Reduce los altos niveles de colesterol, glucosa y ácido úrico con agua de alcachofa
Las alcachofas son un tesoro nutricional, que aloja grandes beneficios medicinales. Son un popular remedio con extraordinarias propiedades depurativas, digestivas, antiinflamatorias y cardiovasculares
La alcachofa es una de las hortalizas más populares del mundo, portadora de una apariencia algo exótica y considerada un tesoro nutricional y medicinal. Desde tiempos remotos las alcachofas eran utilizadas como un popular remedio digestivo, por diversas antiguas civilizaciones como los egiptos; son originarias del mediterráneo occidental especialmente de Etiopía. Hoy en día son un popular ingrediente en la dieta mediterránea, de hecho Italia es el principal país productor.
Se destacan por su alto contenido en vitaminas, minerales y sustancias antioxidantes, también se ha comprobado su grandioso aporte en fibra, inulina, hidratos de carbono, proteínas, enzimas, aminoácidos y ácidos grasos esenciales.
No en vano en los últimos años el consumo de alcachofa ha aumentado considerablemente en muchos lugares del mundo, se volvieron muy populares como parte de diversos planes de alimentación por sus grandiosas propiedades para bajar de peso. Lo cierto es que se trata de un alimento con muchos usos medicinales, sus compuestos le confieren grandes propiedades terapéuticas y es por ello que son un básico en diversos remedios de la herbolaria, la fitoterapia y la medicina natural. Entre sus virtudes curativas más populares se encuentran sus bondades depurativas (que facilitan la eliminación de líquidos y toxinas), sus beneficios digestivos, su capacidad para reducir la hipertensión, combaten a los radicales libres, mejoran el funcionamiento renal, ayudan a perder peso y quemar grasa.
También entre las grandes genialidades de su composición la alcachofa se destaca por su contenido en dos sustancias llamadas cinarina y luteolina, un flavonoide que se encuentra presente en muchas plantas verdes y amarillas y que le confieren grandes propiedades hepaprotectoras, es por ello un popular aliado para mejorar la función hepática y también actúa positivamente sobre la vesícula biliar ya que estimula la producción de bilis. También se destaca por su contenido en vitamina A y C que le confieren un efecto antioxidante y antiinflamatorio.
Dentro de la larga lista de beneficios medicinales que aporta el consumo de alcachofas, han sido consideradas como un popular aliado para combatir condiciones crónicas como la diabetes, diversas condiciones cardiovasculares y afecciones que se derivan de la inflamación crónica como es el caso de la gota y la artritis.
1. Reduce los altos niveles de azúcar en la sangre
Entre las grandes cualidades nutricionales de la composición de la alcachofa, se destaca por su contenido en inulina un carbohidrato que tiene la peculiaridad de metabolizarse de forma lenta en el cuerpo y esto favorece la transformación del azúcar en energía. Es por ello un popular aliado para prevenir y combatir la diabetes.
2. Regula los altos niveles de colesterol
La alcachofa se destaca por un extraordinario contenido en fibra, vitamina C y fitoesteroles ayuda a reducir los altos niveles de colesterol malo LDL y tiene la virtud de aumentar los niveles de colesterol bueno HDL. A la vez contiene cinarina, que es una sustancia que tiene la capacidad de estimular la secreción biliar para facilitar la digestión de las grasas e impedir que estas se acumulen en el organismo. Este proceso ayuda a evitar que los lípidos del colesterol se acumulen en las paredes arteriales, también su contenido en flavonoides aporta un potente efecto antiinflamatorio que influye positivamente al prevenir accidentes y enfermedades cardiovasculares.
3. Controla la eliminación de ácido úrico
Entre las grandes cualidades de la composición nutricional de las alcachofas se encuentra su contenido en ácido cafeico y linoleico, que son sustancias que tienen la cualidad de reducir los niveles de purina en la sangrem gracias a este efecto mejora la circulación sanguínea y se facilita la eliminación del ácido úrico en el cuerpo. A la vez sus propiedades diuréticas intervienen positivamente al eliminar los líquidos retenidos y gracias a sus bondades antiinflamatorias, benefician condiciones como la artritis y la gota.
¿Cómo preparar el agua de alcachofas?
Comer alcachofas es una gran alternativa para obtener todos sus beneficios nutricionales y curativos, sin embargo cuando se trata de mejorar condiciones particulares como las previamente mencionadas el agua de alcachofas es la mejor alternativa. Esto se debe a que en el agua se concentran todos los compuestos que se encuentran en las hojas de las alcachofas y que son los responsables de la mayoría de sus aportaciones medicinales. A la vez es un poderoso remedio diurético, bajo en calorías e ideal para estimular la depuración del organismo.
Necesitarás:
- 3 alcachofas medianas frescas (deberán de estar muy verdes)
- 1 litro de agua
Modo de elaboración:
- Lava bien las alcachofas y corta los extremos del tallo y de las hojas.
- En una olla grande agrega el litro de agua y coloca las alcachofas, hierve por 15 minutos.
- Retira las alcachofas del líquido y permite que repose tapado.
- Cuando este bien frío coloca en un recipiente con tapa hermética, refrigera y consume según las indicaciones.
Recomendaciones de consumo:
- La constancia es clave en los resultados, se recomienda el consumo de agua de alcachofa por mínimo 3 semanas.
- Consume un vaso en ayuno y otro antes del almuerzo, si lo prefieres puedes calentarla un poco o agregar hielos.
- Se conserva bien en refrigeración hasta por 1 semana.
- En complemento con una alimentación equilibrada, el consumo de esta bebida ayuda a regular los altos niveles de glucosa, colesterol, ácido úrico y ayuda a perder peso