Madres con buena educación mejoran a niños autistas

Las diferencias sustanciales en el desarrollo de los niños con este padecimiento radica en la educación familiar.

El Autismo es una condición que interfiere con la capacidad de aprender comunicar y socializar de los seres humanos y puede presentar señales en los infantes desde los 18 meses de edad.

El Autismo es una condición que interfiere con la capacidad de aprender comunicar y socializar de los seres humanos y puede presentar señales en los infantes desde los 18 meses de edad. Crédito: Foto Archivo

Chicago (Notimex).- Los niños que padecen autismo, hijos de madres anglosajonas con buena educación, son más propensos a mejorar en su desarrollo que los de mujeres pertenecientes a minorías y con bajo nivel educativo, según un estudio.

Publicado por la Academia Estadunidense de Pediatría (AAP), con motivo del inicio del mes de concientización sobre este mal, cuyo origen aún es deconocido, la AAP indica que anualmente en Estados Unidos, uno de cada 88 niños es diagnosticado con autismo.

Refirió que de cifra, reporta un incremento del 78 por ciento desde el año 2000, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.

El estudio “Seis trayectorias de desarrollo de los niños con autismo”, coordinado por Christine Fountain, de la Universidad de Columbia, Nueva York, concluye que los niños cuyos padres se encuentran en los más bajos estratos socio-económicos son menos propensos a evolucionar que aquellos de ambientes más favorecidos.

Precisó que aún cuando la mayoría de los niños diagnosticados conservan la enfermedad en la adolescencia, existen diferencias sustanciales en sus trayectorias de desarrollo, lo que explica porque después del diagnóstico de autismo algunos niños mejoran y otros no.

La investigación, que se publica esta semana en la revista Pediatrics, describe las rutas más comunes que los niños con autismo tienen desde el momento en que se diagnostica y a través de 14 años de edad.

Los especialistas analizaron el registro anual de los síntomas que se realiza a seis mil 975 niños con autismo en California nacidos entre 1992 y 2001, y siguieron el desarrollo de la actividad social, su comunicación, así como trayectorias repetitivas de comportamiento.

Encontraron que algunos niños mejoraron rápidamente, especialmente en la comunicación y comportamiento social, mientras otros eran más lentos en trayectorias y menos propensos a revelar una mejoría significativa.

Sin embargo, el estudio señaló que respecto a los comportamientos repetitivos de los menores se mantuvieron relativamente estables.

Alrededor del 10 por ciento de los niños experimentaron un rápido aumento en su evolución, en especial mejoraron de forma rápida y pasaron de gravemente afectados a la categoría de alto funcionamiento, señaló.

Los investigadores identificaron seis patrones típicos de vida social, comunicación, y funcionamiento de comportamientos repetitivos.

Estas trayectorias muestran una heterogeneidad significativa en las vías de desarrollo, y los niños cuyos síntomas fueron menos severos en el primer diagnóstico tendieron a mejorar más rápidamente que los gravemente afectados.

Los factores socioeconómicos se correlacionaron con los resultados de la trayectoria, de tal forma que los niños anglosajones y de madres con buena educación eran más propensos a ser de alto funcionamiento.

Sin embargo, los niños de minorías con madres con menos educación o discapacidad intelectual eran muy poco probable que experimentaran un rápido aumento.

Tomando en cuenta las diferencias socioeconómicas que se encontraron, los autores del estudio concluyeron que la igualdad de acceso a la intervención temprana y el tratamiento de los recursos para los niños menos favorecidos es de vital importancia.

“Los niños con autismo tienen heterogéneas vías de desarrollo, y en este estudio un grupo de niños evidenció un notable cambio en su desarrollo en el tiempo. Entender lo que impulsa estos resultados es por tanto fundamental”, precisó el análisis.

Los investigadores aseguraron que aprender más acerca de las características de la familia de estos niños puede dar forma al tratamiento de la enfermedad, explorando otras vías para ayudar a la evolución de los menores autistas en su desarrollo.

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