Coordinan trasplantes ‘económicos’ para indocumentados
Chicago – Después de varias protestas frente a las instalaciones de los centros médicos de dos universidades de Chicago, un grupo de activistas de la comunidad mexicana que ha solicitado una “operación económica” de trasplante de hígado para indocumentados, fue escuchado por de una de las instituciones.
Los demandantes, encabezados por el sacerdote José Landaverde de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en el vecindario La Villita, se entrevistarán mañana con integrantes de la dirección del Centro Médico de la Universidad Rush.
Dicha institución privada, de calidad reconocida, realiza trasplantes de órganos, y la reunión será para abordar el caso más urgente de cinco casos presentados.
Los activistas ya habían logrado que el hospital Rush los escuchara en diciembre pasado, pero nada concreto surgió del primer encuentro informal.
Por lo tanto, esperan acordar un “plan económico” de trasplante para uno de los cinco mexicanos indocumentados que apoyan en su necesidad médica, informó en entrevista con Notimex el religioso Landaverde.
Se trata de uno de los dos hermanos Arroyo, ya que ambos padecen una enfermedad rara llamada Amyloidosis, y que al ser indocumentados no tienen acceso a un trasplante de hígado que requieren como parte de su tratamiento, y que tiene un costo de $500 mil.
Un tercer hermano, el mayor de ellos, Francisco, es un inmigrante legal, cuenta con seguro médico, y ya recibió su trasplante de hígado en el Centro Médico Rush. Sin embargo, sus hermanos Elfego y Lorenzo, de 37 y 35 años, no cuentan con esa posibilidad, ni con suficientes recursos económicos.
Los tres hermanos padecen una enfermedad que heredaron de su madre, quien falleció a consecuencia de la misma hace más de un año, producto de una bacteria muy agresiva que afecta los tejidos, el sistema nervioso y órganos vitales, provoca dolores musculares, debilidad, y hasta el momento es incurable.
Mientras Francisco está en recuperación, protegido por su seguro médico, los otros dos hermanos no pueden trabajar y la única forma de prolongar su vida es a través de un trasplante de hígado. Actualmente la iglesia que dirige el sacerdote Landaverde realiza colectas entre la comunidad mexicana para ayudarlos.
“Elfego es el que registra un mayor deterioro en su salud, por eso estamos solicitando a los administradores del mismo hospital Rush que operó a su hermano que le den primero a él una oportunidad para el trasplante de hígado, con un plan de pago accesible”, aclaró el religioso.
Asimismo, pidió que “Lorenzo sea inscrito en la lista de donadores mientras se reúnen los recursos para su operación”.
Desde finales del año pasado los activistas comunitarios han realizado marchas que concluyen con vigilias frente al Centro Médico de la Universidad de Illinois en Chicago y el Centro Médico de la Universidad Rush, para demandar la atención de los cinco indocumentados.
El primero de ellos, el hospital de la UIC, que recibe financiamiento público, negó el tratamiento médico aún cuando en el pasado ha otorgado este apoyo a indocumentados que han requerido un trasplante de riñón.
La comisión que hablará con las autoridades del Rush, encabezada por Landaverde, pretende no sólo llegar a un acuerdo para la atención de los hermanos Arroyo y los otros tres indocumentados, sino en beneficio de futuros casos que requieran servicio hospitalario y no puedan pagarlo.
En este encuentro, con cita de por medio, los activistas esperan firmar un acuerdo de ayuda con el centro Rush que sirva de presión para abrir la ayuda en otros complejos médicos.
“Nuestro objetivo es hacer que el hospital de la UIC sume esfuerzos con el Hospital Rush y aprueben los trasplantes para las personas indocumentadas que no tienen seguro de salud o los recursos para pagar el trasplante”, reiteró Landaverde.
Además de los hermanos Arroyo, la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe busca atención médica para Marcela Ortiz, de 37 años, quien requiere un trasplante de médula ósea, que cuesta $100 mil, así como Jorge Mariscal y Marco Antonio García, quienes solicitan un trasplante de riñón con un costo de $250 mil.