Café descafeinado ¿Bueno o malo para la salud?

No importa el lugar del mundo en el que te encuentres siempre podrás tener a la mano una taza de café caliente, no en vano es la segunda bebida más consumida después del agua.

El ritual de beber una taza de café en las mañanas es una costumbre muy tradicional a la que recurren muchas personas para despertar con energía, esto se debe a que el café es uno de los estimulantes naturales más populares y también a su delicioso sabor.  Sin embargo en muchas ocasiones los amantes del café se ven en la necesidad de limitar su consumo, ya sea por ciertas preferencias personales o por cuestiones de salud. Para estos casos el café descafeinado es una de las mejores alternativas, este tipo de café en cuestiones de sabor es prácticamente igual al normal con la diferencia que se ha eliminado la cafeína. 

En los últimos años se ha hablado mucho sobre los efectos del consumo del café descafeinado, es por ello que han surgido tanto mitos como realidades en torno a este tipo de productos.

¿Qué es el café descafeinado?

Teniendo en cuenta que todas las variantes de café contienen cafeína de manera natural, es más fácil entender el proceso para obtener una variante descafeinada; se trata del café que se obtiene de aquellos granos a los que se les ha eliminado el 97% de su cafeína.

En los últimos años el consumo de café descafeinado ha aumentado considerablemente, según un informe liberado en el 2018 por la Asociación Nacional de café de Estados Unidos, el 42% de los consumidores de café lo beben en su versión descafeinada. Es prácticamente la mitad del mercado, también se ha demostrado que los bebedores de café descafeinado están dispuestos a pagar más por un café de mayor calidad.

Lo cierto es que todos en algún momento hemos experimentado los síntomas de tomar mucho café: manos temblorosas, corazón acelerado y ansiedad, son las señales infalibles que manda el cuerpo cuando hay mucha cafeína en el torrente sanguíneo. Muchas personas que aman el sabor y aroma del café, pero que son muy sensibles a sus efectos optan por las variantes descafeinadas y está es una de las principales razones por las cuales actualmente es un producto tan popular. 

La realidad es que existen muchos métodos para eliminar la cafeína, el primer método del que se tiene registro fue creado por Ludwig Roselius en 1905; quien utilizó benceno para eliminar la cafeína de los granos verdes de café que han sido humedecidos. Actualmente, se sabe que el benceno es carcinógeno, así que no se recomienda probar esta técnica.

Actualmente todos los métodos de descafeinización comienzan de la misma manera, se humedecen los granos de café para hacer que la cafeína se vuelva soluble y después la extraen. La mayoría de ellos incluyen agua, solventes orgánicos o dióxido de carbono.

Otras de las técnicas más populares para eliminar la cafeína son utilizar dióxido de carbono o un filtro de carbón, esto da lugar a un método conocido como Swiss Water Process. Los granos siempre son descafeinados previo a tostarse y molerse, lo cierto es que el valor nutricional del café descafeinado es prácticamente idéntico al café regular.

¿Cuánta cafeína contiene un café descafeinado?

Es importante mencionar que el café descafeinado no es completamente libre de cafeína, de hecho según el tipo de café contiene cantidades variables. Generalmente oscilan entre los 2 y 3 mg por taza. 

Un estudio comprobó que una taza de café descafeinado (180 ml) contiene entre 0-7 mg de cafeína. Mientras que una taza de la misma proporción de café regular contiene entre 70-140 mg de cafeína, esto depende según la variante de café que se utilice y el método de elaboración. Es decir aunque una variante de café descafeinado pueda llegar a contener algo de cafeína, suele ser una cantidad muy pequeña que normalmente pasa desapercibida.

Aunque el café descafeinado solía tener una reputación de no tener sabor, es importante saber que la cafeína en sí no contiene sabor. Sin embargo algunos de los métodos que se utilizan para descafeinar eliminan compuestos importantes que junto con la cafeína crean el sabor. 

La buena noticia es que el café descafeinado (como el normal) está lleno de antioxidantes y algunos nutrientes. De hecho se estima que el café es la mayor fuente de antioxidantes de la dieta occidental, en el caso de las variantes descafeinadas se estima que pueden ser hasta un 15% más bajas que un café normal. Se cree que esta pequeña diferencia se debe a una pérdida que se da durante el proceso de descafeinado.

Entre los principales antioxidantes que ambas variantes de café aportan se encuentran los ácidos hidrocinámicos y los polifenoles. Estos compuestos se relacionan con grandes beneficios para neutralizar los compuestos reactivos llamados radicales libres, que se asocian con un deterioro significativo en la salud. Es por ello que el consumo de café se relaciona con beneficios para reducir el daño oxidativo y prevenir todo tipo de enfermedades degenerativas como el cáncer, las del tipo cardíaco y la diabetes.

También una taza de café descafeinado proporciona el 2.4% de los requerimientos de magnesio, el 4.8% de potasio y el 2.5% de niacina. A simple vista puede que resulten cantidades insignificantes, sin embargo las cantidades suman rápidamente cuando se consumen 3 tazas de café por día. 

A modo de conclusión podemos decir que aunque el café descafeinado fue falsamente demonizado en el pasado, resulta una extraordinaria alternativa como sustituto y se relaciona con buenos beneficios para la salud que en gran parte se deben a su poder antioxidante y otras sustancias activas. Beber café es un buen hábito nos llena de energía, es un buen aliado en el control de la diabetes, protege al sistema cardiovascular, tiene propiedades anticancerígenas, estimula al metabolismo, promueve la pérdida de peso, mejora el rendimiento cognitivo y físico y disminuye la depresión.