‘Cuéntame tu historia’, un concurso que ofrece $20,000 en becas para estudios universitarios

Con un nudo en la garganta, el abogado Sergio García recordó una conversación que tuvo recientemente con su madre tras comprarse un reloj con el valor de $3,000.

“Me dijo, ‘si cuando naciste alguien me hubiera dicho que mi hijo iba a crecer para algún día ser dueño de un burro me hubiera puesto a llorar porque éramos tan pobres que nunca lo hubiera creído’”.

Ahora el prominente abogado, experto en accidentes de auto y lesiones personales, no solamente puede darse lujos de alto valor monetario sino también compartir su éxito con los más necesitados.

García, quien es reconocido por haber sido el primer abogado indocumentado juramentado en California, creo su fundación Sergio C. García en el 2012 para ayudar a jóvenes interesados en asistir a la universidad.

Ahora en celebración de la pronta publicación del libro en español de su biografía, García decidió festejar como solo él lo sabe hacer; ayudando a los demás.

La fundación Sergio C. García está ofreciendo $20,000 en becas para jóvenes de preparatoria que tengan planes de asistir a la universidad.

Esto es parte del concurso “Cuéntame tu historia”, donde García pide a los jóvenes que viven en Estados Unidos, sin importar estatus migratorio o nacionalidad, que cuenten la historia de su vida y los obstáculos que han enfrentado para sobresalir.

García pide que el ensayo sea no más de 1,000 palabras y en español.

“Queremos tener al menos 100 ensayos y de esos vamos a escoger cuatro ganadores”, dijo García en entrevista con La Opinión.

El primer lugar ganará $10,000, el segundo lugar ganará $5,000 y habrá dos terceros lugares que ganarán $2,500 cada uno.

“Las oportunidades de ganar son muy buenas”, dijo García.

El abogado contó que hace unos años se publicó un libro con su biografía en inglés. Pero la gente de habla hispana le pedía que publicara uno en español y para él este ha sido el momento indicado para hacerlo.

Ejemplo de superación

García es uno de seis hermanos y nativo de un pueblito de Michoacán, México llamado Villa Jiménez.

“Nací en una casa de adobe que mis padres rentaban y mis primeros días de vida los pasé en una cama de piedra y lodo”, dijo García.

La alta necesidad por salir adelante llevó a la familia a emigrar a Estados Unidos cuando García tenía poco más de un año de edad. Vivieron en California por unos ocho años hasta que la familia nuevamente regresó a México.

Cuando García tenía 17 años nuevamente emigró a Estados Unidos y en esta ocasión ya tenía claro que quería ser abogado, claro siempre y cuando sobreviviera el cruce fronterizo.

García contó que en esa última ocasión que cruzó la frontera como indocumentado en 1994 tuvo que hacerlo encerrado en la caja de una camioneta Chevy S10 junto con otros siete hombres.

“Ahí nos tuvieron encerrados por más de tres horas mientras cruzábamos y algunos se desmayaron. Quedamos como dos o tres despiertos y rezando a Dios en voz alta para que saliéramos con vida”, contó el abogado.

Una vez en Estados Unidos, García prosiguió con su plan. Fue un estudiante sobresaliente y al graduarse de la preparatoria, universidades como Stanford, UC Berkeley, UC Davis y otras estaban interesadas en él.

Debido a su estatus de indocumentado no pudo ingresar a estas universidades pero no se dio por vencido y en el 2009 obtuvo su Doctorado en Jurisprudencia de la escuela de leyes Cal Northern School of Law, en la ciudad de Chico, al norte de California.

Pocos meses después pasó satisfactoriamente en el primer intento el Examen de Abogados de California. Después de una larga investigación se le negó la licencia de abogado por la falta de estatus migratorio, pese a que ya llevaba esperando durante más de 15 años su residencia permanente legal después que su padre lo peticionara.

Tras una lucha de cinco años contra el Departamento de Justicia de Estados Unidos García ganó su caso histórico, convirtiéndose en el primer indocumentado en la nación en la historia en ser autorizado para ejercer la abogacía.

“Pero me dijeron que no podía trabajar para nadie porque seguía siendo ilegal”, recordó García.

Esto no le cerró las puertas pero más bien lo motivó para que él abriera su propio negocio donde ha laborado hasta el momento.

Ahora García considera que su experiencia de vida le ha llevado a ser un hombre sobresaliente, quien con el respaldo de su esposa Amairani Serna, continúa ayudando a diferentes comunidades.

Tras reflexionar, García no puede olvidar sus humildes inicios de su vida, razón por la cual quiere ayudar a otros estudiantes de bajos recursos.

“Yo iba a la escuela con los zapatos rotos y ahí escondía un pie enfrente del otro para que mis compañeritos no se burlaran de mi”, dijo García. “También muchas veces fui con el estómago vacío con la esperanza de que alguien me compartiera con su familia”.

García, quien ha ganado muchos casos de accidentes automovilísticos y daños personales, dijo que él se siente muy afortunado de poder ayudar a otros, incluyendo a su propia familia.

“Siempre lo digo, creo que este mundo tiene muchos ricos y millonarios porque no han descubierto la alegría que le otorga a uno ayudar a alguien más”, aseveró el abogado.

La fecha límite para entregar el ensayo es el 30 de septiembre. Los interesados pueden encontrar todos los detalles y solicitar la beca en: https://sergiocgarciafoundation.com/essay-submissions/