Líderes latinos se suman a presión para que Trump despida a asesores ligados a la extrema derecha
La presión sobre Trump para que despida a Steve Bannon, Stephen Miller y Sebastian Gorka, tres asesores que son vistos como integrantes de extrema derecha, sigue creciendo.
Las principales organizaciones latinas y los grupos del congreso formados por latinos, asiáticos y afroamericanos se sumaron este martes a la creciente presión para que el presidente Donald Trump expulse de su gobierno a elementos de la extrema derecha (también llamada Alt-Right) que se consideran simpatizantes a grupos supremacistas que se alzaron el fin de semana en Charlottesville, Virginia.
A estos grupos, mayormente demócratas, también se sumaron las voces de dos republicanos: el congresista Carlos Curbelo, de Florida, y Javier Palomarez, miembro del Concilio Nacional de Diversidad del Presidente Trump y Presidente de la Cámara Hispana de Comercio de Estados Unidos.
Algunos han pedido la salida de Steve Bannon, quien administró la campaña de Trump y es su estratega en jefe en la Casa Blanca. Antes de ser parte de su campaña, Bannon fue en parte fundador de un sitio de internet conocido como Breitbart News, un sitio de noticias de extrema derecha que promueve material racista, sexista, xenófobo y anti semítico.
Varios reportes de prensa indican que Bannon está en la cuerda floja desde hace ya algún tiempo, ya que hay fuerte presión sobre Trump por parte de otros partidarios y amigos suyos como el Gerente de Fox News Rupert Murdoch, quien le habría pedido a Trump la salida de Bannon en repetidas ocasiones.
Un artículo del Washington Post con diversas fuentes de dentro de la Casa Blanca señaló además que el nuevo jefe de Gabinete, John Kelly, no está dispuesto a tolerar los manejos, filtraciones y manipuleos de Bannon dentro del gobierno de Trump.
Pero para los grupos latinos, el problema no termina con Bannon, quien al parecer fue el que estuvo asesorando a Trump este fin de semana al respecto de su reacción ante marchas de supremacistas blancos en Virginia y los enfrentamientos con grupos anti racistas.
El congresista cubano-americano de la Florida, Curbelo, dijo este martes en entrevistas por televisión y radio que tanto Steve Bannon como Stephen Miller están asesorando mal al presidente y el debía dejar de escucharlos.
“Creo que el Presidente mejoraría mucho su popularidad si comienza a escuchar a otras personas, no los que lo han llevado por el actual camino”, dijo Curbelo, quien dijo que estos dos asesores favorecen aceptar las actividades de los supremacistas blancos, aunque dijo que no estaba diciendo que eran “racistas”.
Palomarez, por su parte, pidió abiertamente la renuncia de Bannon y culpó al asesor de la respuesta “tardía, superficial e irresponsable” de Trump hacia los sucesos de Charlottesville durante el fin de semana.
Trump fue muy criticado por decir que había violencia y odio “en muchos lados”, luego que un supremacista blanco embistió con un vehículo a contra-manifestantes, matando a una joven e hiriendo a 19 personas. Para cuando Trump hizo un discurso más adecuado el día lunes, muchos lo consideraron ya demasiado tarde.
En el Congreso, el liderazgo del “Quad-Caucus”, un grupo que reúne a congresistas afroamericanos, asiáticos, hispanos y progresistas, hicieron un llamado a la expulsión de aún más asesores de Trump, incluyendo a Bannon, Miller y Sebastian Gorka, un analista de inteligencia militar originario de Gran Bretaña que es considerado un radical de la derecha “alt”.
La presidenta del Grupo Hispano del Congreso, Michelle Lujan Grisham, congresista de Nuevo México, dijo que “es vergonzoso que estas personas, conocidas por sus lazos con el extremismo y el nacionalismo blanco, están sirviendo como asesores principales de Trump”.
Miembros del National Hispanic Leadership Agenda, una coalición de 45 organizaciones latinas que incluyen a MALDEF, Unidos US, PRLDEF, LULAC y muchas otras, dijeron que la permanencia de estas voces en el gobierno de Trump “amenaza a la democracia”.
“No hay lugar en la Presidencia de Estados Unidos para el supremacismo racial, y es por eso que pedimos se despida a todas las personas vinculadas a este tipo de ideas, incluyendo Banon y Gorka”, manifestaron en un comunicado público. “La violencia en Charlottesville y la falta de una respuesta coherente por parte del presidente no logrará romper la unidad de quienes estamos luchando contra el odio”.
Bannon al parecer está en la cuerda floja, pero no ocurre lo mismo con Miller ni Gorka, ya que ambos se han sabido congraciar con Trump y con su cuñado Jarod Kushner.