Roberta Jacobson: AMLO “se va a dar cuenta de que no se pueden aceptar siempre las demandas de un matón como Trump”

La exsubsecretaria de Estado para América Latina, Roberta Jacobson, afirma en una entrevista con BBC Mundo que si Trump es reelecto sería muy dañino para las relaciones con la región

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Crédito: Getty Images

Cuando Roberta Jacobson renunció como embajadora de Estados Unidos en México el año pasado, varios advirtieron que dejaría un gran vacío en la relación de Washington con América Latina.

Después de todo, Jacobson era considerada una de las diplomáticas de EE.UU. con más experiencia en la región, luego de 31 años de carrera que incluyeron su desempeño como secretaria de Estado adjunta para el Hemisferio Occidental.

Su renuncia fue vista como un gesto de discrepancia con las políticas del actual presidente de EE.UU., Donald Trump, que tensaron la relación con México por sus exigencias en materia migratoria o comercial.

El vínculo bilateral siguió sometido a duras pruebas, como la reciente amenaza de Trump de imponer aranceles a México para que ese país detenga el flujo de migrantes que llegan a EE.UU. desde Centroamérica.

La amenaza fue desactivada este mes con un acuerdo de última hora, que genera dudas a Jacobson sobre su viabilidad o la sostenibilidad de la estrategia de “paz y amor” seguida por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ante Trump.

López Obrador “va a encontrar que no se puede conciliar y aceptar siempre las demandas de un matón como Trump”, advierte Jacobson en una entrevista con BBC Mundo.

También cuestiona que Trump haya anulado parte de la política de acercamiento de EE.UU. a Cuba, que la tuvo a ella como negociadora clave durante el gobierno de Barack Obama, y sostiene que la vieja estrategia que fracasó en la isla ahora se aplica en Venezuela.

Lo que sigue es un resumen del diálogo telefónico con Jacobson, que actualmente es asesora principal del Albright Stonebridge Group, un influyente grupo de consultoría global con sede en Washington.


¿Cuál es su balance del reciente acuerdo entre Estados Unidos y México sobre migración para evitar que Trump imponga aranceles a su vecino del sur?

El balance depende del lado. Del lado mexicano, les parece un éxito porque por lo menos no tienen aranceles por 90 días. Tienen que implementar más o menos lo que ellos ya han comprometido. Claro que hay más efectivos en la frontera sur (de México) de la Guardia Nacional. Y está aumentando el programa de protección de migrantes, ampliado desde tres ciudades en la frontera a toda la frontera. Estos no son cambios que no sean reales, pero no son algo totalmente nuevo.

AMLO y Trump

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“El presidente López Obrador tendrá que decidir si quiere continuar con amor y paz o si necesita confrontarlo” a Trump, anticipa Jacobson.

Trump sostiene que sin la amenaza de imponer aranceles a México no tendría un acuerdo firmado como este. ¿Está de acuerdo?

Tengo que admitir que sí. Por mucho que me da pena decirlo, la amenaza sí funciono porque podíamos ver casi la mitad del gabinete (de México) viajando a Washington en pánico, prestar atención y acordar cosas que quizás no estaban preparados para aceptar antes.

Uno de los pilares del acuerdo es hacer que los migrantes esperen en México mientras sus solicitudes de asilo se procesan en los tribunales de inmigración de Estados Unidos. ¿Es esto algo que México puede hacer con éxito?

Esa es la parte más peligrosa para México y no creo que vaya a tener éxito. Si vemos las cifras que ha mencionado el canciller en el momento en que estaban escribiendo ese acuerdo, tenían entre 8,000 y 10,000 migrantes esperando en México. Después de una semana hay gente que dice que la cifra es como 20,000 personas. No sé exactamente, pero está creciendo la cifra de personas que tienen que esperar en México.

Y tenemos encima la ampliación del programa por toda la zona norte de México. Eso me parece que va a presionar al gobierno de López Obrador muchísimo, porque no veo infinita la paciencia, la generosidad o los recursos de los estados en el norte del país de aceptar a esa gente. ¿Cómo pueden alimentarlos, dar viviendas y hasta quizás empleos a todas esas personas que tienen que esperar a veces dos años para su proceso de asilo?

Migrantes en camino desde Centroamérica hacia Estados Unidos

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Jacobson cree que una cantidad creciente de migrantes en el norte de México “va a presionar al gobierno de López Obrador muchísimo”.

Fue un error por parte del gobierno de México aceptar todo esto sin pensar exactamente cómo finalizar ese proceso. El acuerdo dijo solamente que EE.UU. va a acelerar el proceso de asilo, pero ¿qué significa eso? El problema es lo largo del proceso. No solo aumenta la frustración de la gente esperando, sino que van a buscar otra manera de entrar en EE.UU.

EE.UU. aspira que México implemente un acuerdo de “tercer país seguro”, según el cual los inmigrantes deberían solicitar asilo en el primer país seguro al que ingresan. Pero, ¿se podría considerar a México como un país “seguro” para los migrantes? ¿Disuadiría eso a los migrantes de ingresar a EE.UU.?

Por lo que he leído, se va a pensar en la posibilidad de que los migrantes de El Salvador, Honduras u otros países se queden en Guatemala como refugiados. Y los de Guatemala en México.

Ahora, no veo la capacidad de México para procesar todos estos migrantes, y ni hablar de Guatemala. No tienen recursos humanos ni financieros para procesar a todas esas personas. Y esperar para un proceso en México va a motivar a la gente a continuar su viaje a EE.UU. Así que no creo que eso pueda funcionar.

Encima tenemos en la ley de “tercer país seguro” una certificación de que el país donde los migrantes se quedan, México en este caso, sea suficientemente seguro para que puedan solicitar estatus de refugiados. No sé cuáles son los criterios para certificar que un país sea seguro, pero sería un poco difícil certificar a México, donde la cifra de homicidios aumenta todavía.

Otra clave del acuerdo es el uso de hasta 6.000 militares en México para tratar de detener a los migrantes de América Central que intentan llegar a EE.UU. La pregunta es si será posible detener la migración con el uso de la fuerza…

La respuesta corta es no. Si hemos visto la frontera sur de EE.UU. y el aumento de efectivos de la Patrulla Fronteriza, que se ha hasta triplicado en los últimos 10 o 20 años, todavía no podemos frenar la migración sin documentación. ¿Cómo podemos tener expectativas de que México sí pueda hasta cerrar la frontera sur con Guatemala y Belice, que es un área de selva muy difícil a veces de monitorear y patrullar?

Militares y migrantes

AFP
“No veo como factible la posibilidad de frenar o parar el flujo de migrantes con la fuerza”, dice la exembajadora de EE.UU. en México.

No veo como factible la posibilidad de frenar o parar el flujo de migrantes con la fuerza. Pero si despliegan más efectivos del Ejército o la Policía a la frontera sur, es probable que encuentren más migrantes que ahora y deporten más a sus países en América Central.

La única forma de afectar la migración de una manera permanente es cambiar las raíces del problema: la pobreza, la situación en el campo en esos países, y la seguridad.

Este acuerdo es el ejemplo más claro de cómo López Obrador ha tratado de evitar la confrontación con Trump, ensayando una estrategia de “amor y paz”. ¿Es una estrategia sostenible o, finalmente, AMLO tendrá que enfrentarse a Trump?

Así como el presidente López Obrador ha encontrado que “amor y paz” como política doméstica sobre migración no funciona infinitamente, también va a encontrar que no se puede conciliar y aceptar siempre las demandas de un matón como Trump.

Si estas medidas no bajan las cifras de migrantes de México a EE.UU., (Trump) va a regresar al tema de los aranceles. ¿Y qué es una baja significativa? ¿Diez por ciento de las personas? ¿Veinte por ciento? ¿Y por cuánto tiempo? Tenemos más de un año hasta la elección en EE.UU. y el problema que un país tiene para satisfacer a un matón como Trump es que a cada rato va a iniciar otra demanda.

En algún momento el presidente López Obrador tendrá que decidir si quiere continuar con “amor y paz” o si necesita confrontarlo, porque tiene sus propios problemas en México con este tipo de políticas.

Trump está lanzando formalmente su campaña de reelección en 2020. ¿Qué significarían cuatro años más de su presidencia para las relaciones de Estados Unidos con América Latina?

Es algo difícil de contemplar, pero creo que sería muy dañoso para las relaciones porque siempre está utilizando los palos y no los incentivos. La política aquí me parece que es solamente de amenazas, la posibilidad del uso de la fuerza en Venezuela, o aranceles en una guerra comercial, o sacar asistencia a América Central… No es una política de relación positiva. Incluso está regresando a una política que ha fracasado totalmente en el pasado en contra de Cuba y el cambio que ellos merecen.

Donald Trump

Reuters
Si Trump es reelecto “sería muy dañoso para las relaciones” con Latinoamérica, afirma Jacobson.

Si tenemos cuatro años más, lamentablemente solo van a motivar a este presidente y su administración a seguir tratando a otros países de esta manera, gastando toda la voluntad en América Latina de trabajar con nosotros y considerar a EE.UU. su aliado y socio principal en el mundo.

Eso lamentablemente va a empujar a los países de la región a otros poderes como China o Rusia. No creo que sea una Guerra Fría o del pasado, pero si los países están buscando prosperidad y relaciones un poco más predecibles y no caprichosas, van a buscar en otro lugar.

Trump argumenta que el acuerdo de Obama con Cuba era “completamente unilateral” y permitió que los dólares de EE.UU. apoyen un “monopolio militar” que abusa de los cubanos. La pregunta es si Obama pudo haber sido más firme en la negociación con Cuba, con más exigencias en materia política o de derechos humanos…

Una de las cosas que quizás (Trump) no entiende es que esa negociación fue una manera de ayudar al pueblo cubano, de cambiar la isla desde abajo y no desde arriba. Decir que no recibimos los EE.UU. suficiente por parte de los cubanos es mal entender la razón para iniciar la política.

La política no fue un regalo al gobierno cubano. Y la mejor evidencia de esto es que lamentablemente el gobierno cubano no ha aprovechado esos años de apertura para conseguir más en materia comercial y económica, porque estaban muy temerosos de que con una apertura económica y comercial se iba a perder su control político.ç

Y esa fue parte de la razón para la política: que con una intercambios, visitas de estadounidenses, más tecnología etcétera se va a abrir la isla de una manera que se pueda avanzar políticamente después.

Embajada de EE.UU. en Cuba.

AFP
Jacobson niega que el acercamiento a Cuba iniciado en el gobierno de Obama, fuera “un regalo al gobierno” de la isla.

Tratar de estrangular al gobierno cubano de recursos financieros no va a funcionar. Estamos regresando a una política de los ’60 y ’70 que no ha funcionado. Tenemos que recordar que otra de las razones de la política de la administración Obama fue sacar el tema de Cuba como irritante en nuestras relaciones con el resto de América Latina. Y eso fue un logro espectacular.

¿Ha fallado algo en la política de Estados Unidos hacia Venezuela para lograr la salida de Maduro del poder?

Es una de las cosas más difíciles de pensar: ¿cómo podemos en EE.UU. encontrar una salida para Venezuela? Una salida de Maduro, de un gobierno criminal, es muy difícil de ver ahora. Salvo la posibilidad de convencer a los rusos o a los chinos -que sí tienen influencia todavía, creo- que convenzan a Maduro de salir. Pero tampoco veo eso como muy probable.

¿Cómo observa la estrategia de reconocer a Guaidó y establecer sanciones fuertes en el área del petróleo para forzar la salida de Maduro del poder?

Reconocer a Guaidó lo veo positivo. Eso dio un poco de ánimo a la oposición y fuimos acompañados por más de 50 gobiernos. Así que no estamos hablando de una política unilateral de EE.UU.

Otra cosa son las sanciones mucho más fuertes, especialmente en petróleo. Eso está basado en la tesis de que si se continúa presionando al gobierno de manera financiera, va a haber un cambio de gobierno. Fue la estrategia en contra Cuba y otros que yo veo como fracasos en muchos lugares.

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Pese a las sanciones de Trump, Nicolás Maduro se mantiene en el poder en Venezuela con el respaldo de los militares, Rusia y China.

Si estamos hablando de sanciones en el área de petróleo, eso afecta a todo el país. Es decir que vamos a presionar hasta al pueblo venezolano para cortar el sufrimiento de ese mismo pueblo. Veo un poco cruel pensar de esta manera, que quizás ellos van a sufrir aún más para acelerar el cambio. El problema es que no está acelerando el cambio, y eso fue previsto. Solamente está acelerando el propio sufrimiento del pueblo.

No puedo decir que esas sanciones fueron un error, pero continúan las herramientas de una política totalmente negativa y no positiva que veo muy problemática.


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