¿Es el magnesio tan mágico como lo pintan?: tipos y dosis
La deficiencia de magnesio es relativamente común en las sociedades occidentales, afectando aproximadamente entre 10-30% de la población
Cápsulas de suplemento dietético de magnesio Crédito: Gabriele Paoletti | Shutterstock
El magnesio se ha convertido en uno de los suplementos más populares de los últimos años, promocionado como solución para problemas que van desde el insomnio y la ansiedad hasta los calambres musculares y la fatiga crónica.
Este mineral esencial participa en más de 300 reacciones enzimáticas del cuerpo humano, incluyendo la síntesis de proteínas, la función muscular y nerviosa, el control de la glucosa en sangre y la regulación de la presión arterial. Sin embargo, entre la avalancha de productos y promesas del mercado, surge la pregunta legítima: ¿realmente cumple todas estas expectativas o estamos ante otro caso de exageración del marketing nutricional?
La deficiencia de magnesio es relativamente común en las sociedades occidentales, afectando aproximadamente al 10-30% de la población según diversos estudios, principalmente debido a dietas procesadas pobres en alimentos ricos en este mineral como vegetales de hoja verde, frutos secos, semillas y legumbres.
Déficit de magnesio
Los síntomas de deficiencia pueden incluir fatiga, debilidad muscular, calambres, arritmias cardíacas y problemas de sueño, lo que explica por qué tantas personas reportan mejorías al suplementarse.
No obstante, no todos los suplementos de magnesio son iguales: existen múltiples formas químicas con diferentes tasas de absorción, efectos secundarios y aplicaciones específicas, y entender estas diferencias es crucial para determinar si realmente necesitas suplementarte y, de ser así, cuál elegir y en qué cantidad.
Tipos de magnesio
Citrato de magnesio: Una de las formas más populares y mejor absorbidas (biodisponibilidad del 25-30%). Tiene un efecto laxante suave, por lo que es útil para el estreñimiento ocasional, pero puede causar diarrea en dosis altas. Dosis típica: 200-400 mg al día.
Glicinato de magnesio: Considerado el “estándar de oro” para suplementación general. Está unido al aminoácido glicina, lo que le proporciona excelente absorción y mínimos efectos gastrointestinales. La glicina además tiene propiedades calmantes, haciéndolo ideal para ansiedad, sueño y relajación muscular. Dosis típica: 200-400 mg al día.
Óxido de magnesio: Aunque contiene un alto porcentaje de magnesio elemental (60%), su absorción es pobre (4-5%). Es económico, pero puede causar molestias digestivas. Más útil como laxante ocasional que como suplemento nutricional.
Treonato de magnesio: La forma más reciente y especializada, diseñada específicamente para cruzar la barrera hematoencefálica. Se investiga por sus potenciales beneficios cognitivos, memoria y función cerebral. Es también la más cara. Dosis típica: 1,500-2,000 mg (equivalente a 144 mg de magnesio elemental).
Malato de magnesio: Combinado con ácido málico, involucrado en la producción de energía celular. Popular entre personas con fatiga crónica y fibromialgia. Generalmente bien tolerado. Dosis típica: 300-400 mg al día.
Taurato de magnesio: Unido al aminoácido taurina, con potenciales beneficios cardiovasculares. Buena absorción y bien tolerado, aunque menos estudiado que otras formas.
Cloruro de magnesio: Disponible en forma oral o tópica (aceite de magnesio). La forma tópica puede ayudar con dolores musculares localizados, aunque la evidencia de absorción transdérmica es limitada.
¿Realmente lo necesitas?
Antes de suplementarte, considera:
- Síntomas de deficiencia: calambres frecuentes, párpados temblorosos, fatiga persistente, dificultad para dormir, ansiedad o palpitaciones
- Factores de riesgo: dieta pobre en vegetales y frutos secos, consumo excesivo de alcohol, diabetes tipo 2, enfermedades gastrointestinales, uso de ciertos medicamentos (diuréticos, inhibidores de bomba de protones)
- Análisis de sangre: Los niveles séricos de magnesio no son muy fiables porque solo el 1% del magnesio corporal está en sangre. Un resultado normal no descarta deficiencia
Dosis recomendadas
Requerimientos diarios:
- Hombres adultos: 400-420 mg
- Mujeres adultas: 310-320 mg
- Embarazo: 350-360 mg
- Lactancia: 310-320 mg
La cantidad debe ajustarse a la edad, necesidades y forma de magnesio consumida, consultando con un profesional. Dosis excesivas pueden causar efectos secundarios como diarrea, náuseas o debilidad muscular y deben evitarse en casos de enfermedad renal o interacción con ciertos medicamentos.
Aunque generalmente es poco frecuente, la prevalencia de hipermagnesemia en pacientes hospitalizados puede acercarse a >30%, y similar a la hipomagnesemia. Se ha encontrado que la hipermagnesemia está asociada con una mayor mortalidad y una estancia hospitalaria más prolongada, revelan los Institutos Nacionales de Salud.
¿Es tan mágico como lo pintan?
El magnesio no es una panacea, pero tampoco es simple propaganda. Para personas con deficiencia real o marginal, la suplementación puede producir mejorías genuinas en sueño, ansiedad, función muscular y energía. Sin embargo, si tu dieta es rica en alimentos con magnesio y no presentas síntomas, probablemente no necesites suplementarte.
Este mineral puede ser una herramienta valiosa, pero no sustituye una dieta equilibrada, ejercicio regular, manejo del estrés y sueño adecuado.
También te puede interesar: