Los motivos por los que un perro lame el rostro
Un can también explora el mundo mediante el sentido del gusto, así que se sirve de su lengua para enfrentarse a lo desconocido
Los perros demuestran su amor por los humanos de muchas formas. Una de ellas es lamiendo la cara o manos de sus dueños, que podría considerarse como un “beso canino”. Hay estudios que afirman que el animal de compañía recibe información de nosotros a través de la lengua y además se enfrenta a lo desconocido mediante ella.
El lamido es un sistema de comunicación que el canino utiliza para transmitir varias cosas, también lo hará para conocer a alguien, llamar su atención, buscar cariño o porque le gusta el sabor de la piel de alguien, entre otros motivos que detalla El Comercio.
Conocen a la gente
El olfato es el sentido más desarrollado en un perro, pero también aprenden mucho de lo que perciben a través del gusto. El sabor de una persona le transmite mucha información como su composición química (hormonas y otros productos químicos en la piel), su estado de salud y su estado de ánimo.
Disfrutan el sabor de alguien
Hay perros que les gusta el sabor de la piel humana y por eso lamerá. Otros creerán que el humano “no sabe asearse correctamente” y ellos de manera “amable” ayudarán con su lamido a “sentirse limpio” nuevamente, tal y como lo hacen consigo mismos.
Muestran su sumisión
Lamer es un signo de respeto y sumisión para los perros. Lo hacen a otros miembros de la manada o grupo social para mostrar su aceptación del rango. Si un can te lame los pies es probablemente su manera de mostrar respeto porque eres el líder de la manada.
Padecen ansiedad
Los lamidos caninos también pueden ser una forma de aliviar la ansiedad. Si esa es la razón, debe acudirse con un veterinario o etólogo para que ayude a resolver ese problema de comportamiento.
Demuestran su amor
Un perro te lame porque te quiere. Las madres caninas lamen a sus cachorros para limpiarlos y estimularlos, así que es una de sus señales sociales más importantes. Puede hacerlo cuando se llega al tu hogar como muestra de afecto y también después de acariciarle para devolver el gesto amistoso.
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