Ocupados se quedan en LA
La idea de extenderse hasta el valle de San Fernando estuvo equivocada, dice uno de los voceros
La idea de extenderse hasta el valle de San Fernando en la noche del sábado no podía haber estado más equivocada, según dijo a La Opinión un vocero del movimiento de indignados OccupyLA, que lleva varias semanas acampando en los terrenos de la Alcaldía de Los Ángeles.
“OccupyLA no va para ningún otro lado. La gente de OccupySanFernadoValley es del valle de San Fernando. No somos nosotros los que estamos avanzando; ellos están empezando su propia ocupación”, aseguró Collin Mullenaux, un portavoz de los indignados que acampan en el ayuntamiento angelino.
La noche del jueves, según informaciones de prensa, un contingente de entre 20 y 30 personas trató de pasar la noche en el centro cívico de Van Nuys, pero ese intento no prospero.
La actividad se inició en un complejo de bancos en esa área donde los indignados protestaron contra las prácticas financieras que dieron por resultado la crisis inmobiliaria, y la ola de embargos -y desde ahí se dirigieron al centro cívico con el propósito de “tomarlo”.
Sin embargo la policía de Van Nuys disuadió a los manifestantes de su propósito de acampar en la plaza donde se encuentran los edificios de gobierno, y les explicó que el lugar está cerrado a todo público a partir de las 7:30 de la noche.
Los de OccupySanFernando optaron por retirarse, y aunque hicieron un conato de acampar frente a la estación de bomberos del centro cívico, terminaron por dispersarse.
Ayer en la mañana no había ni señal de ellos en Van Nuys.
“Es probable que algunos de los indignados que se encuentran aquí hayan participado en esa acción, pues tenemos personas que vienen del valle. Algo parecido ocurrió en Long Beach. Pero nuestro movimiento es mundial, no está centrado en ningún lugar en particular”, dijo Mullenaux.
El mismo, dijo, vive en San Pedro, y desde ahí viaja al centro de Los Ángeles, aunque a veces participa también en la acampada en Long Beach, explicó.
Agregó que OccupyLongBeach no pudo entenderse con la policía de esa ciudad, de manera que sus miembros no tiene un lugar fijo para acampar, y cada noche tienen que desmantelar su campamento para regresar al día siguiente.
“Se requiere una gran entrega para mantener la ocupación allá. No todo el mundo lo aguanta”.
El intento de abrir un campamento de indignados en el valle de San Fernando tiene lugar cuando las autoridades de la ciudad de Los Ángeles empiezan a dar muestras de exasperación con OccupyLA. El alcalde Villaraigosa, que inicialmente repartió ponchos contra la lluvia a los ocupantes del Ayuntamiento, sugirió hace unos días que posiblemente vaya siendo hora de cerrar el campamento, que día a día crece en los terrenos adyacentes del edificio municipal.
Hace una semana, la policía de Oakland desalojó con un fuerte operativo a los ocupantes de su propio ayuntamiento, y un joven veterano de la guerra de Vietnam resulto con lesiones cerebrales tras la embestida de los uniformados.
El sábado, según un cable de Associated Press, se produjeron nuevas tensiones cuando centenares de personas marcharon por la noche mientras coreaban consignas reclamando el derecho a continuar la acampada en esa ciudad.