Día de Apreciación del Gato Negro: por qué no traen mala suerte

Los amantes de los gatos celebran esta festividad con el objetivo de disipar los mitos y eliminar su mala reputación. Conoce por qué se les relacionó con la mala suerte y por qué no hay que temerles

Día de Apreciación al Gato Negro

Los gatos negros no son de mala suerte.  Crédito: Humberto Arellano | Unsplash

Este martes 17 de agosto los amantes de los gatos de todo el mundo conmemoran el Día Apreciación del Gato Negro con el objetivo de disipar los mitos y supersticiones que rodean a este minino, que no son pocos.

El origen de esta festividad es nebuloso, pero la elección del 17 de agosto se le atribuye a un hombre llamado Wayne H. Morris. Su hermana Jane amaba profundamente a su gato negro de nombre Sinbad. Ella murió a los 33 años y dos meses después, lo hizo su mascota. Así que decidió elegir esa fecha para recordar el vínculo de su hermana con su gato negro, según reseñó el Santuario de Animales del Refugio de Rikki, donde Morris es voluntario.

Para celebrar el Día de Apreciación del Gato Negro muchos amantes de los mininos llaman a adoptar a un gato de este color, darles más afecto a quienes tiene uno o conseguirlo un regalo especial. Sin embargo, lo más importante para ellos es terminar con su mala reputación alimentada por las supersticiones.

¿Por qué los gatos negros se dice que son de mala suerte?

Los gatos negros se asocian al Halloween y las brujas. Estudios señalan que los gatos de este color son menos adoptados, pero en realidad, en la antigüedad eran considerados animales sagrados. En Egipto, las diosas Mafdet y Bastet eran representadas con cabeza felina y se les adoraba porque ofrecían protección y riqueza. Los gatos eran vistos como animales espirituales, los guardianes del otro mundo por lo que se les respetaba.

Todo cambió en la Edad Media con la expansión de las ideas cristianas para infundir temor a Dios y a las culturas “malignas”. Los gatos se comenzaron a ver como animales nocturnos y sigilosos, por lo que se les asoció con la oscuridad y la maldad. Así, inició a crecer su fama y se les asoció a los malos presagios.

Luego, su infortunada fama se acrecentó cuando se les asoció a las brujas. La leyenda cuenta que en el siglo XVI un padre y su hijo vieron un gato negro en su camino y lo apedrearon. El animal huyó a la casa de una mujer que en ese momento era considerada bruja. Al día siguiente, padre e hijo vieron a la mujer que cojeaba y estaba herida, por lo que asumieron que las brujas podían convertirse en gatos negros en las noches para no ser observadas.

La mala reputación del gato negro aún prevalece en Estados Unidos y algunos países de Europa. En Alemania se piensa que si un gato negro se cruza de derecha a izquierda es de mala suerte, pero su lo hace de izquierda a derecha es de buen augurio.

La buena suerte de los gatos negros

Los gatos negros quizá son los animales que más supersticiones han inspirado, pero no todas son malas. Entre las mejores se encuentra la creencia de marineros británicos, quienes daban la bienvenida a los gatos negros porque auguraban un regreso seguro. En Escocia se cree que la aparición de un gato negro en casa trae prosperidad, mientras que en Japón, los gatos negros ayudan a un soltero a atraer pretendientes.

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