¿Hacia arriba o hacia abajo? Descubre la manera correcta de colocar la herradura de la suerte
La herradura de caballo es uno de los amuletos más populares y pocos conocen su poder según su posición
Uno de los amuletos más populares para la suerte en todo el mundo es la herradura de caballo. A este objeto se le atribuye el poder de proteger a su dueño de la negatividad, la mala suerte y, en algunas culturas, se cree que mantiene lejos la influencia de las brujas.
Origen de la herradura como talismán
La procedencia de la herradura de caballo como amuleto se remonta a la Antigua Grecia. Los griegos creían que servía para ahuyentar a los malos espíritus y las enfermedades. Sin embargo, se volvió popular hasta el Siglo X gracias al arzobispo inglés San Dustán, quien es famoso por sus hazañas victoriosas contra el mal.
Cuenta la leyenda que, en esa época, Dustán trabajaba como herrero y se le presentó una extraña criatura mitad hombre mitad caballo, quien le pidió que le colocara una herradura.
Dustán sospechaba que esa criatura podría ser el diablo, por lo que le colocó la herradura de tal forma que le impidiera caminar. La criatura terminó por implorarle que se la quitara. Desde entonces las personas comenzaron a colgar una herradura a la entrada de sus casas para evitar que los entes enviados por Lucifer su acerquen.
Para que sea considerada de la buena suerte debe cumplir una serie de requisitos, principalmente, que sea encontrada. Se cree que carece de poder si la compramos o es regalada.
Colocar la herradura hacia abajo
Si ponemos la herradura hacia abajo supone que es un símbolo de buena fortuna para todos los que pasan por debajo de ella, por lo que es ideal colocarla de esta manera sobre el marco o dintel de la puerta de entrada.
Colocar la herradura hacia arriba
En forma de U tiene la función de proteger de los males que pudiesen estar en nuestro entorno. De esta manera, las antenas se convierten en dos potentes imanes de energías cósmicas.
Colocación de manera horizontal
Es poco habitual ponerla en forma de C y se le relaciona a la inicial de Cristo. Se coloca así para la protección espiritual o con fines religiosos.
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