window._taboola = window._taboola || []; var taboola_id = 'mycodeimpremedia-laopinion'; _taboola.push({article:'auto'}); !function (e, f, u, i) { if (!document.getElementById(i)){ e.async = 1; e.src = u; e.id = i; f.parentNode.insertBefore(e, f); } }(document.createElement('script'), document.getElementsByTagName('script')[0], '//cdn.taboola.com/libtrc/'+ taboola_id +'/loader.js', 'tb_loader_script'); if(window.performance && typeof window.performance.mark == 'function') {window.performance.mark('tbl_ic');}

¿Estás cansada todo el tiempo hasta sin razón? Esta podría ser la causa

Una de cada tres mujeres presenta deficiencia de hierro, un problema a menudo ignorado en el ámbito médico

¿Estás cansada todo el tiempo hasta sin razón? Esta podría ser la causa

Sin energías todo el día. Crédito: Small365 | Shutterstock

Un gran número de mujeres hoy en día experimenta niveles de agotamiento que van más allá del cansancio habitual. Muchas acuden a grupos de apoyo y médicos buscando respuestas, pero a menudo se les minimizan sus síntomas, atribuyéndolos a factores cotidianos.

Aunque para algunas pueda parecer un misterio, una condición que merma en demasía sus fuerzas, el factor principal puede ser una insuficiencia, la del mineral hierro.

La deficiencia de hierro es una de las principales causas de anemia, que afecta desproporcionadamente a las mujeres en edad reproductiva. La hemorragia menstrual es un factor crucial que contribuye a este problema, y de allí que pierden más este mineral que los hombres.

Investigaciones recientes revelan que una de cada tres mujeres presenta deficiencia de hierro, un problema a menudo ignorado en el ámbito médico. Diagnósticos erróneos y tratamientos insuficientes caracterizan la experiencia de muchas mujeres afectadas.

Según el Servicio Nacional de Salud (NHS) de Gran Bretaña, las mujeres de entre 19 y 49 años necesitan ingerir casi el doble de hierro al día que los hombres para mantenerse sanas.

El medio británico The Guardian cita un estudio reciente realizado en Reino Unido por Randox Health que revela que casi una de cada tres mujeres a clínicas presentaba deficiencia absoluta de hierro; y que, aunque el tratamiento debería ser sencillo, es tan difícil de conseguir que muchas de mujeres se ven obligadas a convivir con síntomas que a veces pueden arruinarles la vida.

Mujeres afectadas

Múltiples testimonios de mujeres recogidos por The Guardian, de quienes han enfrentado fatiga y el diagnóstico erróneo evidencian de que la deficiencia de hierro puede ser debilitante e incluso incapacitante.

Las vivencias de estas mujeres muestran que la falta de tratamiento adecuado afecta no solo su salud física, sino también su bienestar emocional, su capacidad de trabajo y su vida familiar.

Concienciación del problema

La creciente tensión sobre la salud de las mujeres señala la urgencia de abordar la deficiencia de hierro desde un enfoque más empático y bien informado en el sistema de salud.

Expertos sugieren que una detección temprana y un tratamiento eficaz podrían transformar la calidad de vida de muchas mujeres, promoviendo un estilo de vida saludable y equilibrado.

Pruebas para diagnosticar niveles de hierro

Para diagnosticar una deficiencia de hierro se deben realizar varias pruebas de laboratorio que evalúan diferentes aspectos del hierro en el organismo y el estado de los glóbulos rojos. Las principales pruebas recomendadas son:

  • Hemograma completo: mide los niveles de glóbulos rojos, hemoglobina, hematocrito y otros parámetros que pueden indicar anemia y características como microcitosis (glóbulos rojos pequeños) e hipocromía (glóbulos de color pálido) típicas de la deficiencia de hierro.
  • Prueba de hierro sérico: mide la cantidad de hierro circulante en la sangre.
  • Prueba de ferritina sérica: mide la cantidad de hierro almacenado en el cuerpo, siendo la ferritina baja un indicador clave de deficiencia de hierro.
  • Capacidad total de unión al hierro (TIBC): evalúa la capacidad de la transferrina (proteína que transporta el hierro) para unirse al hierro, la cual suele estar aumentada en deficiencia.
  • Prueba de transferrina o receptor soluble de transferrina: ayuda a evaluar cómo se transporta y utiliza el hierro en el cuerpo.
  • Prueba de reticulocitos: para ver si la médula ósea está produciendo glóbulos rojos nuevos adecuadamente.

En conjunto, estas pruebas permiten confirmar la deficiencia de hierro, evaluar la gravedad, y diferenciarla de otros tipos de anemia. Además, el diagnóstico debe complementarse con la anamnesis clínica y el examen físico del paciente. Estas pruebas son las utilizadas habitualmente para confirmar y evaluar la deficiencia de hierro y su impacto en la sangre y tejidos.

Inhibidores de la absorción del hierro

Los principales inhibidores de la absorción del hierro, especialmente del hierro no hemo (que es la forma de hierro presente en alimentos de origen vegetal), incluyen:

  • Fitatos: compuestos presentes en muchos alimentos vegetales como semillas, granos y legumbres, que forman complejos insolubles con el hierro e impiden su absorción en el intestino.
  • Polifenoles y taninos: sustancias presentes en el café, té, vino tinto, algunas frutas, verduras (como espinacas), legumbres y condimentos, que se unen al hierro no hemo formando complejos insolubles y reducen su biodisponibilidad.
  • Oxalatos: presentes en alimentos como remolacha y cacao, que forman sales insolubles con el hierro.
  • Fosfatos y calcio: El calcio y fosfatos en los alimentos pueden inhibir la absorción de hierro al formar compuestos insolubles, aunque el efecto del calcio puede variar según la fuente y condiciones fisiológicas.
  • Algunas proteínas: proteínas de origen animal como caseína, proteínas del suero de leche, y proteínas de la yema del huevo, y de origen vegetal como ciertas fracciones de la proteína de soja, también pueden inhibir la absorción del hierro no hemo.
  • Otros minerales como el zinc pueden interferir en la absorción del hierro cuando están en concentraciones altas y sin alimentos.

En contraste, la absorción del hierro hemo (de origen animal) es menos afectada por estos inhibidores, aunque el calcio puede reducir su absorción de manera significativa. Estas sustancias actúan formando quelatos o complejos insolubles con el hierro en el lumen intestinal, reduciendo la cantidad de hierro disponible para ser absorbido por el organismo.

Mejores fuentes de hierro

Las mejores fuentes de hierro para las mujeres en edad reproductiva son una combinación de alimentos de origen animal y vegetal, que ayudan a mantener niveles adecuados de este mineral, importante para prevenir anemia y apoyar la salud general.

Fuentes de hierro animal (hemo)

El hierro hemo, presente en productos animales, se absorbe con mayor eficacia, aproximadamente un 25%, y es fundamental para la dieta de las mujeres en edad reproductiva.

  • Carnes rojas: res, cerdo y cordero.
  • Aves: pollo, pavo y perdiz.
  • Vísceras: hígado y riñones.
  • Pescado: sardinas, anchoas, atún, langosta, salmón y mariscos en general.
  • Yema de huevo.

Fuentes de hierro vegetal (no hemo)

El hierro no hemo, presente en frutas, verduras y cereales, tiene una menor tasa de absorción, por lo que es recomendable acompañarlo con alimentos ricos en vitamina C para mejorar su absorción.

  • Verduras de hoja verde: espinacas, acelgas, brócoli, col rizada.
  • Legumbres: lentejas, garbanzos, judías y frijoles secos.
  • Frutas: fresas, higos, ciruelas, aguacate, y las frutas cítricas como naranja y limón, que además facilitan la absorción del hierro.
  • Cereales fortificados con hierro y en general, granos enteros.

Recomendaciones adicionales

  • Combinar alimentos ricos en hierro con vitamina C para mejorar su absorción.
  • Incluir varias veces a la semana carnes, aves, pescado y legumbres en las comidas diarias.
  • Cocinar en utensilios de hierro fundido puede incrementar el contenido de hierro en los alimentos.

Estas fuentes y recomendaciones contribuyen a mantener niveles adecuados de hierro en mujeres en edad reproductiva, considerando que sus necesidades pueden aumentar por pérdidas menstruales y embarazo.

También te puede interesar:

En esta nota

Embarazo hierro minerales Mujer Vida saludable
Contenido Patrocinado