México ya está en semis

Ahora es Pulido quien se luce con un triplete y ayuda al Tri a dominar a Honduras en el Preolímpico

Alan Pulido (c) hace un disparo ante el portero José Mendoza, de Honduras

Alan Pulido (c) hace un disparo ante el portero José Mendoza, de Honduras Crédito: EFE

Tal vez, en lugar del Tricolor, hay que comenzarlo a llamar el “Torbellino Negro”.

En otra actuación demoledora, la selección mexicana Sub-23 derrotó 3-0 a Honduras y de esta manera consiguió su boleto a las semifinales del Torneo Preolímpico de Concacaf.

Con su uniforme, todo en negro, el cuadro azteca dio una demostración de gran futbol en la cancha del Home Depot Centre de Carson.

Con tres goles de Alan Pulido y actuaciones de primer nivel de Marco Fabián, Javier Aquino y Miguel Ponce, la escuadra mexicana exhibió su gran deseo de asistir a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

Al igual que en la cancha, el ambiente en las tribunas fue espectacular con los catrachos gritando a todo pulmón: “Honduras, Honduras, Honduras”.

Y con los mexicanos trataban de ahogar las exclamaciones de apoyo de sus rivales deportivos con el cántico de “Mé-xi-co, Mé-xi-co, Mé-xi-co”.

El duelo entre los aficionados de ambas selecciones calentó mucho el ambiente frío que dejó la fuerte lluvia que dos horas antes había azotado al coloso de Carson.

El azul y blanco de las banderas de Honduras brillaban en las graderías en donde también se desplegaban insignias patrias del cuadro Tricolor.

Gritos, silbidos, aplausos, abucheos, conformaron una atmósfera que solamente se vive en los clásicos que escenifican catrachos y mexicanos.

A la hora de entonar los himnos nacionales de cada país, el Home Depot se cimbró con el coro de miles de personas que al unísono interpretaron con el corazón: “¡Mexicanos al grito de gueeerra!”.

La melodía del Himno hondureño fue saludada con euforia por los centroamericanos, quienes entregaron el alma al cantar la letra de las estrofas con las que rinden homenaje a su patria.

Desde el silbatazo inicial el partido comenzó con la misma intensidad que el ambiente que se vivía en el graderío en donde había 16,184 aficionados.

Al 12′ México se hizo presente en el marcador con una descolgada por el centro de Javier Aquino, quien abrió el balón al lado derecho para que llegara Pulido y en el vértice del área mandara un riflazo que venció al portero José Mendoza.

La anotación incrementó la pasión de los aficionados aztecas, quienes acompañaban cada pase del cuadro Tricolor con los gritos de “¡Ooooole”.

Por su parte, los jugadores de Honduras comenzaron a sentir la presión y su nerviosismo lo tradujeron en entradas fuertes, patadas y empujones sobre los futbolistas de México, todo ante la indiferencia del árbitro Elmer Bonilla.

Al 36′, Liborio Sánchez salvó su valla cuando Mario Martínez mandó un disparo de media distancia que rebotó en un defensor del Tri.

Pulido anotó al 37′ su segundo gol del partido, el cual podría considerarse uno de los más espectaculares del torneo.

Fabián de la Mora recorrió por la banda izquierda, cedió la pelota a Pulido, quien antes de la media luna lanzó un cañonazo que se anidó en el ángulo derecho de la portería catracha.

La anotación propició más violencia de los integrantes de la “H” y el grito de los aficionados mexicanos de: “¡Quieren llorar, quieren llorar!”.

El defensa central de Honduras, Hilder Colón, castigó con fuerza a los mexicanos con entradas que le hubieran merecido la tarjeta roja.

El primer tiempo terminó con dominio mexicano y un equipo de Honduras devastado.

A los 35 segundos de la segunda mitad, México le dio la estocada final a Honduras al anotar el 3-0 cuando Aquino despegó a toda velocidad por la banda derecha para lanzar un centro rasante que fue rematado dentro del área por Pulido para sellar su “hat trick”.

El partido terminó con un coro de miles de personas: “¡Ay, ay, ay, ay… canta y no llores”, una tonada que se ha vuelto clásica para que los mexicanos anuncien la llegada de un triunfo más.

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