La tormentosa relación de López Obrador con los empresarios

El enfrentamiento más reciente que tuvo el candidato presidencial fue con el magnate Carlos Slim por el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México

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Andrés Manuel López Obrador. Crédito: John Vázquiez Morales | Getty/ Archivo

MEXICO.- El empresario Alfonso Romo, de 68 años, coordinador del Proyecto de Nación del partido Morena, tiene en sus manos uno de los papeles más complejos como operador político que sube y baja y suda la gota gorda para tratar de convencer a otros hombres de negocios de que Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, es el bueno para la Presidencia del país.

Pero no la tiene fácil lejos de su rancho al que se había retirado para dejar atrás las empresas que lo volvieron multimillonario y oir relinchar a sus caballos antes de enrolarse en el proyecto del político de izquierdas quien lo convenció para ayudarle a sumar a los recelosos hombres de negocios.

Una encuesta de Grupo Santander publicada recientemente reveló que sólo el 15% de los empresarios lo da por ganador frente a encuestas generales donde el 39% cree en su triunfo además de que su gallo se echó a pelear recientemente con el ejemplar mayor del empresariado mexicano y uno de los principales del mundo, Carlos Slim, por la amenaza de AMLO de cancelar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Slim, quien acapara el 60% de la inversión privada del proyecto y, por tanto,  seria el más perjudicado, advirtió en una inusual conferencia de prensa que cancelarlo “frenaría el desarrollo del país” a lo que López Obrador respondió “que lo pague él, no con dinero de los contribuyentes (ahora el gobierno invierte la mayor parte)”.

Acto seguido, el Consejo Coordinador Empresarial canceló las reuniones programadas con todos los candidatos sobre el tema. “López Obrador no escucha”, comentó Juan Pablo Castañón, presidente de la organización; dos días después,  el empresario Romo desdijo a su jefe y declaro que el aeropuerto sí va.

“López Obrador está dispuesto a continuar con el Nuevo Aeropuerto (si gana la presidencia) y me mandó a mí a decirles: pa’ delante”.

Pero mientras son peras o manzanas,  el daño está hecho: la relación entre El Peje ( cómo lo llaman sus enemigos) y las cúpulas del dinero volvió a romperse por el ángulo más frágil: la credibilidad.

Según algunos analistas de la política electoral es la soberbia del político de 64 años la que lo hace trastabillar cada vez que se acerca a la cumbre de las preferencias para la presidencia de la República. “El problema es que los empresarios no se pueden fiar de lo que él dice, como dice una cosa dice otra, según el público frente al cual se encuentre’’, advierte José Javier Romero, politólogo de la Universidad Autónoma Metropolitana.

López Obrador había moderado su discurso contra los empresarios que tenía en su primera campaña e 2006, cuando el Consejo Coordinador Empresarial patrocinó la campaña “Andrés Manuel, un peligro para México”. “No estoy contra los empresarios”, dijo hace unas semanas ante ejecutivos de la American Chamber.

Sin embargo, poco después estalló en un video divulgado en sus redes sociales contra el empresario Claudio X. González de hacerle otra vez “una guerra sucia” y pedirle al presidente Enrique Peña Nieto “que le robe la elección”, acusaciones que  el otro rechazó.

Claudio X. González, ex accionista de Televisa, es uno de los principales críticos del político oriundo del estado de Tabasco (sureste).

En esta campaña hay dos propuestas en particular que le preocupan: que se echen para atrás las reformas energética y educativa aprobadas en este sexenio como ha propuesto “El Peje” para cumplir promesas a un sindicato de maestros que se opone a la evaluación de desempeño e impartición del inglés y para impedir la inversión privada en la extracción de petróleo.

“En energía, más vale que nos apuremos en sacar nuestro petróleo antes de que ya no sea factor: Francia está mandando una legislación para que, en 2040, no haya ninguna actividad petrolera en ese país ni en sus territorios en ultramar. Y, además, junto con Alemania, está diciendo que debe haber sólo coches eléctricos a partir de ese año”, advirtió X. González en una entrevista en von la revista Forbes. “Entonces, más vale que nos apuremos. Y este señor dice: ‘Hay que deshacer la reforma, regresar todo a manos de Pemex, construir refinerías’”.

A decir del analista económico Mario Maldonado lo cierto es que estos temas en los que el candidato insiste hacen que los intentos de acercamiento con los hombres de negocios, al menos  con los más poderosos, “terminen mal”  o simplemente no se consoliden a pesar de los esfuerzos de gente como el empresario Romo quien dejó su paz campirana para subirse al complicado ring de la política.

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