Supremacista blanco se topa con protesta de centenares de estudiantes en Florida

Según la “Liga Anti-difamación” los activistas neonazis se han envalentonado para arremeter contra las minorías étnicas en el país

Los proinmigrantes fueron muy claros al rechazar a grupos de odio y supremacistas blancos. (Jorge Luis Macias, Especial para La Opinion)

Los proinmigrantes fueron muy claros al rechazar a grupos de odio y supremacistas blancos.  Crédito: Jorge Luis Macias | (Jorge Luis Macias, Especial para La Opinion)

WASHINGTON- En medio de fuertes medidas de seguridad, el líder supremacista blanco, Richard Spencer, llevó este jueves su mensaje de pureza étnica a un recinto universitario en Gainesville (Florida), donde se topó con el rechazo de centenares de estudiantes dentro y fuera del estado.

Horas antes de llegar a la Universidad de Florida en Gainesville, el gobernador de Florida, Rick Scott, había declarado un estado de emergencia en caso de que la visita se tornara violenta, mientras que la universidad destinó medio millón de dólares a reforzar la seguridad.

Spencer, conocido por su retórica incendiaria, saltó a la palestra nacional tras la victoria del presidente Donald Trump en noviembre pasado y, de hecho, ayudó a organizar un fatídico evento de neonazis y supremacistas blancos en Virginia este verano.

Pero el líder supremacista ha sido rechazado en otras universidades y llegó a la de Florida no por invitación oficial sino porque su grupo, el Instituto de Política Nacional, pagó $10,000 para alquilar el Teatro Curtis Phillips, donde argumentó que “absolutamente” no es un “supremacista blanco”.

Antes de su discurso, dijo ante las cámaras que su visión de un “estado étnico” no es distinta a la que persigue Israel como un Estado judío, además de que insultó a los periodistas, calificándolos de “tontos”.

Según Spencer, sus partidarios son víctimas de la “corrección política”, y se regodeó de que su evento en la universidad –con un número inferior al de los manifestantes- es prueba de que su credo “está perseverando”.

Sus palabras eran sofocadas por centenares de estudiantes que condenaron el movimiento neonazi, lo abucheaban y le gritaban “Véte a casa!”.

En torno de burla, Spencer replicó que no se iba a ninguna parte, y calificó a los manifestantes como “chillones imbéciles”.

Temor a violencia por odio racial

El evento concluyó sin incidentes pero suscitó la presencia de centenares de agentes de las policías local y estatal, y el despliegue de helicópteros que sobrevolaron el recinto, precisamente para evitar brotes de violencia como el ocurrido el pasado 12 de agosto en la Universidad de Virginia en Charlottesville.

En esa ocasión, partidarios ultraderechistas de Spencer provocaron un acto de violencia en la que Heather Heyer  murió atropellada por uno de ellos.

Líderes de ambos partidos, entre ellos el exvicepresidente Joe Biden, y el expresidente George W. Bush, han condenado las diversas expresiones de odio racial en EEUU, que han florecido desde el inicio de la Administración Trump.

Dilema para universidades

La presentación de Spencer en la Universidad de Florida, aunque indeseada por las autoridades universitarias, expuso nuevamente el dilema que afrontan las universidades en EEUU, entre proteger la libertad de expresión, consagrada en la Primera Enmienda, y proteger a la población estudiantil de la incitación a la violencia.

En declaraciones hoy a este diario, Robert Shibley, director ejecutivo de la Fundación para Derechos Individuales en la Educación (FIRE), que vela por los derechos civiles en las universidades, dijo entender la polémica pero defendió la participación de Spencer.

“Ninguna universidad se puede considerar segura si no lo es para que figuras controversiales puedan hablar allí, o para que los estudiantes puedan asistir a esos discursos o protestar contra ellos”, afirmó Shibley.

“Aunque la policía tiene un papel que jugar para frenar cualquier violencia que surja, nuestra democracia no sobrevivirá a menos que la gente pueda, en general, responder a discursos con más discursos, en vez de violencia”, agregó.

Para Shibley, hay otras formas de expresar oposición a rivales, desde ignorarlos hasta enfrentarlos con preguntas difíciles, y recurrir al humor y la sátira, porque, a su juicio, la idea es que las universidades deben facilitar el diálogo para resolver disputas, no la violencia.

El presidente de la Universidad de Florida, W. Kent Fuchs, había intentado en vano que los estudiantes no se acercaran al teatro y participaran, en vez, en un foro cibernético sobre la armonía racial.

Consciente de la controversia, Fuchs dejó en claro en su cuenta en Twitter su rechazo del “racista Richard Spencer” y su apoyo a quienes denuncian su “despreciable mensaje”.

https://twitter.com/PresidentFuchs/status/921067366271864833

En un comunicado conjunto, la Federación de Maestros Estadounidenses (AFT) y “United Faculty of Florida”, que representa a los profesores en la Universidad de Florida, indicaron que el evento no fue el éxito que alegó Spencer sino un rotundo rechazo al nazismo.

“Su porquería ha sido debidamente rechazada por líderes del recinto y de la administración universitaria, por los manifestantes –incluyendo nuestros miembros-, e incluso por gente que asistió a su discurso, cuyos valores les impidieron permanecer callados”, dijeron ambos sindicatos.

Mientras Spencer propaga odio y división, los manifestantes y maestros miembros de sindicatos defienden la paz y tolerancia, y aunque es importante apoyar la libertad de expresión, la violencia que atiza gente como Spencer “no es un discurso y, por lo tanto, no podemos permitir que se propague sin desafiarlo”, puntualizaron.

Según la “Liga Anti-difamación” (ADL, en inglés) una organización judía que rastrea a groups de odio racial, activistas neonazis se han envalentonado para arremeter contra las minorías étnicas en el país.

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