México persigue migrantes hasta en terminales de autobuses

México repatrió a 188,596 inmigrantes en 2016

Agentes migratorios en un operativo de la terminal de autobuses en Coatzacoalcos, Veracruz.

Agentes migratorios en un operativo en la terminal de autobuses en Coatzacoalcos, Veracruz.  Crédito: Cortesía | Movimiento Migrante Mesoamericano.

MÉXICO.-  Las redadas en las terminales de autobuses en el país y sobre todo en los estados de Chiapas, Veracruz y Tabasco no son una práctica nueva en su ejecución, pero sí en su consistencia. Es decir, que cada día hay más denuncias contra agentes migratorios pidiendo  documentos que acrediten la nacionalidad a los pasajeros.

“Esto ocurre con mayor frecuencia desde que Donald Trump es presidente de Estados Unidos”, precisa Rubén Figueroa, activista del Movimiento Migrante Mesoamericano, quien recorre periódicamente los estados del sur y sureste como vigía de los derechos humanos de los centroamericanos que buscan llegar hasta la frontera norte.

Desde 2014, cuando inicia el Plan Frontera Sur para frenar la inmigración indocumentada, reportes hemerográficos documentan la detención de por lo menos uno o dos autobuses al mes con entre 40 y 100 guatemaltecos, hondureños y salvadoreños que buscan nuevas rutas para evitar las persecuciones a lo largo del tren de carga que usaban anteriormente como transporte clandestino.

No obstante las revisiones del Instituto Nacional de Migración se habían mantenido hasta este año al margen de las terminales de autobuses, que poco a poco sustituyeron al ferrocarril como el principal modo de cruzar el país.

“Ahora vemos a agentes en los andenes y en las salas de espera y hasta aparcan sus vehículos entre los autobuses”, afirma Figueroa. “También están haciendo patrullajes en las principales ciudades chiapanecas, tabasqueñas y veracruzanas”.

Pero el cruce masivo de centroamericanos por las terminales de pasajeros no se limita a esa zona, sino a nuevas rutas que les brinden mayor seguridad, como la del Pacífico que incluye Michoacán, Jalisco, Sinaloa, Sonora y Baja California. Para llegar a ésta, los centroamericanos toman diversos camiones hasta la Ciudad de México y de ahí parten a Toluca camino a la ruta michoacana.

La novedad ha tomado por sorpresa a empresarios de autobuses que no conocían el fenómeno migratorio, y que no han dudado en delatar las “irregularidades”, como ocurrió a finales del año pasado con el presidente de la Cámara Nacional de Autotransporte de Pasaje y Turismo, Odilón López.

López pidió a la Policía Federal “ubicar” a todos los centroamericanos que osaran llegar a sus terminales, porque en menos de una semana habían detenido a 20 guatemaltecos con niños en brazos que pretendían tomar la ruta del Pacífico. “Queremos que los deporten para evitarles sufrimiento, actos delincuenciales o detenciones”, advirtió.

El INM no especifica en su estadística mensual donde realiza los “aseguramientos” como llama a la detención de inmigrantes sin documentos por lo que no existe una cifra oficial sobre el modus operandi de los traficantes de indocumentados que cada día, según observadores extraoficiales, apuestan por el traslado carretero.

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