Familia de joven latino muerto por el LAPD anuncia acción legal
Exigen la publicación del video sobre el tiroteo que cobró la vida de joven latino
La familia de Jesse Romero, de 14 años, quien fue abatido a tiros por agentes de la Policía de Los Ángeles (LAPD) el 9 de agosto en Boyle Heights, anunció ayer que ya se presentó un reclamo contra la ciudad y el próximo es la demanda legal en la corte federal.
“Pedimos justicia por la muerte de mi hijo”, dijo Teresa Domínguez, madre de Romero, quien iba acompañada de su abogado Humberto Guizar. “Queremos que la policía muestre los videos de las cámaras de policías para saber qué pasó”, agregó.
“Que respondan en la corte por qué dispararon a ese muchacho y después dijeron mentiras”, dijo por su parte Guizar, refiriéndose a la distancia que había entre el arma y el cuerpo de Romero.
Jesse Romero, de 14 años, fue muerto a tiros por policías del LAPD que atendieron a una llamada de “vandalismo” cometida por dos sospechosos en Boyle Heights.
Cuando los agentes intentaron detenerlos, Romero salió huyendo con una pistola en la mano e intentó disparar contra los agentes y ellos respondieron al fuego hiriéndolo de muerte, explicó el comandante de LAPD, Robert Arcos.
Sin embargo, activistas del este de Los Ángeles dicen que hay evidencias que demuestran que Romero “estaba asustado” y en lugar de disparar a los agentes, él aventó su arma al otro lado de una cerca.
El anuncio del reclamo legal contra la ciudad por la muerte del chico llega en medio de una semana con varios tiroteos policiales que han terminado en muertes de jóvenes a manos de agentes.
Este jueves, la madre de Romero se unió a activistas y familiares de algunos de los fallecidos a manos de agentes del orden que se congregaron frente a las oficinas de la Policía de Los Ángeles (LAPD) para exigir “justicia” y “transparencia” en uno de los casos más recientes.
Familiares y amigos de otros jóvenes muertos a tiros por la policía de Los Ángeles (LAPD) y por agencias del orden en el condado de Orange se unieron a la plegaria de la madre de Romero y pidieron que no se hagan oídos sordos al aumento de muertes de jóvenes.
Blanca Luna-Dueñas dijo que su hijo Arturo Torres, de 27 años, fue muerto el 10 de abril.
“Ya va para siete meses y no sé nada del caso de mi hijo, solo una vez me hicieron una entrevista y me dijeron que esperara y hasta ahorita no sé nada”, dijo Luna-Dueñas entre lágrimas.
“Me duele que yo no tengo el apoyo de nadie para que me ayude a averiguar qué fue lo que pasó con mi hijo”, agregó.
“En mi caso la policía tampoco nos ha dicho nada y ya pasaron ocho meses”, dijo Josefina Rizo, madre de José Méndez, muerto el 6 de febrero en Boyle Heights.
Las madres de los jóvenes acordaron que difundir sus casos y exigir una respuesta inmediata puede ayudar a que menos jóvenes latinos sean muertos por la policía.