Cocinar con aceite de oliva disminuye el riesgo de infartos y mejora la salud cardiovascular

El aceite de oliva es oro líquido para la salud, no en vano es considerado el alimento básico y más valorado de la dieta mediterránea. Lo cierto es que se trata de un producto que desde hace siglos ha sido utilizado por sus inmensas propiedades nutricionales y medicinales, que lo vuelven uno de los alimentos más importantes en la prevención de enfermedades crónicas y degenerativas. 

En los últimos años como parte importante de diversas tendencias de nutrición y bienestar, el consumo de aceite de olivo ha sido considerado una gran herramienta para ganar salud, vivir más y mejor. Si bien hablar de la lista de propiedades que se asocian con el consumo de aceite de oliva como parte fundamental de la dieta es un tema bastante extenso, entre sus principales bondades se reconocen sus beneficios para mejorar la salud cardiovascular, digestiva, intestinal y cerebral. A la vez el aceite de oliva es un poderoso aliado para fortalecer al sistema inmunológico, mejorar la salud cutánea y un básico para perder peso de manera saludable. 

Un poco sobre la salud cardíaca:

Se cuenta con diversas referencias y estudios avalados científicamente, que han sido una pieza clave para avalar los beneficios del consumo de aceite de oliva para proteger y mejorar la salud cardiovascular.

Es bien sabido que hoy en día las afecciones cardíacas: infartos, accidentes cerebrovasculares, derrames cerebrales, insuficiencia cardíaca, altos niveles de colesterol y aneurismas, forman parte de las principales condiciones que deterioran la salud y que se consideran una de las primeras causas de muerte en el mundo. Se producen cuando se da alguna obstrucción en algún vaso sanguíneo y esto impide la irrigación de un órgano, lo cierto es que son condiciones que se derivan en grandes complicaciones de salud y se relacionan directamente con el estilo de vida de cada individuo. 

Entre las principales condiciones que deterioran la salud cardíaca se encuentran: la obesidad, la diabetes, el sedentarismo, el tabaquismo, la hipertensión arterial, la alteración de los lípidos en la sangre y una alimentación deficiente. La alimentación juega un papel esencial y demasiado relevante en la salud, con base en ello han salido a la luz alimentos medicinales de gran potencial terapéutico: el aceite de oliva encabeza la lista. 

¿Cómo el aceite de oliva protege al sistema cardiovascular?

El aceite de oliva es un tesoro terrenal y es popularmente conocido como oro líquido para la salud, esto se debe en gran parte a su inigualable composición. Se destaca por su alto contenido en sustancias antioxidantes, vitaminas, minerales y compuestos únicos de gran poder medicinal, como es el caso de los carotenos y los polifenoles. La suma de estas sustancias resulta clave en la prevención de numerosas enfermedades, en específico se destaca su contenido en los siguientes compuestos clave.

1. Polifenoles

De manera especial llama la atención su contenido en polifenoles, que se relacionan con un destacado poder antitrombótico y antiinflamatorio. Cuando se consumen de manera habitual en la dieta se asocian con un magnífico poder para prevenir enfermedades del corazón, como es el caso de la hipertensión arterial, los altos niveles de colesterol y el infarto de miocardio. 

2. Grasas saludables

Se cuenta con grandes referencias de estudios científicos que comprueban las inigualables propiedades del aceite de oliva para la salud. Tal es el caso del trabajo realizado por un equipo investigadores del Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología de la Universidad de Córdoba anunciaba el resultado de un estudio en el que demuestran que el aceite de oliva presenta un efecto protector contra diferentes enfermedades.

En dicho trabajo de investigación se comprobó que el aceite de oliva tiene la capacidad de reducir los niveles plasmáticos de las proteínas de fase aguda (presentes en los procesos inflamatorios), en proteínas habituales en situaciones de estrés oxidativo (que ocasionan daño a las células) y las relacionadas con la coagulación sanguínea, el riesgo cardiovascular y con el metabolismo y el transporte de lípidos.

Estas grandes cualidades se relacionan directamente con el excepcional contenido en grasas saludables que contiene el aceite de oliva. Se destaca por su aporte en ácido oleico, también conocido como Omega 9 y el cual es considerado una de las grasas monoinsaturadas más importantes en la reducción de los altos niveles de colesterol LDL en la sangre y su vez aumenta los niveles del HDL. Por otra parte este ácido es una sustancia de suma relevancia para el funcionamiento cerebral y es bien sabido que las neuronas lo necesitan para comunicarse entre ellas.

Sobre el efecto protector del aceite de oliva:

Uno de los más destacados efectos que se deriva del consumo de aceite de oliva, se relaciona con su capacidad de ir fomentando una limpieza del exceso de lípidos que se alojan en el torrente sanguíneo. Estas grandes propiedades se deben a su poder antioxidante, alto contenido en vitamina C y E y sustancias de gran potencial medicinal como los carotenoides y diversos compuestos fenólicos. 

Su acción en el organismo es determinante, ya que evita que se formen placas de ateroma. Cuando se da está situación es considerada una de las principales causas que bloquean las arterias, lo cual hace que el corazón tenga que bombear mucho más fuerte la sangre para que consiga pasar por un espacio tan estrecho. Es bien sabido que dichas obstrucciones se derivan en infartos y otro tipo de accidentes cerebro-vasculares. 

Según los especialistas en medicina y nutrición, integrar el consumo de aceite de oliva en la dieta diaria es una medida fundamental de salud. Siempre y cuando se trate de un aceite de oliva extra virgen y de buena calidad, como su nombre lo indica es un aceite “virgen” es decir que su procesamiento ha sido mínimo gracias a su proceso de prensado en frío y es por ello que conserva todos sus componentes medicinales en grandes cantidades.