Razones por las que seguir la dieta mediterránea hoy en día es más importante que nunca
La dieta mediterránea representa mucho más que una pauta nutricional, es un estilo de vida que se considera una de las mejores tendencias para vivir más, mejor, prevenir enfermedades crónicas y fortalecer al sistema inmunológico
La salud siempre ha sido uno de los temas más importantes de todos los tiempos, sin embargo en los últimos días derivado de la pandemia causada por el coronavirus ha adquirido una destacada relevancia. Es difícil hablar de un buen estado de salud, sin darle la debida importancia a la alimentación y es que cuando nos alimentamos con conciencia y balance estamos haciendo mucho por nosotros, al nutrirnos de manera correcta no sólo estamos ayudando a mantener un peso corporal saludable, es una de las mejores formas de prevenir todo tipo de enfermedades crónicas y degenerativas.
La dieta mediterránea es la tendencia estrella cuando hablamos de equilibrio y bienestar, no en vano actualmente es considerada uno de los mejores planes alimenticios para vivir más y mejor. Este patrón alimentario es una valiosa herencia cultural que representa mucho más que una pauta nutricional, es un estilo de vida que busca el equilibrio a través de una maravillosa serie de costumbres, tradiciones, ingredientes locales, celebraciones y recetas. Sin duda está tendencia alimenticia resulta un tesoro nutricional para los días de confinamiento como consecuencia de Covid-19 y como una gran medida de prevención, vale la pena detenerse a conocer las razones y ponerlo en práctica.
Las bases de la dieta mediterránea son sencillas pero poderosas, a grandes rasgos: propone un gran aumento en el consumo de frutas, verduras y legumbres, un moderado consumo de alimentos de origen animal y la total eliminación de alimentos procesados.
Los beneficios de la dieta mediterránea para proteger al organismo:
- La dieta mediterránea se caracteriza por su extraordinario aporte en grasas saludables, esto en gran parte se debe al uso como grasa principal, del aceite de olivo extra virgen. Es considerado el ingrediente estrella de la dieta mediterránea y se le atribuyen grandes beneficios para la salud entre los que se destaca su alto contenido en vitamina E, betacarotenos y ácidos grasos monoinsaturados que le confieren inmensas propiedades; entre las que se destaca su efecto protector del sistema cardiovascular.
- El abundante consumo de alimentos de origen vegetal como es el caso de verduras, frutas, hortalizas y legumbres, no sólo son la principal fuente de vitaminas, minerales y fibra. Se destacan por su potente valor antioxidante, al que se le atribuyen beneficios para fortalecer al sistema inmunológico, mejoran el funcionamiento digestivo y el tránsito intestinal, lo que también beneficia en la producción de glóbulos blancos indispensables en el sistema de defensas del organismo y en la prevención de infecciones causadas por agentes patógenos como es el caso de virus y bacterias.
- La dieta mediterránea es un gran aliado para combatir el sobrepeso y la obesidad, esto se debe a que la mayoría de sus ingredientes son alimentos frescos, de temporada y en su mayoría de origen vegetal, recordemos que gozar de un peso saludable es indispensable para protegernos del riesgo de contagio por coronavirus.
- A la vez la reducción de alimentos de origen animal, como es el caso de las carnes y derivados es benéfico para el corazón, contribuye en regular los altos niveles de colesterol, triglicéridos y glucosa.
- Otro de los principios básicos de la dieta mediterránea es que considera al agua como la bebida por excelencia, es un hábito sencillo con maravillosos beneficios. Acompañar las comidas del día y consumir agua natural a lo largo del día es una extraordinaria medida de salud, que evita el consumo de refrescos y jugos comerciales; a la vez es el mejor aliado para que todo funcione de manera correcta en el organismo y nos ayuda a depurarlo.
- La dieta mediterránea se destaca por sus maravillosos beneficios antiinflamatorios, por lo que de manera gradual combate los procesos inflamatorios por los que esté pasando el organismo y es un aspecto clave en la prevención de enfermedades crónicas y degenerativas.