Bombazo deja dos muertos, 48 heridos
El ataque iba dirigido contra un ex ministro colombiano
BOGOTÁ, Colombia (AP).- Un atentado con explosivos dejó ayer al menos dos muertos y 48 heridos, entre ellos un ex ministro del Interior, contra quien se presume estaba dirigido el ataque perpetrado en una calle del norte de Bogotá.
El presidente Juan Manuel Santos dijo en una declaración en la casa de gobierno que en el atentado perecieron el chofer y un policía escolta del ex ministro Fernando Londoño (2002-2003), quien trabajó en el gobierno de expresidente Álvaro Uribe (2002-2010).
“Al doctor Fernando Londoño le hicieron un atentado, un atentando cuando iba en su automóvil blindado”, dijo Santos. “Afortunadamente el doctor Londoño está estable, está en el hospital”, agregó.
Pero en el incidente “infortunadamente murieron su conductor y un agente de la policía” que era parte de la escolta del exministro, un comentarista radial, acérrimo enemigo de la guerrilla y crítico del actual gobierno.
Santos condenó el atentado, aunque no dijo de qué sector podía provenir ni las causas. Tampoco la policía dio detalles de inmediato de lo ocurrido. Las autoridades policiales y de la alcaldía capitalina ofrecieron una recompensa de 100 millones de pesos (unos 56 mil dólares) por datos que lleven a la ubicación de los responsables.
El ataque de la jornada fue el peor desde que el 7 de febrero de 2003, en un bombazo a un exclusivo club de la ciudad, murieron 36 personas y más de 200 resultaron heridas. Ese atentado fue atribuido por el gobierno a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) al colocar un carro-bomba en el estacionamiento del club El Nogal, al norte de Bogotá.
Más recientemente, nueve personas resultaron heridas en agosto de 2010 por la explosión de un coche bomba, también al norte de la ciudad, frente a un conjunto de edificios donde opera entre otros la radio Caracol. En ese momento, ya en el gobierno de Santos, ese atentado también fue atribuido a la guerrilla de las FARC.
El alcalde de Bogotá Gustavo Petro, quien estuvo poco después en la zona de la explosión, dijo en su cuenta de Twitter que hay una persona capturada y que también hay videos del incidente.
El detenido es sospechoso de haber conducido un coche bomba que fue ubicado y desactivado por la policía en el centro de la ciudad más temprano, dijo Petro a reporteros en la zona de la explosión. No está claro si el incidente con el coche bomba y el atentado con explosivos están vinculados entre sí.
Agregó que el atentado, por las investigaciones iniciales, fue hecho por una persona a pie que con un sistema de ventosas pegó a la puerta del auto de Londoño el explosivo y luego lo hizo estallar a la distancia, pero que no tenían más detalles.
“Tenemos dos muertos… se trata de un atentado al ex ministro Londoño. Una persona cometió el atentado caminando”, dijo el alcalde en Twitter.
“No entendemos cuál es el propósito” del ataque, dijo más temprano Santos en la sede de gobierno. “Pero de todas formas tengan la absoluta seguridad de que el gobierno no se va a dejar descarrilar por estos actos terroristas”.
El gobierno va a investigar para “dar con el paradero de los responsables de este atentado. El terrorismo no nos va a amilanar de ninguna forma. Todo lo contrario, nos llena es de coraje para seguir adelante”.
En la Clínica del Country, al norte de la ciudad, era tratado Londoño y otras 24 personas provenientes del sitio del bombazo, según un parte del centro médico.
Otro seis heridos eran atendidos en otra clínica, la Marly, también al norte, según dijo a reporteros el general Rodolfo Palomino, director de seguridad ciudadana de la Policía Nacional de Colombia.
El director de la clínica del Country, Jorge Ospina, y el secretario de Salud de Bogotá, Guillermo Alfonso Jaramillo, dijeron a los reporteros en la clínica que ya ocho pacientes fueron dados de alta y que sólo uno estaba grave: un transeúnte identificado como Humberto Aldana Camacho, de 38 años y quien era operado y estaba en riesgo de perder su brazo derecho.
Ambos funcionarios aseguraron que el ex ministro Londoño sólo sufrió contusiones menores en el rostro por esquirlas y estaba fuera de peligro.
A la salida de la clínica del Country, el ex vicepresidente colombiano Francisco Santos, actual director de noticias de la radio RCN, dijo que había hablado con Londoño y que tenía algunas heridas de esquirlas. Según lo que relato Santos, Londoño dijo estar triste por la muerte de sus escoltas.
El ex vicepresidente Francisco Santos definió a Londoño como “un hombre… cuyas ideas no gustan en un país que hace rato perdió” el norte.
Para el ex vicepresidente no tiene por qué haber dudas: “fueron las FARC… pensar que fueron otros es como pensar, como se decía que el periodista francés estaba desaparecido”.
Las FARC reclamaron a inicios de mes la autoría del secuestro del reportero francés Romeo Langlois, de 35 años, que inicialmente fue dado por desaparecido al sur del país durante un reportaje que hacía sobre la labor antidrogas en Colombia y acompañaba a una unidad militar y de la policía que destruía laboratorios.
En esas tareas, se presentaron combates entre los uniformados y las FARC y Langlois, que está radicado en Colombia desde hace más de una década, cayó en poder de los rebeldes.
El ex ministro es uno de los más duros críticos de las guerrillas y más recientemente del gobierno del mandatario Santos, a quien ha señalado desde su programa radial al gobierno de abandonar la política de combate frontal a los rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a quien las autoridades han señalado como responsables de al menos dos atentados con explosivos y que dejaron al menos 16 muertos en febrero pasado en poblados del noroeste colombiano.
Ninguna autoridad ha señalado quién pudo estar detrás del atentado ni las razones de escoger a Londoño como blanco del mismo.
Alfredo Rangel, analista de la Fundación Seguridad y Democracia dedicada al estudio del conflicto interno, dijo que el incidente no era aislado, sino una obra de las FARC de llevar su escalada de ataques a la ciudad.
Londoño “por sus críticas (a la seguridad actual) y su perfil” de defensor de los sectores militares fue escogido por eso, estimó el analista en diálogo telefónico.
El representante a la Cámara por el izquierdista partido Polo Democrático Alternativo, Iván Cepeda, también activista de derechos humanos, dijo que no sólo condenaba el ataque sino que advirtió que podrían producirse otros y esta vez contra la izquierda. La semana pasada la ex senadora Piedad Córdoba denunció un probable atentado en su contra.
“Veo la clara intención de desestabilizar… es de sectores que no quieren la paz” y por tanto golpearan a ambos lados, derecha e izquierda, aseguró Cepeda en entrevista telefónica.
Vicente Torrijos, politólogo de la Universidad del Rosario, en Bogotá, dijo telefónicamente que se presumía una acción de las FARC porque la hipótesis es que es el único grupo que requiere mostrarse fuerte ante el gobierno en busca entonces de llegar a una negociación de paz.
“Me parece que la hipótesis de que las FARC pretenden mostrarse ante el mundo como una organización suficientemente fuerte desde el punto militar y no sólo como una organización débil que está sólo buscando una negociación con el Estado…me parece que es una hipótesis suficientemente sólida”, dijo Torrijos.
Agregó, sin embargo, que habría que esperar el resultado de las investigaciones.
Imágenes de la televisora RCN mostraron a Londoño minutos después de la explosión cuando caminaba sostenido por dos escoltas, con su rostro manchado en sangre tanto como su camisa y corbata. El traje oscuro que llevaba el ex ministro parecía salpicado de restos de vidrio y otros materiales. Lucía atontado y no habló mientras sus escoltas le sacaban de la avenida, uno de ellos al lado derecho con una pistola desenfundada y apuntando hacia arriba.
Al salir de la clínica tras ser dada de alta porque sólo quedó aturdida por el ruido, la estudiante Catalina Ballesteros, de 24 años, dijo que notó la explosión por el sonido.
Ballesteros dijo que viajaba como pasajera en un bus que quedó semidestruido al lado de la camioneta en la que estaba Londoño.
“Después de la explosión todo fue caos”, dijo Ballesteros a los reporteros en la clínica. Narró que los pasajeros del bus bajaron corriendo y que como ella iba sentada hacia el lado interior del pasillo del transporte, los vidrios rotos de la ventanilla cayeron al lado de un hombre que estaba a su lado.
“Yo me rasguñé, no más”, dijo. Cuando descendió del bus que “quedó vuelto nada” vio a un hombre que se desmayó en medio de la avenida, pero ella dijo que salió corriendo y sólo vio que un vehículo al lado del bus “estaba totalmente destrozado”.
Londoño debió renunciar a su cargo en el gabinete porque, como ministro del Interior o de la política, un referendo propuesto por el entonces presidente Uribe para combatir la corrupción y el clientelismo terminó derrotado en las urnas. En el 2004 fue inhabilitado por la Procuraduría General de la Nación a ocupar puestos públicos durante 15 años por haber acusado de corrupto y de ficha de la mafia a un juez que ordenó la libertad de los narcotraficantes Miguel y Gilberto Rodríguez en noviembre de 2002.
El político actualmente dirige un programa de radio llamado “La Hora de la Verdad” y es columnista de opinión de importantes diarios colombianos.