Un restaurante solo emplea abuelas para cocinar comidas caseras.
Cuando al placer de comer se le une la tradición y el orgullo de las raíces de quien prepara los platos el resultado no puede ser más delicioso
Muchos de nosotros aprendemos a cocinar a base de observar a nuestras madres quienes, a su vez, aprendieron de sus madres.
Todos sabemos que no hay nada como la comida casera de mamá. O de la abuela.
Si echas en falta ese sabor a casa, y estás en en Nueva York, puedes pasar por Enoteca Maria, en Staten Island. El restaurante es una especie de homenaje a esas recetas de siempre, las de toda la vida y, además, están cocinadas por abuelas reales. Cada plato también está inspirado en los antecedentes culturales y las infancias de esas mujeres.
El propietario, Jody Scaravella, abrió el restaurante en 2007 con el dinero que le dejó su difunta madre. Él admite que abrió el restaurante para “rellenar ese vacío que sentía en su vida” después del fallecimiento de su madre.
Jody encontró consuelo en invitar a nonnas italianas, como la suya, a su cocina para preparar las comidas con las que él y tantos de nosotros crecimos saboreando en las reuniones familiares.
Enoteca Maria presentó inicialmente un plante formado exclusivamente por cocineros italianos. Con el tiempo, sin embargo, Jody decidió abrir las puertas a más abuelas con deliciosas recetas de diversos orígenes.
Jody explica que hay dos abuelas en la cocina todos los días. “Siempre tienes una nonna italiana, y todos los días, las recetas cambian”, dijo.
Las únicas personas que disfrutan la experiencia más que Jody o los comensales son las mismas abuelas.