La terrible enfermedad que esta mujer contrajo tras un implante de senos
No está reconocida oficialmente, pero miles de mujeres reportan síntomas en foros de Internet que van desde fatiga extrema hasta dolor crónico
Naomi Macarthur, instructora británica de gimnasia de 28 años, decidió hacerse implantes de senos en 2014. A las pocas semanas, recuerda, comenzó a “sufrir síntomas espantosos”.
“Recuerdo que tenía dolores severos en el estómago”, dice. “Y el cansancio era como si hubiese corrido un maratón y hubiese cavado un millón de trincheras, pese a que no había hecho nada”.
“Escribir con un lápiz también era agotador”, asegura.
Con el paso del tiempo, su estado de salud empeoró: comenzó a sufrir una larga lista de síntomas que incluyen pérdida del cabello, alergias y erupciones cutáneas.
“Fue terriblemente horroroso”, le dice a la BBC con lágrimas.
Lo que describe Macarthur es una condición denunciada por miles de mujeres en foros de Internet en distintas partes del mundo.
Denominada enfermedad por implantes mamarios, se trata de una condición que no tiene un diagnóstico oficial y con poca evidencia científica que la respalde.
Las mujeres que dicen haberla padecido manifiestan haberse recuperado después de quitarse los implantes.
Dados los numerosos testimonios de mujeres que aseguran sufrir síntomas que incluyen dolor crónico y fatiga extrema, la Asociación Británica de Cirujanos Plásticos (BAAPS, por sus siglas en inglés) declaró ahora que las mujeres que se hacen implantes de pecho deben ser alertadas sobre esta condición.
Asimismo, cirujanos -incluidos los de la BAAPS- están pidiendo que se lleven a cabo más investigaciones sobre el tema.
La agencia gubernamental británica que regula estos procedimientos señala que se han hecho más de un millón de implantes de seno en Reino Unido, y los cirujanos reportan que la mayoría de las pacientes están contentas con los resultados.
Sin embargo, una serie de mujeres contactadas por la BBC reportaron que sufrieron complicaciones de las que que no habían sido advertidas.
Recuperación
Macarthur cuenta que los médicos insistían en que su enfermedad no estaba vinculada a los implantes y, en un momento, le diagnosticaron lupus.
El año pasado la joven descubrió de qué se trataba la enfermedad por implantes mamarios y encontró apoyo en grupos de internet.
Macarthur decidió entonces quitarse los implantes y dice que, a los pocos días, los síntomas que la habían afectado durante cuatro años empezaron a desaparecer.
“No puedo creer lo bien que me siento y cómo me recuperé”, explica.
“Es una locura”.
Enfermedad real para los pacientes
Algunos sectores de la comunidad médica se muestran escépticos sobre la existencia esta condición.
La BBC conversó con un cirujano -que prefirió mantener su anonimato- que asegura que no es una condición médica real.
Los síntomas reportados por aquellos que dicen sufrir la enfermedad -relacionados mayormente con el sistema autoinmune- son amplios.
Incluyen fatiga, dolor en el pecho, caída del cabello, dolor de cabeza, escalofríos, fotosensibilidad, dolor crónico, confusión y problemas del sueño.
Esto quiere decir que, actualmente, hay poca evidencia de que estos síntomas estén ligados específicamente a los implantes.
“Por lo que concierne a algunos de mis pacientes, la enfermedad por implantes mamarios es algo muy real para ellos, y yo no tengo ningún motivo para dudar de lo que dicen”, señala Naveen Cavale, Secretario Nacional de Reino Unido de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica.
“Pero para mí, como médico, no tiene sentido desde un punto de vista científico“.
“La enfermedad por implantes mamarios no es algo de lo que estemos acostumbrados a hablar, pero las asociaciones de cirujanos plásticos como la nuestra empezaron a recomendar que lo hagamos, y creo que es algo bueno para los pacientes, para que puedan tomar decisiones más informadas”.
Nora Nugent, especialista en cirugía plástica de la BAAPS, concuerda.
“Los cirujanos deberían advertir a los pacientes sobre la enfermedad por implantes mamarios. Los pacientes deberían tener la información más actualizada posible, con la salvedad de que no se sabe mucho sobre esta enfermedad”, señala Nugent.
“Eso hará que sea difícil dar información en términos absolutos”, añade.
En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha comenzado a estudiarla.
Peor que la quimioterapia
Steph Harris, una mujer británica, se hizo tres tipos de implantes. Harris cuenta que, en cada ocasión, experimentó síntomas de enfermedad por implantes mamarios.
Harris tuvo cáncer de pecho, pero su cirujano y oncólogo cree que la fatiga crónica y el dolor están relacionados con los implantes.
Harris se vio obligada a dejar su trabajo como enfermera por la dolencia.
“Lidiar con el cáncer de pecho fue más fácil. Sé que suena raro, pero lidiar con la quimioterapia es más fácil que lidiar con la fatiga crónica. He pasado por las dos cosas y ésta es peor”.
Ahora Harris será sometida a una cirugía para retirar las prótesis, algo que le hace ilusión porque podrá volver a hacer cosas simples como “dar un paseo”.
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