Escalan las protestas de abuso policial contra Alex Villanueva
Manifestantes se plantaron afuera de la casa del Sheriff y exigieron los nombres de los agentes que dispararon contra las recientes víctimas.
Un grupo de manifestantes que están en contra de la “vigilancia violenta” por parte de agentes del Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles insisten en que se revelen los nombres de los alguaciles que intervinieron en las muertes de dos hombres afroamericanos: Dijon Kizzee y Fred Williams III.
La protesta la llevaron directamente frente al domicilio particular del Sheriff Alex Villanueva, en la ciudad de La Habra Heights.
“El (Villanueva) debe dar a conocer los nombres porque es información pública y sus agentes no deben matar a gente en nuestras comunidades y mantenerlo en secreto”, dijo Cliff Smith, de la organización Coalition for Community Control
Over the Police. “Él no puede dirigir a una banda de ejecutores en Los Ángeles”.
Dijon Kizzee fue muerto de 16 disparos el 31 de agosto, después de ser detenido por una violación de tránsito, mientras conducía una bicicleta en el área de Westmond, en el sur de Los Ángeles. El LASD sostiene que Kizzee había dejado caer un arma durante la confrontación inicial con los agentes, luego la recogió e intentó accionarla contra los agentes, quienes abrieron fuego y lo impactaron 19 veces.
Entre tanto, Fred Williams III fue abatido a tiros el 16 de octubre, en Mona Park, en la zona de Willowbrook, después de una persecución en la que presuntamente sacó un arma y apunto a oficiales del alguacil. Investigadores dijeron que habían recuperado una pistola semiautomática en la escena.
Durante la protesta contra el alguacil Villanueva, fue arrestado Emmanuel Padilla, un individuo que era buscado por delitos graves recientes y que enfrenta cargos criminales que involucran el intento de descarrilar un tren de pasajeros. Padilla se encuentra detenido con una fianza de $1 millón de dólares.
Najee Ali, un activista y observador de la manifestación, dijo a La Opinión que ellos esperan que los agentes involucrados en asesinatos “sean responsabilizados de muertes injustificadas de negros y latinos en nuestras comunidades como Andrés Guardado y Dijon Kizzee, que fueron ejecutados por agentes del Sheriff”.
“La gente ha reaccionado y se está desahogando de esta manera porque no ha habido respuestas a una conducta de impunidad”, dijo Benjamín Prado, subsecretario de Unión del Barrio, una organización defensora de los derechos de comunidades marginadas en Los Ángeles. “Hablamos de un historial de arbitrariedades y muchos casos han quedado impunes; la violencia proviene de los alguaciles y es necesario que se esclarezcan los nombres de los asesinos que hay dentro del departamento del alguacil, el número de casos donde han usado la fuerza letal y también exigimos saber quiénes patrullan nuestras calles”.
El jefe del alguacil Alex Villanueva, declaró a La Opinión que le preocupa que las protestas hayan llegado hasta afuera de su hogar, porque “es algo indebido y es escalación de un conflicto por parte de un grupo dedicado a subvertir la democracia y que no voy a tolerar”.
“Cuando cruzan la línea de protesta a la violencia y vandalismo, pues irán a la cárcel, como el sospechoso que quería descarrilar un tren de pasajeros”, añadió. “Ese es un peligro que no voy a tolerar cerca de mi casa”.
Cuestionado sobre el porqué no ha revelado los nombres de los oficiales involucrados en las muertes de Dijon Kizzee y de Fred Williams III, argumentó que su intención es evitar lo que sucedió afuera de la casa del alguacil Miguel Vega, quien fue el único que descargó seis veces su arma en el asesinato del latino Andrés Guardado.
“Hay gente que está en contra de nosotros y eso no es problema; los que nos atacan siguen una motivación política que nace desde la Junta de Supervisores, pero hay más gente que nos apoya”, expresó. “Pero, a quienes estén dedicados al vandalismo, no los vamos a tolerar… Esos no tienen madre”.