La Víbora: Por favor, Chiquis Rivera, no enseñes de más
A nuestra serpiente comentarista del entretenimiento no se le escapa nada ni nadie
Van a decir que soy una venenosa de lo peor, y la verdad sí lo soy. Pero es que no puedo ignorar la gordura de Chiquis Rivera. ¿O ustedes sí? ¿Vieron uno de sus más recientes posts en instagram, en donde enseña su rebosante e inmenso trasero?
Sé que en gustos se rompen géneros y que para algunos eso es sexy, pero para mí no deja de ser una manera extrema e innecesaria de llamar la atención. ¿Para qué? Solo ella sabe. Lo cierto es que con esas fotos mi gordis querida recibe tantos halagos como críticas, ya ven cómo es la gente de malvada.
Pero insisto: esos glúteos difícilmente caben en una mirada. ¿Y así cómo no quiere que se la coman viva? Encima de todo, se pone un babydoll de encaje negro que la verdad lo último que uno ve es ese atuendo. Me pregunto si la muchacha tiene algún equipo de asesoría de imagen o algo por el estilo. ¿No habrá alguien que le diga cómo vestirse, cómo posar, y qué tipo de fotos postear? ¿O será que lo tiene y este es el resultado? Si alguien sabe quién es díganme el nombre para no contratarlo nunca.
Entiendo que para ella ha sido difícil forjar su carrera porque no canta bien, no tiene el carisma de su madre, tiene muchas libras de más y además pertenece a una familia que es más famosa por sus escándalos que por su talento, pero eso no significa que todo esto se puede superar posando con poca ropa, y más cuando no tienes la figura para hacerlo.
En mi humilde y libre de veneno opinión, a Chiquis le funciona más hablar de su romance con Lorenzo Méndez, de su boda, del anillo de compromiso y de todas esas cosas con las que sueñan las mujeres de esa edad. Eso tendría muy felices a sus fans y a los no tan fans. Los haría olvidar muchos de los looks horrendos que ha lucido en eventos pasados, como los que la han hecho parecer chorizo mal embutido. No han sido pocos, la verdad.
Así que espero que le saque jugo a su próximo enlace matrimonial con el fellito de Lorenzo, quien por cierto ya pasó la prueba de fuego al haber aguantado por tanto tiempo a ese clan de terror. Imagínense tener de tíos políticos a Juan, Rosy y Lupillo Rivera. Y de abuelo a don Pedro Rivera. ¡Huy, eso sí que está de miedo! Más de miedo que las curvotas peligrosas de Chiquis.