Empresario inmigrante reparte miles de dólares en juguetes
Ha donado más de 10,000 dólares en los últimos años a escuelas, iglesias y particulares de bajos recursos
Como inmigrante, Ezequiel Sierra llegó al país para superarse y se convertió en empresario. Su buena fortuna es algo que regresa a manos llenas, ya que desde hace tres años reparte miles de dólares en juguetes a niños de escasos recursos de Los Ángeles.
“Solo este año, entregué juguetes a 700 niños de la escuela elemental Roosevelt de Lynwood por un valor de alrededor de 6,000 dólares, pero hemos repartido mucho más de los 10,000 dólares”, resalta.
Precisa que un porcentaje de los niños que recibieron los obsequios son menores con necesidades especiales.
“En los últimos años hemos hecho donativos a iglesias, escuelas y personas que tienen mucha necesidad, pero supé que había niños sin hogar en la escuela Roosevelt de la ciudad de Lynwood, y este año decidimos apoyarlos”, relata.
¿Cómo le nació la idea de ayudar a otros?
“Porque yo viví Navidades sin dinero para la cena. Eso me marcó en la vida, y me veo reflejada en la gente que menos tiene”, comenta.
Originario de la ciudad de México, hace 29 años Ezequiel vino a Estados Unidos cuando tenía 16 años en busca del Sueño Americano.
“Crucé por el cerro. Venía con una mano atrás y una adelante. Aquí en Los Ángeles tenía un tío que me ayudó. Me dio un techo y me mandó a la escuela de costura”, platica.
“Empecé como costurero en el Distrito de la Moda de Los Ángeles, ganando 200 dólares a la semana y duré 8 años en ese trabajo”, recuerda.
Después se hizo vendedor en una tienda de mayoreo para mujer en el mismo Distrito de la Moda.
“Yo era muy penoso. No sabía ni decir ‘hola’. Fue todo un reto. Ahí estuve 15 años. Pero me empecé a relacionar con los clientes de mayoreo y surgió la idea”, comenta.
Pero confía que no quería pasarse la vida como vendedor. “En 2009 abrí un negocio de consultoría de marca en ropa y accesorios de mujer para pequeños negocios como boutiques al que le puse por nombre Paraíso Packing”.
“Todo partió porque me dí cuenta que muchos pequeños negocios de mayoreo que comenzaban no sabían cómo promover su marca e imagen”, cuenta.
Los primeros cuatro, cinco años fueron muy difícil, reconoce. Pero después comenzó a ver luz al final del camino. En la actualidad, sus clientes son de México, Australia y Canada.
Admite que ha enfrentado obstáculos al tratar de crecer su negocio, como el hecho de “no poder tener créditos y no crecer como yo quisiera, pero hasta ahí”.
“La principal barrera es nuestra forma de pensar. Yo trató de inyectar el espíritu de no ser conformistas a mi familia y a mis trabajadores. Pero para tener éxito hay que dar el extra”, expresa.
Lo que le funcionó a Sierra fue descubrir qué quería hacer en la vida e irse por esa línea, aunque le implicó sacrificios como dormir en su propio negocio por un año. Y recomienda para tener éxito juntarse con gente que piensen diferente a uno.
¿Le dan miedo las políticas del presidente Trump?
“No me da miedo. El presidente está haciendo su trabajo. Tiene que defender su país y su gente. Los latinos debemos dar el ejemplo en todo los sentidos. Hay que respetar las leyes. Aquí han nacido nuestros hijos y necesitamos aportar a este a país”, considera.
Ezequiel es padre de tres hijos nacidos en Estados Unidos que ahora tienen 22, 20 y 12 años.
Su sueño, dice, es crear una fundación para ayudar a los niños con cáncer, para seguir regresando a la comunidad parte de lo que ha recibido.