La “tolerancia cero” se enfocó en migrantes con hijos e ignoró a los que venían solos
Aunque el gobierno de Donald Trump dijo que acusaría a todos los migrantes que transgredieran la frontera, la realidad fue otra, según datos de los tribunales.
La “cero tolerancia” supuestamente aplicada por el gobierno de Donald Trump en la frontera, que resultó en la separación de 2,500 niños de sus padres, al parecer no se aplicó por igual a quienes cruzaran la frontera ilegalmente, sino que se dio prioridad a grupos familiares por encima de migrantes que viajaban solos.
Cifras recién publicadas por el proyecto de datos TRAC, que analiza las acusaciones penales en corte federal indican que en mayo de este año, sólo un 32% de las personas que cruzaron ilegalmente la frontera fueron acusadas de un delito y los agentes federales dieron prioridad a los adultos que venían con hijos.
Miles de adultos que cruzaron la frontera solos, tres veces más en número que los que vinieron con hijos, no enfrentaron cargos penales, dijo un reporte sobre el programa de “Tolerancia Cero” publicado por TRAC.
Esto, según el reporte, no explica por qué “el gobierno escogió dar prioridad a las acusaciones de a adultos con hijos y no a los adultos que cruzaron solos”. Este hecho es especialmente llamativo porque fueron muchos más los detenidos cruzando solos que los que venían con menores de edad, como indica este cuadro.
Entre abril y mayo de este año, las autoridades migratorias arrestaron a casi 50,000 adultos sin hijos y a menos de 9000 adultos que venían con niños menores. Ambos transgredieron la misma frontera, sin embargo la prioridad fueron las familias, resultando en la separación de más de 2,500 niños de sus padres
Cuando el procurador Jeff Sessions anunció el 6 de abril pasado una nueva política de “tolerancia cero” en la frontera, indicó que se trataba de una iniciativa para hacer cumplir la ley a quienes entran ilegalmente al país, acusándolos de un delito.
Nunca, en sus declaraciones, se especificó que la política se aplicaría únicamente a los que cruzaban con hijos o con menores de edad, una decisión que resultaría en la separación de los menores de sus acompañantes adultos, ya que estos irían temporalmente a la cárcel y porque no había un plan para reunirlos, antes que un juez federal lo ordenara.
El reporte también indica que, aunque las acusaciones de parte del gobierno federal contra migrantes que cruzan la frontera aumentaron tras el lanzamiento de la “tolerancia cero”, el programa estuvo muy lejos de ser realmente lo que indica su nombre.
En Mayo de 2018, la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) reportó el arresto de 40,338 individuos que intentaban entrar ilegalmente por la frontera -esto no cuenta a los arrestados en los puertos formales de entrada- y de estos, un 32% fue acusado de un delito, un total de 9216.
Esto significó un aumento de 11% respecto a abril y en abril hubo un aumento de 44.7% respecto al mes anterior al lanzamiento del programa.
La decisión de presentar cargos criminales por cruce indebido a todos los que fueran atrapados entrando ilegalmente, que el gobierno llama “cero tolerancia” amplió un programa que existe desde 2005 y cuyos resultados han sido mixtos. Su nombre es “Operation Streamline”.
Estar indocumentado en Estados Unidos no es un delito, sino una infracción civil. Pero a raíz de reformas migratorias en los años noventa, el gobierno comenzó a aplicar cargos penales a personas que entran sin papeles o que regresan ilegalmente luego de ser deportados. Ya en el año 2016, este tipo de casos constituían casi la mitad de todas las acusaciones en tribunales federales.