También aparecen dos Mazda RX-7 de segunda generación, un Pontiac Firebird Trans Am WS6 de 1998 y varios Firebirds de diferentes años. Otros modelos con encanto clásico incluyen un Rambler Metropolitan convertible de 1960 y un Ford Galaxie 500 de 1962, ambos muy apreciados por los restauradores.
La casa subastadora ha informado que los vehículos estarán disponibles tanto de forma presencial como en línea, con la posibilidad de pujar desde cualquier parte del mundo. En total, se espera que los lotes iniciales superen los 200 autos por jornada, convirtiendo este evento en uno de los más extensos y singulares del año.
Un legado de empatía y motores
Lo que hace especial a “La Generosa” no son los modelos en sí, sino la historia que representan. Cada vehículo fue parte de una cadena de ayuda. En lugar de acumular riqueza, Rusk acumuló gestos de solidaridad, transformando su garaje en un símbolo de empatía hacia su comunidad.
La subasta no solo permitirá que los autos encuentren nuevos dueños, sino que también cerrará un ciclo en la vida de Greg Rusk. Muchos habitantes de Alabama recuerdan con gratitud las ocasiones en que el empresario les tendió una mano sin pedir nada a cambio.
Hoy, su legado continúa, pero de una forma distinta: cada vehículo que salga a la venta contará la historia de quien lo necesitó y de quien decidió ayudarlo.
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