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Tu contraseña revela tu edad: dime qué clave usas y te diré de qué generación eres

Un nuevo estudio reveló que las contraseñas que utilizas pueden ser un reflejo de la generación a la que perteneces según el año en que naciste

Las contraseñas que utilizas pueden revelar a que generación perteneces

Las contraseñas que utilizas pueden revelar a que generación perteneces Crédito: Shutterstock

¿Crees que tu contraseña es un secreto? Piénsalo de nuevo. En 2025, tu clave de acceso es un libro abierto que grita la década en la que naciste. Y lo peor de todo es que los ciberdelincuentes están leyendo cada página.

Si alguna vez has usado tu nombre, el de tu pareja o la mítica secuencia “123456”, este artículo es para ti. Un nuevo informe ha destapado los vergonzosos (y peligrosamente predecibles) hábitos que tenemos a la hora de proteger nuestra vida digital. Y no, los más jóvenes no se salvan; de hecho, algunos de sus errores son peores que los de sus padres. 

Prepárate para descubrir si tu generación es parte del problema y por qué tu pereza podría costarte muy caro.

El “Salón de la Fama” de las peores contraseñas

Lo más alarmante de este año es que cada generación tiene sus “éxitos” en el ranking de las peores claves. Aunque pensarías que un nativo digital tendría más astucia, la realidad es que la Generación Z (1997-2012) ha demostrado ser tan vulnerable como sus abuelos

  • Generación Z (1997-2012): Su lema es la eficiencia, incluso para regalar sus datos. Mientras el mundo se aferra al clásico “123456” en casi todas las franjas de edad, ellos han popularizado aún más variantes recortadas como “12345”, demostrando que un dígito menos también puede ser un gran problema de seguridad. Además, son fans de usar palabrotas, referencias de internet y términos genéricos como passcode, lo que hace que sus claves sean tan fáciles de adivinar como sus gustos online. 
  • Millennials (1981-1996): Son la generación que creció con el auge de los primeros correos, foros y redes sociales, y eso se nota en sus contraseñas: combinan secuencias numéricas básicas como “123456” con palabras súper comunes como “password” o “qwerty”, convencidos de que añadir uno o dos números al final ya es “ser seguro”. En muchos casos reutilizan la misma clave en varios servicios y solo le agregan un pequeño cambio (un número, un signo de exclamación), lo que los convierte en un blanco fácil cuando se filtra una sola plataforma. 
  • Generación X (1965-1980): Son los prácticos nostálgicos. Les encanta mezclar nombres de hijos, parejas o mascotas con números evidentes, como “John1975” o “Sharon123”, confiando en que solo su círculo cercano conoce esos datos. El problema es que gran parte de esa información está a la vista en redes sociales, así que para un atacante con un poco de paciencia, sus credenciales son casi tan transparentes como una biografía pública. 
  • Baby Boomers (1946-1964): Son los clásicos totales: apuestan por palabras simples, nombres propios y fechas importantes (cumpleaños, aniversarios), muchas veces sin símbolos ni variaciones, porque priorizan recordarla antes que hacerla realmente segura. 

Algunos estudios muestran que, en promedio, terminan usando combinaciones ligeramente más largas o menos impulsivas que la Generación Z, pero siguen cayendo en patrones tan predecibles que un ciberdelincuente solo necesita revisar un par de datos personales para intentar sus primeras diez opciones de ataque. 

Si le pasó al Louvre, te puede pasar a ti

¿Crees que exageramos? Pregúntale a los directivos del Museo del Louvre. En 2025, esta prestigiosa institución sufrió un robo digital de más de 100 millones de dólares. ¿La causa? No fue un malware ruso, sino una contraseña de administrador que era, simplemente, “Louvre”

Este desastre demuestra que la seguridad más cara del mundo no sirve de nada si la llave está pegada en un post-it en la pantalla. Y en el mundo empresarial, las claves favoritas siguen siendo las de siempre: “admin”, “password” y “123456789”, que un atacante puede descifrar en menos de un segundo. 

Cómo dejar de ser un blanco fácil (Guía de supervivencia 2025)

Si después de leer esto te ha entrado un sudor frío, ¡bienvenido! Reconocer el problema es el primer paso. Ahora, soluciona el desastre con estos consejos básicos que la mayoría ignora:

  • Piensa en frases, no en palabras: Olvídate de “P@ssw0rd!”. Es mucho más seguro usar una frase loca que solo tú entiendas, como “MiGatoComeTacosLosMartes25”. Apunta a que tenga más de 12 caracteres
  • Una cuenta, una contraseña: Usar la misma clave para todo es como tener una sola llave para tu casa, tu coche y tu caja fuerte. Si te roban una, te roban todo. 
  • Deja que la tecnología trabaje para ti: Tu cerebro no es un almacén. Usa un gestor de contraseñas. Estas apps crean y guardan claves indescifrables por ti.

La tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, pero nuestra lógica de seguridad parece estancada en 1999. No se lo pongas tan fácil a los malos.

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