Se declara boicot contra lujosos hoteles en LA
Celebridades y funcionarios protestan contra el gobierno de Brunéi, que pide pena de muerte para quienes sostienen relaciones homosexuales
El actor estadounidense George Clooney, el cantante inglés Elton John y la actriz Nancy Sinatra —hija del afamado cantante y actor Frank Sinatra— se sumaron ayer al boicot del concejal de Los Ángeles Paul Koretz, el contralor Ron Galperin y el jefe de Igualdad California, Rick Zbur en contra de lujosos hoteles de Beverly Hills y Bel Air.
La Agencia de Inversiones de Brunéi, un brazo del gobierno de Brunéi —un país ubicado al sudeste de Asia— es propietaria del Hotel Beverly Hills y del Hotel Bel-Air.
El anuncio del boicot contra los glamorosos hoteles obedece al hecho de que son parte del gobierno del sultanato de Brunéi que, a partir de hoy 3 de abril, aplicaría estrictas leyes islámicas, incluida la pena de muerte, flagelaciones en público a pedradas como castigo a la comisión de actos homosexuales, adulterio y amputaciones de manos y pies por hurto.
“Debemos enviar un mensaje, como podamos, de que ese trato es inaceptable. Es por lo que David y yo nos hemos negado a permanecer en estos hoteles y continuaremos haciéndolo. Esperamos que nos acompañen en solidaridad”, indica el mensaje de Twitter de @eltonofficial.
En las escalinatas al sur del edificio del Ayuntamiento de Los Ángeles, Paul Koretz —representante del Distrito 5 de Los Ángeles— dijo que cualquier posición oficial de la ciudad de Los Ángeles con respeto a legislación, reglas, regulaciones o políticas propuestas ante un gobierno local, estatal o federal o agencia, primero debe ser adoptado en la forma de una resolución por el Concilio de la Ciudad y firmado por el alcalde Eric Garcetti.
La resolución indica que el gobierno de Brunéi, liderado por el sultán Hassanaj Bolkiah —quien gobierna a esa pequeña nación en la Isla de Borneo rodeada por Malasia y el mar de la China Meridional— ha promulgado una ley que castigaría las relaciones entre personas del mismo sexo y adulterio con la muerte y, de acuerdo con el nuevo código penal, cualquier individuo que sea culpable de dichas ofensas sería apedreado hasta la muerte.
“[La resolución] es simbólica pero efectiva por el efecto que tendrá para echar abajo esa brutal y vergonzosa ley”, dijo Koretz a La Opinión. “En Los Ángeles somos una ciudad que abraza y es tolerante [con la comunidad LGBTQ] y esta ley nos hace retroceder cientos de años”.
Koretz hizo un llamado para que los turistas que lleguen a Los Ángeles no se hospeden en el Beverly Hills and Bungalows ni en el Hotel Bel Air y que tampoco celebren allí sus reuniones ni convenciones. “Así van a sentir el impacto en sus bolsillos”, dijo el concejal.
Habla la comunidad
Alex Malek, un inmigrante de Egipto —país donde sus leyes no penalizan explícitamente la homosexualidad o el travestismo pero que sí sanciona comportamientos inmorales, escandalosos u ofensivos para las enseñanzas de un líder religioso reconocido— dijo que las leyes de Brunéi “no deberían ser permitidas y deberían dejar que cada quien haga con su vida lo que quiera”.
“Esos castigos de apedrear a la gente a muerte fueron parte del pasado”, comentó su hija Maryam, de 22 años.
Louie Khalil tiene familiares en Siria, un país donde los musulmanes sunnís tienen leyes en el código penal que prohíben “relaciones carnales en contra del orden de la naturaleza [humana]”; de desobedecer, podrían significar hasta tres años de prisión.
Ante este situación dijo que “nadie debería ser condenado a morir por ser él o ella misma”. “Yo tengo un primo que ‘salió del closet’ y su familia estuvo tratando de convertirlo mediante terapias que no funcionaron”, dijo. “Creo que el respeto es la base de toda relación humana”.
La resolución del concejal Paul Koretz, copresentada por sus homólogos Mike Bonin (Distrito 11) y Mitch O’Farrell (Distrito 13), ha sido presentada al comité de reglas, elecciones y relaciones gubernamentales de la ciudad de Los Ángeles. De ahí pasará a una audiencia para que sea escuchada por el pleno del concilio y tiene que ser incluida en la agenda y al final. Si es aprobada, es firmada por el alcalde.
A nombre de Dorchester Collection, el grupo que administra el Beverly Hills Hotel and Bungalows & Hotel Bel Air, Brittany Williams respondió por escrito que: “El Código de la Colección Dorchester hace hincapié en la igualdad, el respeto y la integridad en todas las áreas de nuestra operación y valora a las personas y la diversidad cultural entre nuestros huéspedes y empleados”
“La inclusión y la diversidad siguen siendo creencias fundamentales, ya que no toleramos ninguna forma de discriminación”, agregó.l