Concejales, protejan la salud de nuestros jóvenes, no a la industria tabacalera
Pedimos a los legisladores proteger a la comunidad para prevenir más enfermedades
Como pediatra, he visto las terribles secuelas de consumir tabaco tanto en mis pacientes como en sus familias. Recordemos que el tabaco es la causa principal de muertes prevenibles y enfermedades, como el cáncer.
Por eso, también como pediatra, estoy consternado ante la alarmante cantidad de jóvenes que comienzan a consumir cigarrillos electrónicos porque “no están fumando” cuando en realidad, estos productos de tabaco con altos contenidos de nicotina son sumamente adictivos y nocivos para la salud.
Actualmente, los Concejales de la Ciudad de Los Ángeles tienen en sus manos la oportunidad de eliminar la venta de productos de tabaco con saborizantes —incluidos los cigarrillos electrónicos— y así reducir el riesgo de que nuestros niños y jóvenes empiecen a consumirlos.
Por décadas, la industria tabacalera ha promovido de manera desproporcionada sus productos en comunidades de ingresos limitados. Ha usado elementos de nuestra cultura en imágenes y mensajes publicitarios para incrementar específicamente su clientela latina. En California, la densidad de tiendas que venden productos de tabaco es mucho más alta en las áreas latinas en comparación con la población general.
El consumo del tabaco y la exposición al humo de segunda mano han tenido un efecto devastador en la salud de nuestra comunidad.
El cáncer, las enfermedades cardíacas y los derrames cerebrales se encuentran entre las cinco causas principales de muerte entre los latinos. El común denominador entre estas afecciones es que todas pueden ser causadas por fumar tabaco.
A medida que sus clientes mueren, las compañías tabacaleras tienen que conseguir nuevos consumidores. Y saben bien que el consumo de los cigarrillos electrónicos aumenta el riesgo de que los jóvenes consuman cigarrillos tradicionales. Los productos de tabaco disponibles en más de 15,500 sabores son el anzuelo con el que enganchan intencionalmente a los niños y jóvenes a una posible adicción de por vida.
Alrededor de 3.6 millones de jóvenes consumen cigarrillos electrónicos actualmente. Siete de cada 10 jóvenes señalan que consumen cigarrillos electrónicos “porque vienen en sabores que me gustan”. Sabores como horchata, jamaica y tamarindo que indudablemente son parte de la estrategia para atraer a la juventud latina.
El mentol es particularmente nocivo pues está científicamente comprobado que facilita la iniciación al consumo de productos de tabaco en los jóvenes y dificulta abandonar el tabaquismo.
De hecho, la Administración de Alimentos y Medicamentos anunció en abril que planea prohibir los cigarrillos mentolados y todos los sabores en los puros para ayudar a reducir significativamente la iniciación de los jóvenes, aumentar las posibilidades de que las personas que fuman abandonen el tabaquismo y abordar las desigualdades sanitarias que experimentan las comunidades que han sido el público objetivo de la industria tabacalera. Sin embargo, el proceso podría tomar años.
Fumar cigarrillos aumenta el riesgo de al menos 13 tipos diferentes de cáncer — incluyendo el de estómago e hígado, cuyas tasas de incidencia son más altas entre los latinos que entre personas de raza blanca. Además, fumar es responsable del 80% de todas las muertes por cáncer de pulmón. En California, fumar matará a 40.000 personas tan solo este año. No podemos esperar a que el tabaco perjudique la salud y cobre la vida de más personas.
Es por esta razón que organizaciones de salud pública como la Red de Acción contra el Cáncer de la Sociedad Americana contra el Cáncer exhortan al Concejo de Los Ángeles a que haga ya lo que esté a su alcance para poner la salud y bienestar de nuestras comunidades, en especial de nuestros niños, por encima de los intereses y las ganancias de la industria tabacalera. Les pedimos a los Concejales que aprueben una ordenanza integral que elimine la venta de productos de tabaco aromatizados, incluyendo los dispositivos electrónicos, la shisha — también conocida como hookah – con saborizantes, los puros y los cigarrillos mentolados.