5 errores que nunca debes cometer con tus sartenes de hierro
Tu sartén de hierro te durará toda la vida y en óptimas condiciones si le das el mantenimiento correcto
Los sartenes de hierro son de los favoritos para la cocina tradicional, duran toda la vida y además sirven para cocinar de todo, desde panqueques, huevos, verduras carbonizadas e incluso pizza. Se puede asar, saltear, pochar o hacer sofritos.
Son para cocciones medianas y lentas, retienen el calor y permiten bajar la potencia del fuego para cocinar una vez la sartén ya está caliente.
Tu sartén mejora con el tiempo, los aceites crean una superficie de poca adherencia que recubre los poros del hierro fundido, a este proceso se le llama curado, Si bien son de uso rudo, requieren de ciertos cuidados, así que evita cometer estos errores:
Cocinar alimentos ácidos
El sartén es susceptible de oxidarse si aún no está muy curado, al menos de inicio evita cocinar ácidos como tomates y jugos cítricos en grandes cantidades, esto puede hacer que el alimento tenga un sabor metálico.
Actualmente muchos sartenes de hierro fundido se venden “presazonados”, pero aún necesitan algo de apoyo para llegar al nivel “antiadherente” que esperaría.
Lavarlo incorrectamente
Para limpiarlo debemos esperar a que se enfríe.
Hay quienes solo los enjuagan con agua fría. Esto no es tan recomendable ya que pueden crecer bacterias y el recubrimiento de grasa se volverá rancio.
Usa una esponja y un jabón lavatrastes suave.
Dejarlo remojando
No coloques el sartén en el fregadero hasta que lo vayas a limpiar. La razón es evitar la oxidación que puede provocar el remojo excesivo.
Guardarlo mojado
Dejar tu sartén húmedo favorecerá su oxidación, luego de escurrir, seca con una tela y no lo guardes de inmediato. Si quieres que se vaya la humedad pronto puedes secarlo en la estufa a fuego bajo.
Antes de guardarlo puedes aplicar una capa muy delgada de aceite vegetal.
Dejar que se vuelva pegajoso
Curado no es igual a pegajoso. Para retirar ese aceite en el sartén, precalienta el horno a 200º C y hornea el sartén boca abajo. Coloca papel aluminio en la rejilla del horno y evitar ensuciar. Para tomar el sartén deja que se enfríe por completo.
Consejos
Para retirar restos de comida demasiado adheridos. Talla tu sartén con aceite, sal kosher y una toalla de papel. Cuando la sal se vea negra y sucia, enjuaga y seca bien.
Para quitar el óxido usa una lana de acero muy fina. Enjuaga, seca y procede a curarla de nuevo.
¿Cómo curarlo?
Una rocía aceite en el sartén y use una toalla de papel para esparcir bien el aceite en cada rincón y grieta, incluido el mango.
Opta por grasas no saturadas, usa aceites vegetales.
Precalienta tu horno a 475-500 ° F (lo más alto posible). Coloca un trozo de papel de aluminio en la rejilla inferior para atrapar las gotas de aceite. Coloca la sartén boca abajo y hornea durante 1 hora.
Ever Green Kitchen recomienda abrir ventanas y girar el ventilador de la cocina para ayudar a airear su lugar.
Al cabo de la hora deja que la sartén se enfríe en el horno. La superficie debería verse más oscura que cuando comenzó.