Hombres con “barriga cervecera” corren más riesgo de sufrir enfermedades cardíacas
Los investigadores parten de la idea de que la distribución de la grasa, y no solo el peso total, influye significativamente en los daños cardíacos
Hombre con sobrepeso a causa de la alta ingesta de cerveza. Crédito: SrideeStudio | Shutterstock
Investigadores en Alemania han demostrado que los hombres con depósitos de grasa abdominal presentan signos tempranos de daño cardíaco, independientemente de su peso total. Los médicos partieron de la idea de que la distribución de la grasa, y no solo el peso total, influye significativamente en las enfermedades cardíacas.
El estudio utilizó la relación cintura-cadera en lugar del índice de masa corporal (IMC) como métrica predominante. Este enfoque revela la distribución de la grasa abdominal, que se asocia con inflamación y estrés en los órganos.
Los resultados mostraron que el efecto de la obesidad abdominal era significativamente más fuerte en hombres que en mujeres. Esto sugiere que la acumulación de grasa en el abdomen podría ser un factor clave en el desarrollo de enfermedades cardíacas en los hombres, particularmente a medida que envejecen.
Cambios estructurales en el corazón
Los resultados de la investigación fueron presentados en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de América del Norte, en Chicago, reseñó Fox News.
Para el estudio, el equipo de investigación examinó a 2244 adultos de entre 46 y 78 años, ninguno de los cuales había sido diagnosticado con cardiopatía, y cada participante se sometió a resonancias magnéticas de alta resolución que midieron el tamaño, el grosor y el volumen de las cavidades cardíacas.
Los participantes con mayor relación cintura-cadera presentaron espesamiento del músculo cardíaco y un volumen interno menor de las cavidades; un cambio que puede llevar a insuficiencia cardíaca con el tiempo.
La modificación estructural del corazón es una indicación de posibles problemas cardiovasculares futuros.
Limitaciones del estudio
Igualmente, los investigadores recopilaron información detallada sobre peso, presión arterial, colesterol, estado de tabaquismo e historial de diabetes de los participantes.
Si bien los hallazgos son significativos, el diseño observacional del estudio implica que no se puede establecer una relación de causalidad directa. Además, el seguimiento temporal fue insuficiente para determinar quién desarrolló enfermedades cardíacas posteriormente.
Recomendaciones para reducir la grasa abdominal
Para reducir la grasa abdominal, combina una dieta equilibrada con ejercicio regular y hábitos saludables, ya que no es posible eliminarla de forma localizada solo con ejercicios abdominales.
Dieta recomendada: Prioriza alimentos integrales como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y proteínas magras (pescado, lácteos bajos en grasa), mientras reduces azúcares refinados, ultraprocesados y grasas saturadas. Aumenta la fibra (de vegetales crucíferas, avena y nueces) y proteínas para mayor saciedad y quema de grasa visceral, y crea un déficit calórico moderado. Bebe mucha agua, infusiones y evita bebidas gaseosas o café para reducir hinchazón.
Ejercicio efectivo: Realiza actividades intensas como correr, nadar, ciclismo o bailar al menos 15 minutos seguidos, 4 veces por semana, combinadas con fuerza para mejorar el metabolismo. Mantén consistencia y evita sedentarismo, ya que la grasa abdominal responde mejor a cardio y entrenamiento general que a solo abdominales.
Hábitos adicionales: Divide las comidas en 5 porciones pequeñas, come natural antes de ejercitarte y sé paciente, pues los cambios graduales son sostenibles. Incluye probióticos como yogur natural para salud intestinal, que apoya la pérdida de grasa.
Por qué el IMC no es una medida efectiva
El índice de masa corporal (IMC) no es una medida efectiva principalmente porque no distingue entre masa muscular, grasa corporal, hueso u otros tejidos, lo que genera clasificaciones erróneas, especialmente en atletas o personas musculosas. En contextos deportivos, un IMC elevado (por ejemplo, superior a 30) a menudo refleja hipertrofia muscular en lugar de obesidad, mal catalogando hasta al 72% de deportistas de alta competición como obesos pese a tener grasa corporal normal.
Limitaciones clave: No considera variables como edad, sexo, etnia o distribución de grasa (por ejemplo, grasa visceral abdominal, más riesgosa). En poblaciones específicas, como bailarinas o estudiantes, predice bien la masa adiposa en algunos casos, pero falla en evaluar músculo o hueso.
También te puede interesar: