Billie Eilish perdió 100.000 seguidores por culpa de un escote
En una reciente entrevista, la cantante declaró que esa obsesión por su vestuario demuestra que sigue prestándosele más atención al cuerpo que al talento musical de las estrellas del pop.
Billie Eilish. Crédito: Jamie McCarthy for MTV / ViacomCBS | Getty Images
El pasado mes de mayo Billie Eilish abrió una nueva etapa de su carrera musical posando para la portada de la revista Vogue usando un corset y ligueros. Aunque ese reportaje fotográfico causó un gran revuelo porque su seña de identidad hasta entonces había sido la ropa holgada que la cubría de la cabeza a los pies, ella dio por sentado que sus fans se acostumbrarían eventualmente a su nueva imagen, que incluía además una melena rubia platinada.
Cuál sería la sorpresa de la cantante cuando en julio compartió en su cuenta de Instagram una serie de selfies en las que llevaba puesta otra prenda muy similar, con un pronunciado escote, y vio cómo su número de seguidores comenzaba a descender vertiginosamente. “La gente se aferra a ciertos recuerdos y desarrolla una fijación. Pero resulta muy deshumanizante. Perdí cien mil seguidores sólo por mis pechos. Por alguna razón, a la gente le dan miedo los pechos grandes. Se supone que ni siquiera tienes que saber quién eres realmente hasta que llegas a mi edad o eres incluso más mayor”, opinó en una entrevista a la revista Elle.
En opinión de Billie, esa obsesión por su vestuario demuestra que sigue prestándosele más atención al cuerpo que al talento musical de las estrellas del pop. Por otra parte, también le ofende que se dé por sentado que sólo cambia su aspecto físico para dar de qué hablar o provocar cuando, en realidad, si dijo adiós a su antigua melena oscura con mechas verdes fue porque le impedía “camuflarse” entre la multitud.
“Mi objetivo no era hacer algo para que todo el mundo empezara a pensar en mí de forma diferente. Siempre he adoptado un color de pelo diferente y una estética nueva para cada cosa que he hecho. El otro día publiqué un video en el que todavía tenía el cabello verde, y la gente empezó a decir: ‘Extraño a esa Billie’. ¡Sigo siendo la misma persona! No soy una Barbie a la que se le puedan poner diferentes cabezas”, lamentó.
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