Donación millonaria a UC Irvine
Profesor hispano hace un regalo de $10 millones
SACRAMENTO.- Francisco J. Ayala dejó el sacerdocio en España en 1961 para venir a Estados Unidos a estudiar genética y evolución, hoy convertido en uno de los científicos más renombrados del mundo entero, decidió devolver a la nación a la que llegó sin nada hace 50 años, un poco de lo que ganado: 10 millones de dólares para la Universidad de California en Irvine con la que está muy agradecido.
“Este dinero quiero que sea para reclutar profesores eminentes y para dar becas a los estudiantes que vayan a hacer doctorados en la facultad de Biología de la Universidad de California en Irvine”, dijo el profesor Ayala a La Opinión.
“Nuestra universidad a veces no puede competir con otras universidades que se quedan con los muchachos que quieren hacer doctorados, y estas becas nos van a ayudar a ser más competitivos y los van a convencer de quedarse con nosotros”, aseguró.
Las becas llegan en momentos en que la Universidad de California enfrenta duros recortes al presupuesto debido a la crisis fiscal del estado. “Esos recortes nos limitan a enseñar mejor”, opinó.
La generosidad de este exsacerdote convertido en genetista no es nueva. El año pasado donó el millón de libras (el equivalente a 1.5 millones de dólares) que obtuvo por el Premio Templeton que le dio el príncipe Philip en el Palacio de Buckingham por sus descubrimientos científicos que han contribuido al progreso y bienestar de la humanidad. Sus investigaciones por las que ganó el nombre del “Hombre del Renacimiento de la Biología Evolucionaria” han abierto las puertas para la prevención y tratamiento de enfermedades que afectan a cientos de millones de personas en el mundo como el ‘Mal de chagas’, enfermedad causada por el parásito “Tripanosoma Cruzi” que se transmite por las heces del chinche selvático), que impacta a América Latina.
El profesor Ayala nació en Madrid y llevado por el deseo de hacer una maestría y doctorado en evolución y genética vino a la Universidad de Columbia a Estados Unidos en 1961. “Tenía toda la intención de regresar una vez graduado, pero mis profesores me ofrecieron inmediatamente puestos muy buenos e importantes; y me quedé porque además en esa época España estaba muy retrasada en Ciencia y Economía”, explicó.
En España se había ordenado sacerdote por la orden de los Dominicos. Pero el profesor descarta hablar sobre una posible contradicción entre ser científico y sacerdote. Sólo asegura que hay muy buenos científicos que son religiosos.
En 2001, recibió la Medalla Nacional de Ciencias de Estados Unidos de manos del entonces Presidente George W. Bush; y de 1994 a 2001 fue miembro del Comité de Asesores de Ciencia y Tecnología del Presidente Clinton. Es miembro de la Academia de las Ciencias del país y de varios países en el mundo. Universidades de nueve países lo han hecho Doctor Honoris Causa. Y entre los muchos honores, medallas y reconocimientos, figura el ser autor de 1,000 artículos y más de 34 libros sobre la genética de las poblaciones y la evolución biológica.
Cuando le preguntamos de dónde salió el dinero que donará a la Universidad de California en Irvine donde ha trabajado en los últimos 24 años, dice que de sus fincas de uva en el Norte del Estado.
Además de eminente científico, el profesor Ayala es uno de los productores de uva para vino más grandes del estado. Vende sus uvas a los más fuertes productores de vino del estado. “Tengo cinco fincas y 2,000 acres que fui adquiriendo gradualmente. Empecé con una finca que compré cuando enseñaba en la Universidad de California en Davis como casa de fin de semana, pero era mucho dinero para la hipoteca así que comencé a producir uva de vino”, explica.
A sus 77 años, el profesor Ayala quiere seguir escribiendo e investigando. “Tengo muy buena salud y aunque tengo 77 años, tengo una mente como de 50 años”, dijo con determinación.