Voto latino: más potencial que realidad
Todavía es muy baja la participación de los latinos en las elecciones presidenciales, pese a los esfuerzos por registrar a estos electores
El voto latino es el de más rápido crecimiento del país pero la participación de este grupo en las urnas aún no alcanza el nivel de otros sectores de esta sociedad, una realidad que no ha cambiado, por más que organizaciones no lucrativas y candidatos políticos hacen esfuerzos para registrar y movilizar a esta fuerza de votantes.
Este año electoral se añade otra interrogante: ¿tendrán los latinos el mismo entusiasmo para votar que en 2008, sobre todo tomando en cuenta que esta comunidad ha sido tan golpeada por la situación económica, la crisis de embargos de viviendas y la falta de evolución en el tema migratorio?
“Nuestro crecimiento no se pone en duda, la evolución es constante. En 2012 proyectamos que 12.2 millones de votantes latinos votarán en las elecciones presidenciales, un aumento de 26.6% respecto a las elecciones de 2008”, dijo Arturo Vargas, director ejecutivo de NALEO, durante una presentación este verano en Charlotte, donde se llevaba a cabo la Convención Nacional Demócrata.
“No obstante, sabemos que habrá 23 millones de latinos elegibles para votar, el crecimiento del grupo que podría votar supera, con mucho, el grupo que realmente vota”, agregó Vargas.
Esta semana, Pew Hispanic Center estimó, por su parte, que hasta 24 millones de latinos serán elegibles para votar en estas elecciones presidenciales. Sin embargo, tomando en cuenta las tendencias históricas, sólo se espera que poco más de la mitad lo haga.
“La participación de latinos sigue por detrás de la de los afroamericanos y los anglos, grupos que participan en una proporción de alrededor de 65%, señala el más reciente reporte de Pew.
En parte, el problema –y al mismo tiempo la oportunidad- es que la población latina es la más joven del país y cada mes, 50,000 jovencitos latinos cumplen 18 años, la edad en la que pueden votar. Pero de ahí, a que se registren para hacerlo y que luego realmente lo hagan, hay un largo trecho.
“Lo interesante es que la juventud de la población latina provoca una brecha mayor entre quienes pueden votar y los que realmente lo hacen”, explicó Mark Hugo López, director asociado de Pew Hispanic Center en Washington. “Muchísimos latinos entran el grupo de los que podrían registrarse…sólo entre 2008 y 2012 hay 4 millones más”.
Según López, los jóvenes tienden a estar menos motivados y tener menos información sobre como integrarse al sistema electoral. En investigaciones sobre los grupos que más y menos votan en Estados Unidos, los jóvenes nunca han estado entre los más participativos aunque en años recientes ha habido campañas para registrarlos como las de MTV y particularmente en 2008, la de Barack Obama.
Este año, las organizaciones no lucrativas que normalmente se movilizan para hacer registro de votantes y movilizaciones, cuyo objetivo es incrementar la participación latina sin importar el partido, tuvieron dos problemas: debieron enfocar recursos y tiempo luchando contra leyes en algunos estados que amenazaban con reducir el acceso a las urnas y también hay menos dinero de fundaciones y donantes privados para hacer registro de votantes.
En este año, en el que hay más dinero que nunca fluyendo hacia las campañas electorales gracias a recientes decisiones de tribunales que liberalizaron las contribuciones de corporaciones y sindicatos (Citizens United), hay menos fondos para los grupos que hacen trabajo de empadronamiento y movilización.
“La mayoría del dinero fluye a los candidatos, a los partidos, a los Super Pacs, y no tanto dinero va hacia el empadronamiento”, apuntó Clarissa Martínez, directora de inmigración y compromiso cívico del Concilio Nacional de la Raza (NCLR), organización que por medio de sus afiliadas en muchos estados acaba de cerrar su período de inscripción de votantes. “Es irónico, cada ciclo hay más y más dinero que se gasta en una elección, pero la proporción que se invierte en registro de votantes no aumenta”.
NCLR y sus afiliadas tenían una meta de 90,000 nuevos votantes empadronados. En los estados donde tienen operativos y organizaciones locales, entre ellos Colorado, Pensilvania, Florida y Nevada, la organización habría probablemente superado esa cantidad, aunque aún no cuentan con la cifra oficial.
El mayor operativo se dio en el estado de Florida, donde organizaciones afiliadas de NCLR tienen campañas de registro que han funcionado sin parar desde 2004 y en este ciclo han registrado más de 50,000 nuevos votantes.
Pero NCLR y otros grupos del país también dedicaron buena parte de su tiempo este año a las luchas legales contra intentos en diversos estados de limitar el acceso a las urnas por medio de proyectos de ley para aumentar los requisitos de voto y purgas de las listas de votantes.
Por su parte, los candidatos y partidos políticos generalmente hacen sus propias campañas de empadronamiento. En 2008, la campaña del entonces aspirante demócrata Barack Obama ayudó su triunfo con intensas campañas de empadronamiento y “ampliación” del universo votante. Según la campaña, este año siguen haciendo lo mismo, aunque se ha dado menos publicidad a estos esfuerzos.
Sendas peticiones de entrevista a las campañas de Obama y el republicano Mitt Romney para que explicaran sus estrategias de registro de votantes latinos para esta nota quedaron sin contestar esta semana, aunque un memo divulgado por la campaña de reelección del presidente hace unos días asegura que “el registro de votantes latinos es mucho mayor que el de los blancos no latinos” y asegura que esto se debe, en parte, a “la efectividad de nuestras campañas”.
Por ejemplo en Colorado, uno de los estados claves de la campaña, sobre todo para el Presidente Obama, el registro de latinos aumentó en 20% mientras que el de no latinos aumentó sólo en 10%.
En general, es raro que las campañas políticas se enfoquen en registrar votantes, apuntó Clarissa Martínez. “Cuando eres candidato lo que buscas es ganar el 50% más un voto y es más barato de lograr mientras el grupo votante es más pequeño. Es más fácil sacar a votar a dos que a cuarenta”.
La verdadera influencia del voto latino se dará con el tiempo y con el crecimiento del voto en estados realmente competitivos, aseguran los expertos. Pero ese enfoque de las campañas en estados “batalla” amenaza con aumentar la brecha entre quienes podrían votar y quienes lo hacen en estados como California y Texas.
“En esos dos estados está más de la mitad de la población latina”, indicó Evan Bacalao, director de participación cívica de NALEO. “El trabajo de las organizaciones no lucrativas y no partidarias es más amplio, no se concentra sólo en esos estados batalla sino en el electorado nacional y por eso quizá no se note tanto en el resultado. Pero es un trabajo a largo plazo”.
– 24 millones es la cantidad de latinos elegibles para votar
– 12.2 millones de latinos son los que se calcula que saldrán a votar
– 50,000 jóvenes latinos cumplen cada mes la mayoría de edad y que podrían registrarse para votar
– 26.6 % es el porcentaje en el que aumentará la participación de latinos con relación al 2008