Boricuas e inmigrantes: “Ellos son nosotros”
Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses, pero durante la presidencia de Trump, corren peligro.
KISSIMMEE, Florida – Ataviados de pies a cabeza con su bandera puertorriqueña, la cual también enarbolaban orgullosamente, los boricuas de Kissimmee disfrutaban el domingo 9 de septiembre del Desfile Puertorriqueño (la parada, como le llaman) celebrando sus raíces y su cultura. Pero algunos tenían muy presentes que en menos de dos meses hay elecciones intermedias y existen motivos de peso para votar.
El cuestionable trato dado a Puerto Rico por el gobierno federal y la administración de Donald Trump tras el paso del huracán “María”, y las políticas antiinmigrantes y prejuiciosas de Trump pesan en la mente de algunos de esos votantes boricuas.
La familia Vélez, incluyendo a la matriarca, colocó sus sillas de playa sobre el camellón de una de las avenidas del centro de Kissimmee por donde desfilaron carros alegóricos, reinas, un Rey Momo, policías y alguaciles, y, claro está, políticos ondeando la bandera puertorriqueña conscientes de que les urge el voto de este sector en las intermedias del próximo 6 de noviembre.
El senador demócrata de Florida, Bill Nelson, era uno de esos políticos, recibido, por cierto, calurosamente por los boricuas. Nelson está en una apretada lucha por conservar su escaño del Senado federal ante el republicano Rick Scott, actual gobernador de la Florida, quien incluso intenta “hablar” español para granjearse a este voto.
Gloria Vélez llegó de Nueva York a Orlando hace 20 años y dice que la respuesta al huracán “María” y las políticas antiinmigrantes de Trump son motivación para votar.
“Lamento tanto que el gobierno federal no considera a Puerto Rico como parte de Estados Unidos. De lo contrario, habrían hecho más para ayudar a nuestra gente allá”, indicó.
“Tirarle servilletas, papel toalla a los afectados por el huracán como si fueran animales, fue una falta de respeto muy grande para nuestra gente”, dijo Gloria.
Eso, agrega, será un factor en cómo voten los puertorriqueños, pero hay más. “Muchas cosas que (Trump) hace y dice”, agrega Socorro Ramos, refiriéndose a la incendiaria retórica y políticas antiinmigrantes de Trump.
Los puertorriqueños, dijo, resienten el mal trato hacia los inmigrantes porque “si se los hace a ellos, se lo hace a cualquiera”.
Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses, pero durante la presidencia de Trump, corren peligro, coincidieron Socorro y Gloria.
“Ahora corremos peligro. Si nosotros no abrimos los ojos, vamos a estar en la misma situación que están los inmigrantes, porque ellos (el gobierno de Trump) nos tratan del mismo modo. No hay diferencias. Ellos no nos consideran (a los puertorriqueños) como americanos, aunque sí lo somos”, señaló Gloria.
“Muchos de nosotros los boricuas nos hemos casado con mucha gente de otros países y de otras culturas, y el daño que les hacen a esa gente también nos hace daño a nosotros. No hay separación. Unos son ciudadanos y otros no, pero tenemos el mismo lenguaje, la cultura es similar. Ellos son nosotros”, afirmó, por su parte, Roberto Vélez.
Al menos entre estos tres boricuas, Nelson tiene el voto asegurado.
“Hay mucha gente a favor de Scott. Él sabía que iba a buscar el escaño del Senado y empezó a hacer las conexiones con los boricuas para tener esa comunidad de su lado”, señaló Roberto.
De ahí los viajes a Puerto Rico, a la Florida Central, los anuncios en español. “Pero yo no me dejo llevar por eso. Me dejo llevar por lo que ha ocurrido anteriormente, la asistencia y el apoyo que Nelson le ha dado a esta comunidad”, dijo Roberto.
Aunque Scott intente distanciarse de Trump, “lo que le importa es el Partido Republicano”. No ha sido “un gobernador de toda la gente. Yo no le tengo confianza a Scott”, agregó Roberto, quien también favorece al demócrata Andrew Gillum para la gobernación.
Con todo, añadió, los grupos cívicos, pero sobre todo los partidos políticos, deberían hacer más para acercarse a la comunidad de manera constante y no solo en ciclos electorales. “Ambos partidos tienen culpa” del pobre acercamiento a los votantes.
A pesar de todo, dijo Roberto, hay que salir a votar. “Si no lo hacemos, entonces hay algo malo aquí. Pero creo que nosotros los boricuas no nos olvidamos de lo pasado y de lo que los políticos han hecho o no para ayudarnos a nosotros”.