Joven autista es rociado con gas pimienta y disparado con pistola táser por policía
La madre acusa denuncia el uso excesivo de fuerza por parte del agente de Burbank, mientras que las autoridades culpan al joven de 16 años por no acatar órdenes
A Tawnya Nevarez, las lágrimas la inundan al recordar los momentos cuando su hijo se convulsionaba en el piso al recibir las descargas eléctricas que un agente de la policía de Burbank le lanzaba con su pistola táser.
“En ese momento, estaba aterrorizada. Pensé que mi hijo se moría”, dice esta madre con la cara descompuesta por el dolor.
El 8 de julio, Tawnya Nevarez conducía por las calles de Burbank. En el asiento delantero iba su hijo Rubyn Nevarez de 16 años. En el asiento de atrás, venía su hija de 14 años y su sobrina de tres años. Rubyn es un adolescente con autismo y desorden de déficit de atención con hiperactividad (ADHD).
“Íbamos para la casa de la abuela cuando el oficial nos hizo una parada. Nos detuvo porque mi hijo no llevaba el cinturón de seguridad. Le pedí disculpas. Le expliqué que mi hijo era autista. Pero él empezó a tratar de que le respondiera. Quería como disciplinarlo. Insistía en que debía traer el cinturón”, recuerda.
La madre dice que llegó un punto que el agente se puso muy agresivo. Se recargó del lado de la ventanilla donde iba su hijo, metió sus manos al auto y le invadió el espacio.
“Yo le suplicaba que me dejara controlar la situación. Sé cómo manejarlo, le decía. Pero no hizo ningún esfuerzo por arreglar la situación de una manera pacífica. Mi hijo se pone muy nervioso cuando alguien invade su espacio y con toda la discusión que ocurría, su nivel de ansiedad comenzó a elevarse. Al mismo tiempo mi sobrina de tres años comenzó a llorar”, expone.
Llegó a tal grado la discusión, dice la madre, que el policía sacó a su hijo del auto. Su hija de 14 años también se bajó. El policía los roció con gas pimienta y luego disparó una primer descarga eléctrica sobre su hijo. Minutos después lanzó de nuevo otro impacto.
Para ese momento, la madre dice que sentía que vivía la peor de sus pesadillas. Arribaron a la escena, unos 15 agentes policiacos y a su hijo se lo llevaron detenido.
Preparan demanda
Areva Martin, la abogada del despacho Martin and Martin LLP, quien recaba evidencias para entablar una demanda contra la policía de Burbank, afirma que no había necesidad de que el agente fuera tan agresivo. “No había armas, no había un crimen, no había razón para tanta agresión. Él pudo darle una multa porque el muchacho no traía el cinturón de seguridad y listo. En cambio demostró una gran indiferencia e insensibilidad hacia una persona con discapacidad, no se diga falta de entrenamiento”, indica la abogada.
El muchacho y su hermana no solo fueron agredidos sino que Rubyn enfrenta cuatro cargos y debe presentarse a la Corte la semana que entra.
Martin precisa que la acusación legal contra la Policía de Burbank será por exceso de fuerza contra un adolescente autista y por violar sus derechos civiles.
“Lo humillaron, lo dejaron todo traumatizado a él y su familia, le tomaron las huellas digitales, le pusieron cargos criminales y ahora tiene que pagar por su defensa”, señala Martin.
Hace ver que si el agente de policía hubiera hecho caso a la mamá que le pedía tiempo para calmar a su hijo, o si hubiera llamado a una trabajadora social o un experto en personas con necesidades especiales, nada de esto hubiera pasado. “Una infracción menor, escaló en un incidente mayor, cuando el oficial pudo haber resuelto todo sin necesidad de agresiones. Manejó de una manera muy pobre la situación”, deploró la abogada.
Nevarez, madre soltera que trabaja para el Departamento de Servicios de Apoyo en el Hogar (Home Support Services) para el estado de California, dice que a raíz del incidente, su hijo ha quedado muy afectado. “Trata de disfrazarse para que no lo reconozca, se pone suéteres gruesos a pesar del calor y usa lentes”, comenta Nevarez.
Amigos de la familia pusieron una petición en línea en change.org dirigida al Departamento de Policía de Burbank y a la fiscal del condado de Los Ángeles, Jackie Lacey para que los cargos sean desechados. También abrieron una cuenta en GoFundme para ayudarla con los gastos médicos y a reubicarse de domicilio.
Versión de la Policía
En un comunicado de prensa, la policía de Burbank dijo que el muchacho fue quien inició la confrontación. Se negaba a poner el cinturón y después de que lo hizo, se lo quitó, pateó la puerta para abrirla y al hacerlo, golpeó al policía en las rodillas.
Al salir se removió la camisa y avanzó hacia el oficial. En medio de groserías, le dijo que quería pelear con él y que le arrojará gas pimienta. El oficial lanzó el gas pero no tuvo ningún efecto.
Según el reporte, el muchacho golpeó al oficial varias veces en la cabeza y en la parte superior del cuerpo y le derribó los lentes. El oficial usó entonces su pistola táser para detenerlo, lo esposó y luego llegaron otros oficiales.