Juicio político a diputado migrante de la CDMX por pedir a EEUU que intervenga en México
Raúl de Jesús Torres Guerrero, militante del PAN, fue electo para representar a la comunidad mexicana residente en el exterior
Foto de archivo de Raúl Torres, diputado migrante por el PAN en CDMX. (Cortesía Raúl Torres) Crédito: Facebook @RTchilangoNY | Cortesía
Hace cinco días, mexicanos en ambos lados de la frontera escuchamos atónitos en idioma inglés el siguiente exhorto: “…Y desde el Congreso de la Ciudad de México [hago] un llamado a la comunidad internacional, al parlamento europeo y al Congreso de Estados Unidos para que alcen su voz sobre lo que está sucediendo en México. Desafortunadamente, [Andrés Manuel] López Obrador dejó un narco estado y habemos muchos mexicanos que reclamamos ayuda”.
Quien pronunció este llamado a la intervención militar de EEUU en México con el concurso y apoyo de la comunidad internacional y de las naciones europeas, es Raúl de Jesús Torres Guerrero, un joven diputado local migrante por la Ciudad de México y militante del Partido Acción Nacional (PAN). Cuenta con alrededor de 35 años de edad y cuando rondaba los cinco años, su padre (de origen peruano) y su madre (de origen mexicano) emigraron a la Unión Americana, donde se formó política y académicamente.
El hecho de que un diputado local convoque a una intervención militar extranjera es políticamente gravísimo porque viola toda norma de conducta y ética profesional como corresponde a un servidor público. Pedirle a EEUU que de nuevo invada nuestra patria, ignorando todas las anteriores intervenciones militares de ejércitos españoles, ingleses, franceses y estadounidenses, quienes hace177 años nos arrebataron más de la mitad de nuestro territorio nacional. Es una herida que no cierra.
Repito, este comportamiento no sólo es peligroso porque se hace en un momento en que el presidente Trump insiste en asumir acciones bélicas en contra de México argumentando que serían para abatir a los carteles del crimen organizado que operan en el país y que su administración ha catalogado como terroristas para justificar que en cualquier momento podría llevarse a cabo una invasión del territorio nacional.
En cualquier parte del mundo atentar contra la independencia, la soberanía, la justicia, la democracia y la libertad de un país, como lo hace el diputado Raúl Torres con respecto de México, constituye alta traición. Este fue el caso cuando la Francia Napoleónica impuso como emperador a Maximiliano de Hamburgo, contando con la venia de los conservadores mexicanos. Hay que recordar al diputado local migrante que la Carta Magna precisa que la traición a la patria se condena hasta con 40 años de cárcel ya que este delito es uno de los más serios contra la seguridad nacional.
Además, es inadmisible que el panista se haya aprovechado de la máxima tribuna legislativa del Poder Legislativo de la capital mexicana para hacer juicios lapidarios irresponsables a quien a mi juicio es el mejor Presidente de la República del México contemporáneo, el licenciado Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Es condenable por deshonesta su aseveración que el ex mandatario nos legó a los mexicanos un “narcoestado”. Además, arremete irresponsablemente contra la presidenta Claudia Sheinbaum, quien actualmente tiene arriba del 70% de aprobación de los mexicanos.
Es una vergüenza para los mexicanos, pero especialmente para los que residimos y trabajamos en EEUU, tener representantes populares con el cinismo que caracteriza a los panistas, que por sus corruptelas y clara orientación desnacionalizada han sido causantes -en buena medida – del quebranto nacional, por su asociación con el crimen organizado, con barones de la droga, con el capital nacional y transnacional para saquear al país, por su corrupción sin límites, por su racismo y clasismo. Los gobiernos de Fox y Calderón despojaron al pueblo de derechos y satisfactores que en estricta justicia merecía.
Por eso, no es de extrañar que en México haya sujetos con tal magnitud de cinismo que se engañan a sí mismo, como el diputado local migrante Torres Guerrero, cuya política entreguista es condenada por un pueblo mexicano patriota, nacionalista, que ha sufrido en carne propia las consecuencias de las invasiones sufridas por la nación.
Cabe resaltar que México es el país más invadido del mundo y para darnos un panorama preciso de lo que han significado esas incursiones extranjeras en suelo patrio, hay que visitar el Museo de las Intervenciones en la Ciudad de México. Conservadores mexicanos siempre han visto con buenos ojos que invasores extranjeros ultrajen al pueblo y suelo patrio y mancillen la bandera tricolor. Ese diputado panista de marras estaría de plácemes si en el asta bandera monumental del Zócalo de la capital mexicana ondeara el pendón de la barra y las estrellas.
Además, este hecho antipatriótico ocurre en el marco de una andanada conservadora, de priistas y panistas contra del gobierno de la Cuarta Transformación. Así tenemos la llamada marcha de la Generación Z, las manifestaciones de productores del campo y transportistas, que ocurren una tras otra. Son expresiones que trascienden los límites de la libertad de expresión y se inscriben en violencia, en provocación, en serias afectaciones a los ciudadanos, a la economía. Con estas acciones que se insertan en lo que los teóricos consideran un intento de golpe de estado blando, con miras a desestabilizar y sacar del poder a Morena y aliados, pero no lo lograrán porque el Partido tienen de su lado a la enorme mayoría del consciente pueblo mexicano.
Por ello, entre ciudadanas y ciudadanos mexicanos residentes en el exterior, hemos iniciado la recolección de firmas demandando al Congreso de la Ciudad de México que emprenda un juicio político para remover de su cargo a este legislador migrante al que consideramos un traidor a la patria. Ante el amago contra México de un ultraderechista como Trump y sus aliados mexicanos conservadores, del PRI y del PAN, los progresistas mexicanos dentro y fuera del territorio nacional, debemos cerrar filas y rechazar a los enemigos de nuestra patria, nuestro pueblo y nuestros principios emanados de lo mejor de las luchas de nuestros próceres, contenidos en la Cuarta Transformación.
Que quede claro: las y los mexicanos que residimos en EEUU estamos con México, con su pueblo y con la Cuarta Transformación. Hay que admitir, también, que entre los migrantes hay un puñado de conservadores con el ADN panista y priista a quienes ya devoró la historia.
Los migrantes mexicanos somos un activo fundamental del gobierno de la República y de nuestro pueblo. Por eso queremos ser mejor escuchados y tomados en cuenta porque tenemos mucho que aportar en estas horas difíciles y en todo momento. Cuenten con nosotros. Un abrazo de paisano a paisanas y paisanos.
*Juan José Gutiérrez es el director ejecutivo de la Colicion Derechos Plenos Para Los Inmigrantes.